Australia: De Sydney hasta Nantes, resistencia y sabotaje

Foto de la mani de 22 de febrero en Nantes

El 22 de febrero, por la tarde, vandalizamos la sede local de la empresa VINCI y su filial Advitam en la zona industrial de Seven Hills al oeste de Sydney. Destrozamos algunas de las ventanas y pintamos los eslóganes: «Contra VINCI y su mundo» y «ZAD está en todas partes».

Este pequeño acto fue realizado en respuesta al llamado de acciones en solidaridad con la lucha monumental en Notre-Dame-des-Landes, Francia, en contra del aeropuerto que VINCI ha sido contratada para construir.

Durante los últimos dos años la gente ha okupado y defendido los campos designados para el proyecto. La región autónoma, conocida ahora como ZAD, ha repelido asaltos policiales viciosos y construido centenares de cabañas de madera y jardines que han albergado y alimentado a miles de zadistas y gente solidaria de otros paises.

Vinci es una empresa de desarrollo global, involucrada en proyectos alrededor del planeta, incluyendo la construcción de una autopista que pasa a través de algunos de los últimos bosques en Khimki, Rusia, donde compas han estado luchando para defenderlos.

Por todo el mundo, el Capital busca la comodificación e industrializazión de los últimos resquicios de naturaleza salvaje. Desde aeropuertos hasta autopistas, desde minas de carbón a trenes de alta velocidad, cualquier nivel de destrucción ecológica y desplazamiento de comunidades es aceptable para un proyecto considerado importante para el «crecimiento económico» y el flujo aumentado de comodidades.

Actualmente, los empresarios y los políticos de los mayores partidos políticos aquí, están discutiendo febrílmente los planes para la expansión del aeropuerto de Sydney con dos nuevas pistas en la Bahía de Botany, la construcción de un nuevo aeropuerto en Badgerys Creek en el extremo oeste de Sydney y también la construcción de un tren de alta velocidad que conecte el aeropuerto de Canberra con Sydney.

A lo largo del territorio reclamado por el Estado australiano, el desarrollo  industrial se expande a un ritmo exponencial, desde la extracción de uranio hasta las minas de gas metano de carbón. Ignorando cualquier preocupación local respecto a la destrucción de los acuíferos y la calidad del aire, así como la preocupación global sobre el clima, los patrones industriales y sus políticxs solamente pueden ofrecer campañas de lavado verde y la perspectiva patológica de puestos de trabajos.

La única forma de derrotar estos desarrollos es a través de nuestra colectiva y combativa lucha contra el Capital, en defensa de nuestros bosques comunes.

Desde la Bahía de Botany hasta Heathrow
Desde Badgerys Creek hasta ZAD
Desde Canberra hasta Val Susa
Desde Tarkine hasta Atenco
Desde Boggarbri hasta Hambach
Desde Goongera hasta Girona
Desde Roxby Downs hasta Karelia del Norte
Desde Nauru hasta Lampedusa
De prisión a prisión

¡Resistencia y sabotaje!