Grecia: Que los orígenes del saqueo se conviertan en la cuna de la revolución social

Un texto que constituye la base de la charla realizada por compañeros y compañeras de ESE (Unión Sindical Libertaria, Grecia) el 7 de abril de 2011 en la Universidad de Zaragoza, en el marco del XI Seminario de Solidaridad Política organizado por ASSI (Asociación Social y Sindical Internacionista)

A. La crisis ha llamado a la puerta de Grecia. Los gobernantes y nuestros patrones nos piden que nos sacrifiquemos para sacar al país de esta difícil situación. Pero, ¿de qué crisis nos están hablando? Los trabajadores estamos en crisis desde hace muchos años, con salarios bajos, paro, terrorismo patronal en los tajos, despidos, etc. Las empresas capitalistas durante años han sido rentables. Los capitalistas han ganado con nuestro trabajo y han atacado nuestros derechos. Ahora nos piden que hagamos sacrificios de nuevo porque hay crisis. Una vez más, nosotros somos los llamados a pagar los platos rotos, mientras que ellos continúan teniendo beneficios.

No vamos a pagar una crisis que no creamos nosotros. En las manifestaciones la gente grita «ladrones». Ellos son los que han robado los fondos. Los partidos, los políticos, los capitalistas y los curas están sumidos en escándalos y en casos de enriquecimiento ilícito. Que paguen ellos.

No aceptamos la excusa de la «economía nacional», la justificación de la «salvación de la patria». Dentro de cada nación hay dos naciones: los oprimidos y los opresores. Ningún sacrificio para la salvación de la “economía nacional”, ningún sacrificio para “la salvación de la patria”. Luchemos por los derechos laborales sin dar un paso atrás.

B. La vinculación del país con el FMI y la firma del Memorando se han traducido en una serie de leyes antilaborales. Estas leyes imponen:

– Una mayor flexibilidad en las relaciones laborales.

– Una restricción de los derechos laborales de la juventud (como intentaron hacer en Francia en 2006 con el contrato de primer empleo).

– La reducción de los salarios en el sector público (por decisión del gobierno) y también en el sector privado, con leyes que atacan a las negociación colectiva. Atacan de esta forma la capacidad de los sindicatos para firmar convenios colectivos y permiten a los patrones pagar sueldos inferiores a los fijados por contrato.

– La concesión al empresario del derecho de imponer el trabajo por turnos (porque la empresa no va bien), es decir, que se trabaje menos días a la semana, con la consiguiente reducción de sueldo. Además, si el trabajador lo consiente (y consentirá, por temor a ser despedido), el patrón puede imponer una reducción de las horas de trabajo diarias, con la consiguiente reducción de sueldo.

– Más facilidades para el despido. Anteriormente el trabajador tenía derecho a indemnización en caso de despido después de dos meses de trabajo. Ahora necesita diez meses.

– Una reducción de la suma recibida en la indemnización por despido, algo especialmente grave en un periodo de despidos masivos como el actual.

– El aumento de la edad de jubilación y los recortes de las pensiones.

– Una igualación de la edad de jubilación para hombres y mujeres, que significa un aumento de dicha edad para las mujeres.

– Limitaciones en el acceso a las prestaciones sanitarias para trabajadores y jubilados.

– Privatizaciones (trenes, puertos, etc).

– El aumento del IVA (dos veces en dos meses) y de otros impuestos indirectos.

– La reducción de los impuestos a las empresas.

– Cambios en la estructura administrativa del país fortaleciendo a los gobiernos regionales y debilitando a municipios y comunidades.

– El traslado de competencias, como la financiación de escuelas, del gobierno central a los gobiernos regionales, así como recortes de los gastos en educación y fusiones de centros docentes, con el fin de reducir el número de profesores hasta en 30.000.

– El despido de todos los trabajadores temporales del sector público, sin que se produzca la contratación de personal fijo para sustituirlos. Esto, junto con el recorte de los fondos, tendrá como consecuencia el dramático deterioro de los servicios sociales (salud, educación, ayuda social, medio ambiente, recogida de basuras, etc).

Hay que señalar que todo esto se produce en un momento en el que abundan los despidos masivos, se intimida a los trabajadores para que acepten la reducción de sus sueldos y se producen dramáticos aumentos en los precios de los productos de primera necesidad, las tarifas de los servicios públicos, los billetes de los medios de transporte público y la gasolina. Las estadísticas oficiales hablan de 700.000 parados. En realidad son más de un millón.

Estos cambios radicales no constituyen un simple empeoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores. Es un empeoramiento enorme. Si esto continua así, en poco tiempo aparecerán fenómenos de empobrecimiento masivo y la pauperización. Tengamos en cuenta que en Grecia los salarios son más bajos que en el resto de Europa, que todo es más caro y que el «estado de bienestar» es muy débil.

Al mismo tiempo, estos cambios nos hacen retroceder 200 años respecto al valor de la fuerza de trabajo. La clase obrera se convertirá en una masa informe sin derechos, sin conquistas, fragmentada, fracturada y sin capacidad de respuesta y reivindicación. Se socava el sindicalismo y la idea de que podemos negociar bajo qué condiciones vendemos nuestra fuerza de trabajo. El sindicalismo no tendrá razón de ser. Y eso será más doloroso para los más jóvenes, para quienes preparan un futuro sombrío.

C. Todo esto ha provocado una gran ira, una gran indignación. A pesar de la reticencia de los dirigentes sindicales, en octubre de 2009 comenzaron a convocarse huelgas a nivel nacional. Hasta ahora se han convocado diez huelgas generales. La burocracia sindical no quiere la lucha, o quiere solamente que se realicen algunas huelgas para salvar su honra y sin perspectivas de victoria. En particular, la Confederación General de Trabajadores en el sector privado (GSEE) ha tenido un papel descaradamente traicionero, apoyando al gobierno. La Confederación General de Empleados Públicos (ADEDY) apoya las decisiones del gobierno de forma más camuflada y discreta.

Nota: En Grecia hay dos confederaciones generales, una de los trabajadores del sector privado y otra de los funcionarios públicos.

La burocracia sindical ha quedado en ridículo por esta actitud ante los trabajadores. El presidente de la GSEE no sale mucho por la calle, por miedo a las reprobaciones de la gente. Últimamente incluso evita aparecer en las concentraciones de trabajadores.

El momento culminante fue la huelga general del 5 de mayo de 2010. Cerraron fábricas, empresas, oficinas, tiendas, empresas públicas. Los trabajadores descubrieron el valor de una huelga general.

Nota: En Grecia son bastante frecuentes las huelgas generales. Por lo menos se convocan con más frecuencia que en España o en Francia. Pero no se preparan y no hay un esfuerzo real para que tengan éxito y participación total.

El 5 de mayo, 200.000 trabajadores salieron a las calles de Atenas, participaron en las manifestaciones de la huelga y se dirigieron hacia el Parlamento con muy “malas intenciones”. La gente estaba decidida a asediar e invadir el Parlamento para que no se aprobara el Memorando de vinculación con el FMI. La gente gritaba «hay que quemar este prostíbulo” (refiriéndose al Parlamento) y no se retiraba a pesar de los fuertes ataques de la policía. En Grecia. la policía es cada vez más salvaje. Es increíble la cantidad de productos químicos que usan contra los manifestantes, como si se tratara de una guerra química.

Lamentablemente, la muerte de tres trabajadores en un incendio provocado en una sucursal bancaria minó la moral de las personas que protestaban. Este suceso le dio al gobierno, los patrones, la policía y los medios de comunicación la oportunidad para atacar al movimiento obrero y callar la magnitud de la enorme huelga de ese día.

El incendio del banco MARFIN se puede comparar con el incendio del Scala en Barcelona en 1978.

La acción de grupos de violencia indiscriminada que se autodenominan «anarquistas» y que consideran que la quintaesencia de la lucha social es romper escaparates y prender fuego a los edificios les vino como anillo al dedo a los enemigos del movimiento obrero. Estos grupos actúan sin tener en cuenta el movimiento, los objetivos y las perspectivas. Nos referimos, claro está, a los “anarquistas”, entre comillas, no a los anarquistas en general.

Las perspectivas de lucha son difíciles porque la gente se siente frustrada al ver que las medidas se aprueban, las leyes se votan, etc. Pero seguimos. A pesar de los esfuerzos de los dirigentes sindicales por desinflar los ánimos de la gente, hay sectores y lugares de trabajo en los que se lucha. Además, la burocracia sindical se ve obligada a convocar huelgas generales, aunque sin objetivos ni perspectivas.

Muy alta fue la participación en las huelgas generales del 15 de diciembre de 2010 y del 23 de febrero de 2011. Se consiguió bloquear la producción, se produjeron grandes concentraciones, con más de 100.000 participantes, y hubo enfrentamientos con la policía.

D. Una nueva dinámica nace a través de estas luchas. Se está fortaleciendo el deseo de acción autónoma de los sindicatos de base, para superar la parálisis y el papel traicionero de las Confederaciones Generales.

Nota: En Grecia no hay pluralismo sindical, tal como existe en España, Francia, Italia, etc. Hay una confederación única. El marco jurídico no permite la existencia de más de un sindicato por sector. No hay sindicatos, federaciones y confederaciones diferentes en función de la percepción particular sobre el sindicalismo, la política específica y la filosofía de cada uno.

Hay bastantes sindicatos de base de diversas ramas, tanto del sector público como del privado, que se coordinan sin jerarquías, de forma horizontal. Han creado coordinadoras en varias ciudades y han realizado contactos y reuniones de coordinación a nivel nacional. Encontramos coordinadoras en muchas ciudades: 45 sindicatos en Atenas, 25 en Patras, 21 en Tesalónica, 8 en Ioánina, etc.

Estos centros de coordinación organizan la presencia masiva de los trabajadores en las concentraciones de las huelgas. Organizan la legítima defensa contra los ataques de la policía. Organizan la información en los lugares de trabajo y los barrios. No están exentos de defectos. Pero es un esfuerzo prometedor.

Hay que destacar que estas coordinadoras están convocando a todos los sindicatos de base, independientemente de su posición política. Es importante esto, porque hay un polo dentro del movimiento sindical que critica a las dos Confederaciones, pero es un polo controlado por el Partido Comunista (KKE). Nos referimos al Frente de Lucha de todos los Trabajadores (PAME). Es un conjunto de organizaciones sindicales controladas por el Partido Comunista. Ningún sindicato puede participar en el frente PAME si no acepta sus propuestas políticas, que son, en suma, las del Partido Comunista. El PAME no está interesado en promover la lucha común de todos los que tienes ganas de luchar. Tiene como objetivo aumentar la influencia del Partido Comunista. Esto es repulsivo para los trabajadores dispuestos a luchar. El PAME, a pesar de su capacidad de mostrar una dinámica, debido al mecanismo del Partido Comunista es incapaz de mejorar la situación del movimiento sindical.

En Grecia, el partidismo en el movimiento sindical es la gran enfermedad. No hay una conciencia sindical y social independiente entre los trabajadores. Todo es deformado por la acción de los partidos. Hay trabajadores que piensan de esta manera: «No puedo hacer huelga porque esto perjudicaría a mi partido, que ahora está en el gobierno». Los sindicatos no tienen autonomía, se mueven sobre la base de los objetivos partidistas.

Todos los partidos quieren la manipulación de los sindicatos: los conservadores, el socialista, el comunista, las organizaciones de izquierda radical, la extrema izquierda, incluso los anarquistas que se ocupan del sindicalismo (aunque los anarquistas en Grecia no se ocupan mucho del sindicalismo), todos hacen sindicalismo en términos ideológicos, poniendo condiciones ideológicas a los trabajadores.

E. Internacionalismo: lucha común de los trabajadores en toda Europa

Dicen que la crisis es un dominó. La tormenta de medidas contra los trabajadores se extenderá por toda Europa, en primer lugar por los países del sur de Europa.

Hoy más que nunca son necesarias las luchas obreras contra estas políticas en todos los países de Europa. Es necesaria la acción conjunta y una coordinación a nivel europeo de los sindicatos combativos. Son notables las fuertes movilizaciones producidas en otros países, como Francia y Portugal, la huelga general de España el 29 de septiembre de 2010, las huelgas y manifestaciones en Italia, etc.

En las huelgas aquí en Grecia la gente grita dos consignas que indican la necesidad y el interés por el desarrollo de una coordinación a nivel europeo:

«En Atenas, en Madrid y en Lisboa – todos a la calle, todos en la lucha»

«En Grecia, España, Portugal, el enemigo está en los bancos y en los ministerios»

F. La actividad de ESE

ESE no es un sindicato. Es un pequeño colectivo de trabajadores que actúa como una tendencia dentro del movimiento sindical, impulsado por las ideas del sindicalismo libertario y del anarcosindicalismo.

ESE cuenta con núcleos en tres ciudades (Atenas, Salónica, Ioánina) y compañeros dispersos en otras cinco ciudades. Se trata de una fuerza muy pequeña, sobre todo jóvenes. Nuestra presencia en los sindicatos existentes no es muy grande. Por una parte, esto se debe a que los compañeros trabajan en sectores de trabajo precario, donde no existen sindicatos. Por otra parte, todavía no hemos logrado hacer un trabajo sistemático para garantizar nuestra intervención en los sindicatos.

La visión del sindicalismo que tiene ESE

Hay una necesidad imperiosa de que exista un sindicalismo independiente y combativo. Nosotros, como ESE, estamos tratando de promover algunas ideas.

– Los sindicatos deben defender los intereses de los trabajadores. No pueden ser sometidos ni manipulados por los patrones ni por los estados ni por los partidos.

Las reivindicaciones de los sindicatos deben corresponderse con las necesidades obreras y no con los intereses de los patrones. No podemos negociar cuánto vamos a perder. Tenemos que luchar para ganar, tenemos que exigir lo que nos pertenece. Nosotros producimos la riqueza social. LO QUEREMOS TODO Y LO QUEREMOS AHORA.

Los sindicatos son organizaciones amplias de la clase obrera y ésta debe tener el poder de decidir en primer lugar. Los partidos políticos, las organizaciones políticas, los grupos políticos son organizaciones «estrechas» de la clase trabajadora y deben estar al servicio de los sindicatos, y no al revés. Los sindicatos no deben funcionar como un lugar donde partidos, organizaciones y grupos políticos hagan propaganda tratando de imponer decisiones ya tomadas con anterioridad, reservándose el poder de decisión.

El lema de ESE es: «Un sindicalismo combativo y autoorganizado, no un sindicalismo controlado por los partidos ni por la patronal».

– Los sindicatos deben tener características libertarias. No deben trabajar con estructuras burocráticas y jerarquías. No pueden reproducir en su funcionamiento interno los modelos de la sociedad capitalista de explotación. Los sindicatos son de los trabajadores y no de los líderes iluminados. Los obreros decidimos cómo debemos luchar y cuáles son nuestras reivindicaciones. Las Asambleas Generales tienen la primera y última palabra. Los cargos deben existir sólo para la coordinación. No queremos directores en los sindicatos. Hay directores en la producción y luchamos por eliminarlos también allí.

– Los sindicatos deben tener en su agenda, además de las reivindicaciones económicas, todas las preocupaciones sociales, políticas e ideológicas de los trabajadores. Deben intervenir con actos culturales, publicaciones, actividades deportivas, campañas sobre cuestiones generales (guerra, nacionalismo, xenofobia, sexismo, etc.), contra-información y solidaridad internacionalista.

Datos esperanzadores de este periodo

– Consideramos que la coordinación de los sindicatos de base es un esfuerzo valioso y prometedor, donde nuestras ideas pueden ser cultivadas. Es un esfuerzo que si consigue estabilidad y continuidad, podrá abrir una nueva página en el movimiento sindical en Grecia.

– Para nosotros también es importante que se haya iniciado la creación de nuevos sindicatos en sectores donde trabajan muchos jóvenes y donde el trabajo es precario. Estos sectores son los de mensajería, hostelería, telefonía móvil, telecomunicaciones, etc. Estos sindicatos están formados por personas jóvenes y tienen un aire juvenil en el funcionamiento y la acción. Se caracterizan por la democracia directa y un discurso y una práctica radicales.

– Se han creado también muchos colectivos obreros no institucionales (grupos de acción, asambleas abiertas, iniciativas sectoriales, periódicos). Es también un hecho esperanzador. En estos colectivos, al igual que en los nuevos sindicatos de base, hay involucrados también anarquistas.

– Además de las huelgas generales contra las nuevas leyes, muy importantes son las batallas que se dan en lugares de trabajo concretos, contra los despidos, los abusos patronales y los recortes salariales y de derechos. Se producen también luchas contra la persecución de activistas y de trabajadores combativos. Hemos tenido algunos pequeños pero significativos éxitos en estas luchas, como despidos que fueron revocados, intentos de prohibir la actividad sindical que fueron abortados, trabajadores que se unieron en sus trabajos y con la ayuda de los sindicatos consiguieron sus reivindicaciones, así como convenios colectivos que fueron firmados a pesar de la negativa inicial de los patrones. Un elemento clave para ganar estas batallas fue la solidaridad, incluida la solidaridad de otros sectores. Estas batallas continuarán con la misma intensidad.

– La creación de una corriente de sindicalistas combativos, activistas del movimiento obrero. Estos combatientes no son anarcosindicalistas, sin embargo están muy cerca de nuestras ideas y nuestras prácticas (sindicalismo combativo, autoorganización, solidaridad, acción independiente de los empresarios, los partidos y los estados). Muchos de estos activistas tienen más experiencia que nosotros en el movimiento obrero. Con estos activistas queremos estar juntos y ganarlos con las ideas libertarias. No olvidemos que en Grecia no existe una tradición anarcosindicalista.

– Cada vez más elementos del movimiento obrero toman conciencia de la necesidad de un frente continuo contra el racismo y la xenofobia. Cuanto mayor sea la pobreza, más intentará el sistema jugar esta baza. Intentará imponer una “guerra civil entre los pobres”. Los trabajadores y parados nativos contra los trabajadores inmigrantes, más pobres. Los partidos de extrema derecha y las bandas fascistas actúan en esta dirección y han obtenido algunos resultados positivos en algunos barrios. Ha aumentado también el número de votos a partidos fascistas en las elecciones. Se aprovechan de problemas reales, que están surgiendo por las miserables condiciones de vida de muchos inmigrantes (delincuencia, etc.), y se aprovechan del alto nivel de desempelo. La consigna de los fascistas es “trabajo para el trabajador griego”. También se aprovechan de los prejuicios de la sociedad griega. El movimiento obrero y el movimiento social deben actuar de forma decicida y mostrar que los trabajadores deben estar unidos, independientemente de su nacionalidad. “El enemigo es el patrón, no el compañero albanés, marroquí o paquistaní”. “Un trabajador inmigrante sin papeles significa mayores ganancias para el patrón. El trabajador griego no gana nada con ello.”

Un hecho muy relevante ha sido la huelga de hambre de los 287 trabajadores inmigrantes, que tenía como reivindicación principal su legalización y la igualdad de derechos. La huelga de hambre, que duró 40 días, concluyó con éxito, pues bastantes de las demandas fueron conseguidas. Hubo una gran campaña por los derechos de los inmigrantes, tanto en Grecia, en decenas de ciudades, como en otros países. El gobierno se vio presionado por el arrojo de los huelguistas y cedió. Los huelguistas desde el primer momento se autodefinieron como trabajadores inmigrantes, no como simples refugiados, y pedían la solidaridad de “sus compañeros, los trabajadores griegos”.

– De forma tímida se han empezado a producir intentos de organización de los parados, o bien a través de comités en los sindicatos obreros, o bien mediante reuniones coordinadas por colectivos de barrios o de forma autónoma por parte de colectivos de parados.

Nosotros, desde ESE de Atenas, estamos intentando con otros compañeros promover la creación de un sindicato de parados. Además, en Atenas, por iniciativa de algunos parados, todos los martes hay un comedor popular para desempleados.

– Especial mención merece la cuestión de la ayuda mutua. En los tiempos difíciles que vienen (con el desempleo masivo y la miseria) será importante mantener y consolidar las colectividades (sindicatos, colectivos de barrio, etc) y los lazos colectivos. Una cuestión importante más allá de las reivindicaciones debe ser la solidaridad y el apoyo mutuo. El movimiento obrero, todos los movimientos sociales deben apoyar a la gente. Tratar de cubrir necesidades básicas y de responder a la represión, que se intensificará cada vez más.

Observemos la experiencia de Argentina y aprendamos de ella. Allí los movimientos descubrieron nuevas formas de acción, por ejemplo, bloqueos en las calles (piqueteros). Estos movimientos se vieron obligados, junto con las asambleas populares, a hacerse cargo de todo, por ejemplo, montar comedores colectivos para dar de comer a la gente, organizar eventos para su entretenimiento y formar estructuras de intercambio de bienes y servicios (trueque), porque todo se había hundido en la miseria y se había derrumbado.

Lucha – Autoorganización – Solidaridad – Ayuda Mutua. Estas son nuestras consignas.

El grupo de ESE de Atenas ha creado un fondo de apoyo mutuo. Algo parecido están haciendo algunos sindicatos. En algunos barrios se intenta organizar mercados de intercambio gratuito de productos y en algunos centros sociales se han creado comedores colectivos.

– Se está haciendo cada vez más fuerte el movimiento de desobediencia. El caso más claro es el del movimiento “NO PAGO”. De forma organizada, algunos colectivos del movimiento social se coordinan para actuar y para que en días concretos y a horas concretas el uso del metro, de los trenes de cercanías y de los autobuses urbanos sea gratuito. Normalmente lo hacen a primera hora de la mañana, cuando los trabajadores van al tajo, o el sábado por la mañana, cuando la gente sale a comprar o a dar un paseo. Esto se consigue bloqueando los aparatos en los que se mete el billete, o animando a la gente a que le dé el billete usado a otro pasajero, dado que este tiene validez durante una hora.

El billete ha subido de un euro a 1,40. La gente está indignada. Hay personas que antes no estaban conformes con estas prácticas y que ahora las han adoptado y las apoyan. La crisis nos hace estar más cerca unos de otros. Las actitudes pequeñoburguesas se tambalean.

Este movimiento ha alarmado al gobierno. Están hablando de grandes cantidades de dinero perdido en los medios de transporte público. Han votado leyes muy estrictas para castigar estas actitudes. Han decidido que los revisores lleven uniforme, para que la gente se vea intimidada y no reaccione.

Estas acciones coincidieron con las huelgas de los trabajadores del transporte público (conductores, técnicos, etc.). Es de destacar que los trabajadores del transporte público se mostraron solidarios con las acciones reivindicativas a favor de un transporte gratuito.

Otra faceta de este movimiento “NO PAGO” es la apertura de los peajes en las autovías. Esto se hace en días concretos, especialmente los viernes por la tarde, cuando se produce la salida masiva de gente de las ciudades, y los domingos por la tarde, cuando la gente vuelve a la ciudad. Durante horas los miembros de este movimiento levantan las barras de los peajes y los coches pueden pasar sin pagar. Es un movimiento organizado a nivel nacional, con comités en diferentes ciudades. En muchas ocasiones, las acciones se llevan a cabo al mismo tiempo en 40 o 50 lugares de la red de carreteras nacionales. También en este caso el gobierno está intentando parar a los activistas del movimiento, con represión, penas y multas.

Se han comenzado a producir también protestas ante la Compañía Pública de Electricidad, porque la electricidad ha encarecido mucho. Hay muchos trabajadores que no pueden pagar y les cortan el suministro eléctrico. Se han organizado protestas para que no se les corte. En una zona obrera de El Pireo, en Perama, sindicalistas del PAME realizaron reengaches de líneas eléctricas que habían sido cortadas.

Los canales de televisión y los políticos se mofan de este movimiento de desobediencia. Les acusan de querer tener las cosas por la cara, de comportarse de formar delictiva, etc. Pero el movimiento continúa su lucha, inspirándose en el título de una obra teatral de Dario Fo (en español “Aquí no paga nadie”).

– Está despertándose nuevamente el movimiento educativo y juvenil (estudiantes de secundaria y universitarios). Se han llevado a cabo protestas de diferentes tipos (no asistencia a clase, ocupaciones de institutos, manifestaciones conjuntas de profesores, estudiantes y padres, ocupaciones de las oficinas gubernamentales responsables de temas educativos) contra la fusión de los centros docentes. Aunque en menor medida, se están organizando asambleas estudiantes y manifestaciones contra la fusión de departamentos universitarios y contra la deficiente financiación de la universidad, que podría llevar al cierre a ciertos departamentos yfacultades.

– Un elemento característico de los tiempos que estamos viviendo es el hecho de que los políticos no puedan pasearse tranquiilos por las calles ni participar tranquilos en actos públicos. Se les abuchea, hay gente que les ataca tomándose la justicia por su mano, otros les tiran yogures… Tanto contra políticos del actual gobierno como del anterior (de derechas). La secretaria general del partido comunista griego, estalinista, ha declarado que estos actos son protestas pequeñoburguesas. El respeto de los estalinistas por el sistema es de sobra conocido. Pero el pueblo tiene un refrán que dice que “no hay que esperar a que nieve para ver un día blanco [una forma de decir buen día en griego], puedes tirar un yogur”. No tardará en llegar el día en que los políticos, los líderes de los partidos, los gobernantes, de derechas y de izquierdas, sean barridos por la rabia del pueblo. En las manifestaciones se ha oído una consigna muy bonita: “Noche con luna como en Argentina, a ver quién es el primero que entra en el helicóptero”.

– En Grecia no hay una tradición importante en el movimiento de experimentos autogestionarios y de cooperativas, a diferencia de España o América Latina, por ejemplo. Últimamente se han producido algunos intentos de crear cooperativas o formas de trabajo colectivo a través de las cuales se quiere responder, primero, a la buena disposición que existe por trabajar de forma colectiva y creativa al margen de las leyes del mercado, y, segundo, a la necesidad de sobrevivir, especialmente los parados, en un momento tan difícil como el que estamos atravesando. Son las primeras semillas de un movimiento que se inspira en las ideas del colectivismo, de la economía solidaria y del cooperativismo. Nuestro objetivo es “que se vayan todos”, como decían en Argentina, que se vayan en helicóptero. Pero cuando se vayan algo tiene que haber. Tiene que haber una inmensa red de organizaciones sociales que puedan hacerse con la producción y gestionar el futuro del país. La vida tiene que continuar, tiene que mejorar y tiene que cambiar. No vamos a quedarnos en los callejones sin salida del capitalismo. Los trabajadores producen la riqueza social y por eso pueden hacerse con su control.

Dentro de todos estos procesos y experimentos del movimiento pueden consolidarse las ideas del sindicalismo libertario y del anarcosindicalismo. ESE, con sus reducidas fuerzas, intenta contribuir a ello.

G. PARA CONCLUIR, debería decirse algo que se oye muy poco, tanto en Grecia como en Europa…

Si antes estábamos a favor del derrumbe del capitalismo, cuando el capitalismo estaba creciendo, o cuando la crisis no era tan evidente y extrema, ahora queremos cien veces más que se produzca el derrocamiento del capitalismo, ahora que está quedando claro que no puede garantizar ni lo mínimo: un trabajo y un sueldo.

Nos presionan para que recortemos nuestras exigencias y limitemos nuestras consignas en el nombre de la crisis. Nos presionan para que olvidemos las revueltas anticapitalistas y la revolución social y nos conformemos con pequeñas demandas y pequeñas mejoras en esta pésima situación…

Nosotros gritamos aún más fuerte:
ABAJO EL CAPITALISMO – ABAJO LA EXPLOTACIÓN
VIVA LA REVOLUCIÓN

Abril de 2011

 

 

UNIÓN SINDICALISTA LIBERTARIA DE GRECIA (ESE)