Grecia: Pobreza, miseria y casas quemadas por “incendios accidentales”

Folleto distribuido por anarquistas sobre el incendio que destruyó las chabolas “Rodopoulou” donde vivian cerca de 30 inmigrantes, ubicadas en el cruce de las calles Farazouli y Platonos en la ciudad de Egio (noreste de Patras).

Vamos a explicar las cosas desde el principio. El 11 de mayo, algunos fascistas organizados arrojaron una bomba casera (compuesta por camping gas) a una chabola, alquilada por inmigrantes paquistaníes cerca del gimnasio de la ciudad de Egio. Los fascistas no consiguieron incendiar la chabola pero el barrio y los inmigrantes fueron aterrorizados por la explosión. Este fue el segundo ataque contra los inmigrantes dentro de 3 semanas. Además, los fascistas arrojaron volantes con el logo de “Amanecer Dorado” (Chrisi Avgi), para hacer conocida su presencia en la zona.

Después todo esto, es obvio que el incendio que quemó la misma casa en la noche del 3 de noviembre, no fue un accidente (unos días antes del incendio arrojaron una bengala en el patio de la casa) sino el tercer atentado de los fascistas. Estas personas ahora están durmiendo en el patio de su quemada casa y tienen como único medio de protección contra el frio las mantas y las ropas que les hemos dado unos ciudadanos solidarios.

Para nosotros la solidaridad con los inmigrantes no es una cuestión de humanidad, es una cuestión de carácter social y de clase que se aplica entre los oprimidos y los pobres dentro de una condición social en la que se impone el silencio, el consentimiento a los planes del Estado y la difamación de todas las resistencias sociales por el sistema político a través de los medios de comunicación masiva.

Ya hay muchos que entienden que la retórica de “salvación de la patria” y de “la unidad nacional” tiene el único objetivo de ocultar el hecho que el Estado y cada gobierno de turno (sea de cooperación, sea de “salvación nacional” o lo que quieran llamarlo) fue, es y será el partido colectivo de los patrones. La única misión “nacional” es el rescate de los bancos, la restauración de la rentabilidad de los empresarios y la aplicación de recetas para la más brutal explotación de los trabajadores por los patrones griegos y extranjeros. Al fin y al cabo, en Grecia se está realizando un experimento político y económico, que se utiliza por los poderosos como una amenaza para los demás trabajadores de Europa que son “traviesos” y “manirrotos”. Los patrones, mientras que están atacando, pretenden medir las reacciones, las fuerzas y las tácticas, ahora que el juego está abierto a todo el planeta.

Pero no es necesario irnos muy lejos. El empobrecimiento violento que se impone a los obreros del país, junto con las privatizaciones, hace que la figura del pobre obrero, del trabajador despedido, del desempleado, del pensionista pobre se parezca cada día más a la figura del inmigrante. Las decenas de miles de hogares pobres sin electricidad, los salarios de hambre, el un millón de desempleados, el robo a través de los impuestos, el estado policial, no permiten malinterpretaciones. Hay que resistir cada intento de los poderosos para convencernos que compartimos los mismos intereses con ellos. Vamos desarraigar cada visión nacionalista que presenta como enemigos nuestros hermanos de clase, los inmigrantes.

Frente todo esto, el Estado y la dominación impone la generalizada apatía social, la individualización, la ideología de “todos contra todos”, el canibalismo social, la sumisión y los papeles sociales prefabricados. Nosotros (los “de abajo”) tenemos de crear a través de nuestra acción diaria las comunidades de lucha que promueven los valores de resistencia, autoorganización y solidaridad.

Para hacer nuestra la lucha y para no dejarla en las manos de los “especialistas” y los lacayos de los patrones. A través de las asambleas de los barrios y las plazas, los desempleados, los trabajadores, los inmigrantes, los estudiantes universitarios y segundarios, los pensionistas debemos conectar y interactuar basados en la autoorganización, mejorando las luchas tanto en su forma como también en su contexto. Nuestras armas son las huelgas, las ocupaciones, las manifestaciones. Negación social de los pagos “desde abajo”, porque nos negamos a pagar por su crisis, como también nos negamos a pagar por los bienes sociales que son nuestros.

Resistencia, solidaridad y autoorganización en todas partes
Luchas comunes entre lugareños e inmigrantes
Solidaridad social y de clase contra el miedo,
el racismo y el canibalismo social

Expulsar a los fascistas y el Capital

fuente: athens.indymedia.org
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