Italia, represión al NO TAV: Registros en Turín y en el Valle de Susa. Comunicados actualizando

Nos informan de que el lunes, 29 de julio de 2013 por la mañana, la DIGOS [policía política italiana de paisano] realizó una decena de registros en Turín y el Valle de Susa, incluida la Credenza de Bussoleno [hostal y espacio de encuentro de lxs No TAV]; mientras tanto, algunos vehículos de las fuerzas del orden se detenían cerca del campamento No Tav; se sustrajeron de las viviendas teléfonos móviles y ordenadores portátiles y se dieron doce avisos de garantía pero ninguna medida cautelar.

La instancia de la acusación se centra en el ataque a las vallas del 10 de julio de 2013 y está orquestado por la fiscalía de Turín, por los típicos tristísimos fiscales Padalino y Rinaudo, e incluye el artículo 280 (atentado con finalidad de terrorismo), revocando y desenterrando los pútridos teoremas de su difunto predecesor, Maurizio Laudi.

Esta  operación represiva explota a menos de 48 horas de la marcha de Giaglione a Chiomonte, realizada el sábado 27 de julio y celebrada por los medios del régimen como una disociación de los “buenos pacifistas en busca de diálogo” de lxs “blackbloc infiltrados y delincuentes”, escisión desmentida por las prácticas de una lucha popular y heterogénea que, desde siempre, ha abarcado desde la marcha con antorchas al enfrentamiento, desde el momento del enfrentamiento y el de la resistencia. Un elemento que distingue la oposición al TAV de las cientos de pequeñas y grandes ocasiones de contrastar nocividades y  otros productos de las democracias capitalistas, cuyas vías del conflicto “consentido” siempre han llevado a derrotas y, antes de nada, al silencio. Es historia y lo saben bien, en sus corazones, incluso los detractores del ataque: sin hacer intentos de retomar las obras, sin las acciones directas y difusas, así como los fundamentales momentos de  contrainformación, de fiesta y de compartir, la lucha contra la alta velocidad se hubiera perdido hace años.

A la espera de comunicados y reflexiones para publicar y compartir, visitad a las webs No Tav y a Radio Blackout para actualizaciones y entrevistas.

1017632_574157912622937_1797489553_nSOLIDARIDAD CON TODXS LXS INVESTIGADXS Y TODXS LXS RECLUSXS.

¡No cabe duda de que se trata de terrorismo! Se habla de ello desde hac  tiempo, incluso en los periódicos más famosos, incluso los que  normalmente son más cautos han desenvainado esas durísimas palabras gritadas desde hace tiempo por todxs.

Comenzó en ese banco atacado en el ’69, pero antes ya había señales y, sin duda, los tiempos han cambiado. Ya no hay fascistas que, con la complicidad de la altísima república, pongan bombas en lugares públicos y viertan sangre inocente.  Tampoco hay ya plazas llenas de muchedumbre reivindicando derechos. Los Servicios que preparan Golpe, fabrican pruebas y confunden investigaciones.

La gentuza, la de los iphone y del facebook, de las  noticias que corren a la velocidad de la luz y que, el día después ya no existen, se resentiría si tuviera que hablar demasiado tiempo de la  misma cosa.

Las formas son similares pero menos evidentes.  Muertes por culpa de una piedra que desvía un proyectil, molotov versión Copperfield, muertes con moratones por todos lados pero muertes por fragilidad, esas con el tórax aplastado, esas olvidadas atadas a la cama, esas que ni siquiera llegan a la cárcel. En estos tiempos hay velocistas, ¡quién sabe si les hacen los test anti-dopping antes de convalidar los récords!

La gentuza, la de los iphone y del facebook, de las  noticias que corren a la velocidad de la luz y que, el día después ya no existen, se resentiría si tuviera que hablar demasiado tiempo de la  misma cosa.

Las formas son similares pero menos evidentes.  Muertes por culpa de una piedra que desvía un proyectil, molotov versión Copperfield, muertes con moratones por todos lados pero muertes por fragilidad, esas con el tórax aplastado, esas olvidadas atadas a la cama, esas que ni siquiera llegan a la cárcel. En estos tiempos hay velocistas, ¡quién sabe si les hacen los test anti-dopping antes de convalidar los récords!

Hay procedimientos penales con  acusaciones estelares: si estás al lado o cerca de un blindado en llamas y sonríes, existe devastación y saqueo, o incluso existen los delitos  de asociación. ¡Qué guapos! La asociación subversiva ha sido sustituida por asociación delictiva con finalidad subversiva, si haces manifestaciones no autorizadas, asociación con finalidad de terrorismo si tiras dos petardos o cortas una valla. Intento de homicidio, si saboteas una herramienta, no hay nadie a un kilómetro a la redonda pero supón que alguien en aquel momento tropieza, cae y se golpea la cabeza. ¿A quién quieres culpar? ¿A las zapatillas? ¡¿Al cable de la  televisión?!

También están los abusos sexuales, los abusos de  poder, los abusos de oficina, la violencia privada, los golpes, la TORTURA psicológica y física, los ascensos de los torturadores y las  ovejitas que ganan medallas y aumentos de salario por ello.

Si miras en Italia, a grandes rasgos, es posible divisar estos actos de  terrorismo… pero en Val di Susa contrariamente está claro y evidente en los rostros de lxs habitantes y en las cicatrices de las personas.

¡TERRORISTA ES EL ESTADO!

Anarquistas.

terrorista e lo statoDe la redacción de Contropiano

No hay nada más triste que un viejo atormentado por la compulsión de repetición. Quien  estos días frecuente la playa puede darse cuenta con facilidad. En cada esquina, ancianos “conquistadores” posando, con gafas oscuras, la mirada pícara o falso desinterés, esperando a una mujer – de cualquier edad,  el anciano casanova sabe que tiene que contentarse. En la orilla del mar, con la piel un poco flácida bajo lo que una vez fueron los  pectorales de reclamo y los muslos vacíos de cuadriceps, exhiben un ritual conocido por quien ya no tiene físico. La concurrencia más joven los mira, los salta, inventa otros rituales para la idéntica religión.  Un hilo de odio corre por el rabillo del ojo del anciano sentado, esfuerzo en vano por arrancar la cascada de arrugas de la postura del “guepardo de antes”.

Pasa también en la magistratura. Sucede en Turín, donde una Fiscalía de otros tiempos persigue delitos imaginarios poniéndoles nombre de otros tiempos, falseando el presente  conforme a “circunstancias” ilocalizables hoy en día.

Tomémonos por un momento en serio la acusación de “atentado con finalidad  terrorista o de subversión del orden democrático”, conforme al art. 280  del código penal, utilizada contra algunxs activistas No Tav. Se trata de un agravante específico que se castiga con penas de hasta veinte años de cárcel a quien “atenta contra la vida o la integridad de una  persona”.

Está implícito que para “atentar contra la vida” hay que  disponer de medios de ofensiva adecuados y de organizaciones que prevean explícitamente entre sus objetivos el asesinato del enemigo; o sea, armas y organización clandestina. Dos características completamente ausentes en el movimiento No Tav, cuyos exponentes se emplean en intervenir públicamente y cuyas “dotaciones militares” no van  más allá de –en casos singulares– las piedras y las máscaras antigas  (instrumento de defensa contra ejércitos criminales que hacen uso de  armas químicas que la Convención de Ginebra condenaría incluso en zona  de guerra).

Así que falta la pregunta: ¿por qué la fiscalía de Turín ha tomado esta vía tan absurda desde el punto de vista jurídico y reaccionaria, desde el político?
Para intentar responder hay que recordar primero cuál es la “cultura jurídica” del Fiscal jefe de la capital piamontesa y, justo después, llamar la atención sobre las consecuencias  políticas de esta acción anormal, en la perspectiva de un otoño que se anuncia lleno de conflictos.

Como han notado observadores  insospechables –¡incluso el Corriere della sera!– la acusación  “terrorista” es un “salto de calidad” en la estrategia jurídica del equipo giado por Giancarlo Caselli, una “primera vez” en la larga confrontación entre movimientos de protesta sociales y poder represivo del Estado. Una “primera vez”, evidentemente, que tiene que ver con las  prácticas puestas en marcha.

En todo caso, las acciones del movimiento No Tav forman parte de la instrumentalización normal de la  protesta en la calle, por mucho que sea en terrenos inaccesibles típicos de  un valle alpino. Y nunca sucedió que similares prácticas se consideraran “terroristas”. Por el buen motivo –jurídico también–  de que faltaba el uso de “armas” (que no sean las mostradas con dudosa  generosidad por las llamadas “fuerzas del orden”) y, por tanto, cualquier  posible intención de “atentar contra la vida o la integridad de una  persona”.
Y esto sin ni siquiera incomodar a otra y más justificada visión histórica de los conflictos que no se clasifica como  “terrorismo” ni siquiera a las guerrillas, sino solamente el uso de  medios de destrucción masiva contra poblaciones civiles. O bien lo que, entre otros, ha puesto en marcha el Estado italiano en lo que respecta  al pueblo desde los años ’60 en adelante (la bien conocida  “estrategia de la tensión”).

En esta decisión de la Fiscalía turinesa pesa la visión del instrumento judicial como “arma de  guerra”, sin ninguna relación con la “legalidad” y, mucho menos, con la “justicia”. La extensión de la acusación de “terrorismo” a las protestas  normales de masa, incluso “robusta”, implica que en la cabeza de esos magistrados la acción penal es un instrumento “flexible” para usar según una lógica de guerra. El magistrado inquisidor cesa de perseguir a un  conjunto codificado de “casos” para adoptar las acusaciones que mejor  respondan a la “necesidad” de perseguir a algunos opositores políticos.

Es como si, para impedir que un simple ladrón de meriendas pueda “volver a  delinquir” después de ser excarcelado –porque la “pena” es  necesariamente breve–, se le acusase de “atraco dentro de un plan  criminal” de mayor alcance. Es como si una sola protesta contra un  proyecto determinado considerado letal para un territorio específico fuera encuadrada jurídicamente como un “atentado contra los poderes del  Estado”. A los poderes, no a la soberanía, que ya no existe en los hechos.

Para la Fiscalía de Turín, en resumen, se impone la  acusación que haga más daño a lxs acusadxs, no la que el código penal  prescribiría en ciertos casos. De esta forma, se tuerce el derecho dando marcha atrás jurídica, se transforma el contencioso del proceso en una guerra. Contra una población civil y su parte necesariamente más activa: lxs jóvenes y lxs que tienen más “visión” de la protesta en  marcha. Por lo tanto nada magistrados, sino herreros de la represión,  “imaginativos” de la acusación, “combatientes” de un poder que no tolera ninguna manifestación de oposición.

En este punto sería fácil  definir “fascista” a esta cultura. Pero sería erróneo. Aquí no hay ningún pretendido “orden superior de valores” que imponer con la fuerza. No hay ninguna “modernización reaccionaria” que obstaculice la calle convirtiendo intereses definidos apresuradamente en “obsoletos”. El Tav Turín-Lyon es una obra inútil que, por el momento, no tiene ni siquiera  la certeza de poderse completar (Francia ha aplazado la decisión sobre  la parte de los trabajos de su competencia), llevada adelante –entre otras– también por algunas empresas que huelen a mala vida. En suma, no  está en juego nada más que una marea de contratas financiadas con dinero público para enriquecer, por mal que vaya, a un estrecho núcleo  de destripadores de los territorios.

En el plano político, la Fiscalía caselliana indica la instrumentalización adaptable en el conflicto social que está por llegar, quizá ya este otoño. Desde la actividad financiera hasta el derecho “creativo” el paso es corto, pero hacia los infiernos.

La provocación tiene su peligrosidad. De hecho, apunta abiertamente a “solicitar” un análogo y suicida “salto de calidad” en  algunas franjas del movimiento. Quizá activando la necesidad de ese puñado de infiltrados que, desde hace muchos años, trabajan para llevar a  activistas y compañerxs inexpertxs a los brazos poco amorosos de comisarías y fiscalías; y en cualquier caso con “éxito”. Por ahora, han salido solo algunas cartas sin conclusiones, pero la subalternidad  heladora de los media mainstream las ha transformado en “señales políticas”. Naturalmente, en doble sentido.

Como en el parque Gezi  o en el centro de otros lugares del presente capitalista, una forma de producción y de reproducción de la vida, apretada en el mordisco de una crisis de la que no se sabe cómo salir, reacciona de la misma e idéntica  manera: declara “terrorista” a la parte más inteligente, más activa,  partícipe, con más longitud de miras, de la población que debería en  teoría representar. Que en esta torsión reaccionaria del capitalismo  participe en primera fila la ex flor y nata del ex PCI – tanto en la Quirinale como  en Turín – no nos sorprende demasiado. Pero en esta ínfima y cansada  réplica del miserable “compromiso histórico” ya no es localizable ningún  tamaño, tan sombrío y cargado de lutos.

Solo una triste compulsión que repetir, trágicamente similar a la de los viejos  “cucadores” con la cabeza blanqueada, llena de recuerdos de “grandes gestas” ahora imposibles.

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