Santiago: Informativo sobre Claudio Valenzuela y Fabián Durán, arrestados el 13/9

El 13 de Septiembre en el contexto de la Romería/Marcha al Cementerio General, en conmemoración a los 42 años desde el inicio de la dictadura, fueron detenidos entre otras 20 personas, el compañero anarquista Claudio Valenzuela, y el estudiante universitario Fabián Durán, abriéndose un proceso en contra de ambos por porte de artefacto incendiario.

Tras pasar la noche en la 33 Comisaria de Ñuñoa, ambos fueron llevados durante la mañana del día siguiente  al Centro de Justicia, y en la sala 903 del noveno piso de la Torre F (perteneciente al 3er Juzgado de Garantía de Santiago), durante la audiencia de control de detención, fueron colocados en prisión preventiva durante los 45 días que durase el plazo de investigación de ambas causas, siendo los argumentos de la fiscalía, el que, por un lado, eran peligros para la sociedad – pues según el fiscal, cualquier persona que en el contexto de una manifestación pública anduviese con artefactos “tipo molotov” corresponde a un claro peligro para todos quienes ahí se encontrasen, y la sociedad en su conjunto -,  y, por otro,  que tanto Claudio, como Fabián, eran sujetos con una alta probabilidad de fugarse, todo esto pese a la “irreprochable conducta anterior” (término de su jerigonza jurídica) que ambos tenían.

Esta historia no es nueva, ya que Claudio y Fabián se suman a la larga lista de compañerxs y estudiantes presxs en las mazmorras de la democracia por causas similares, llegando inclusive a encontrarse hoy en día 11 de ellos en Santiago 1 (incluyéndolos), todo esto en el contexto de la nueva modificación a la Ley de Armas realizada durante principios de este año (sobre la cual se enfatizó mucho durante las audiencias de Control de Detención).

En cuanto a la situación de Claudio y Fabián, ambos acogieron como defensa legal a la Defensoría Popular, la cual en un comienzo sólo iba a defender a Fabián, pero que Claudio solicito tras conocer al defensor público que el Estado le había asignado, el cual les habría arrojado tanto a él como a Fabián, un discurso moralista y ciudadano, condenándolos (y de forma previa a cualquier juicio) por andar portando molotov, y negándose a escuchar su versión de los hechos, diciendo incluso que a “él no le vinieran a mentir”,  tomando un rol más cercano al de un párroco que al de un abogado.

Más allá de aquella situación, hoy en día ambos se encuentran íntegros, fueron bien recibidos en el módulo 4 (de transito), y hoy pudieron ver a sus padres y sus madres en visitas especiales, en las cuales se les pudo pasar ropa, y útiles de aseo.

En cuanto a lo informado por el padre y la madre de Fabián, este ha sido apoyado por sus comapañerxs de universidad, y en cuanto a Claudio, ésta, al igual que la cárcel de cualquierx otrx compañerx anti autoritario, es una instancia más para probar que la solidaridad anárquica no muere en la boca.

Como ya se señaló, las prisiones preventivas de Claudio y Fabián, se suman a una larga lista de compañerxs y estudiantes que en este momento se encuentran en aquel penal, esperamos que aquella sea una situación aprovechada para generar y ahondar redes entre compañerxs (tanto hacia dentro como hacia afuera de las prisiones), que nos permitan ir avanzando hacia la destrucción material, y simbólica de la cárcel, donde siempre el primer paso ha sido romper el aislamiento en el cual el Estado busca mantener a lxs compañerxs.

¡Claudio Valenzuela, Fabián Durán, y todx presx subversivx a la calle!

¡Abajo los muros de las prisiones!

¡Mientras exista cárcel y miseria, habrá rebelión!