Una cosa la lucha social y anti-estatal y otra la especulación política

Texto de la colectividad “Reunión de Anarquistas” sobre lo acontecido en el barrio de Atenas Menidi el 5 de enero, cuando un policía arrastró con su moto y mató a una niña gitana de 6 años.

La política es una técnica de engaño. Y esto es una experiencia y conciencia común. La especulación política es una lógica autoritaria que no respeta a las personas y las situaciones y aprovecha todo lo que pueda adquirir valor para lograr el objetivo deseado en cada ocasión. La claridad de la acción y del contenido – en el que está basada- son las condiciones necesarias que distinguen a los anarquistas y los luchadores sinceros de los políticos y los gobernantes especuladores.

Los movimientos  y los mecanismos políticos autoritarios, grandes o pequeños, tanto en número como en términos del impacto que tienen en el ámbito social, se precipitan a sacar partido de un hecho y alterar las circunstancias y las condiciones bajo las cuales éste tuvo lugar. El método es simple. El acontecimiento es integrado y asociado con el puesto que tenga o no en un mecanismo político o estatal la persona involucrada en él o con las opiniones de esta persona.

El accidente ocurrido el 5 de enero en el barrio de Atenas Menidi no es un acto homicida, porque no está asociado con intención y alevosía. Mientras que, en cambio, están claramente relacionados con estas características los ataques asesinos de los equipos motorizados DIAS y DELTA contra manifestantes. Si, ahora, un anarquista montado en una motocicleta, pasando por el edificio de la Comisaría Central de Atenas a alta velocidad, con el fin de pasar un semáforo en verde y llegar a su trabajo a tiempo, arrastra y lesiona letalmente a un madero que estaba cruzando la calle, esto no es un asesinato. En el caso de que éste ataque solo o junto con otros compañeros contra un grupo DELTA o DIAS, con la intención de causarles daño corporal o muerte, entonces no tenemos un accidente. Los accidentes, dondequiera que ocurran, ya sea en Menidi o en la plaza del barrio de Exárjia, o en la zona residencial de Ekali, siguen siendo accidentes, cualquiera que sea él que los provoque.

Aparte de esto, la función que tiene él que está integrado en el sistema de soberanía y explotación, o el si es activo en la lucha contra este sistema, no se puede asociar forzosamente con algunos de estos accidentes. Esta lógica devastadora es similar al concepto de la responsabilidad colectiva. Es menester que los que se movilizan y se expresan contra el racismo, los pogromos del Estado y la acción represiva de sus aparatos los desconecten de acontecimientos trágicos como la muerte de la niña gitana de 7 años de edad, y que no «despojen» su cuerpo muerto. Porque de esta manera no contribuyen a la causa de la liberación social.

Por otra parte, son entendibles las reacciones espontáneas de la población roma de la zona, las cuales no están integradas en ninguna intencionalidad política, sino en una reacción espontánea y en un conflicto anterior de la gente de la zona con los maderos.

No absolvemos a los maderos por su papel  dentro del sistema de soberanía y explotación y por eso seguimos luchando contra el Estado y los maderos, quienes se apresuran a defenderlo, atacando a luchadores. No obstante, no expropiamos nuestra autoestima no la sometemos a intencionalidades oportunistas que objetivamente-y a menudo de forma determinada- trivializan las deliberaciones por la emancipación. Es vergonzoso que las intencionalidades políticas de los diversos movimientos lleguen a «despojar» los cuerpos de los muertos.
A mantenernos en concordancia con lo que sostenemos, tanto como anarquistas, así como luchadores, y que seamos capaces  de dar «al César lo que es del César».

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Εl texto en griego.