El jueves 18 de noviembre, compañer@s de la Asamblea de Solidarios, del movimiento anarquista, anti-autoritario y libertario, de ocupaciones, centros sociales liberados y asambleas barriales, así como solidari@s con la lucha zapatista y los rebeldes de Méjico, realizaron una intervención en la institución Kakogiannis en Atenas, durante el estreno de un homenaje cinematográfico que se estaba celebrando en el marco de las celebraciones de la Embajada de Méjico en Grecia por los 100 años de la Revolución Mejicana.
Para esta fiesta de “los de arriba” fue seleccionada una fecha un día antes del 17 de noviembre, fecha de la fundación del EZLN, y dos días antes del 20 de noviembre, día de la inauguración de la Revolución Mejicana de 1910.
El evento, al que asistieron miembros de otras embajadas de países de América Latina, así como funcionarios del Ministerio de Cultura de Grecia, iba a comenzar con los discursos de M. Cacoyannis y el encargado de negocios de la Embajada de Méjico (a causa de la muerte del embajador) en el vestíbulo del edificio. EI discurso del encargado de negocios de la Embajada de Méjico fue interrumpido antes siquiera de que comenzara, por los gritos y las consignas de los camaradas que, desplegando dos pancartas denunciaron la guerra de «baja intensidad» (que para nada es de baja intensidad ) contra las comunidades zapatistas y los rebeldes de Méjico , así como el papel cómplice de la institución Kakogiannis, la cual, con el pretexto del intercambio cultural, no duda en colaborar con embajadas de países responsables de los asesinatos de miles de luchadores, como Méjico e Israel.
Se lanzaron volantes y se repartió el panfleto, cuyo texto sigue aquí en castellano. No faltaron algunas pequeñas discusiones verbales con varios de los que presentes, que no se podían creer como “los de abajo” lograron «contaminar» su fiesta, alterar el orden y la seguridad de ellos, recordándoles que las manos del Poder político, parte del cual son ellos mismos, están manchadas con la sangre de los luchadores, desde la Conquista, hace 518 años, hasta hoy.
La intervención terminó con la lectura del panfleto por megafonía (durante la cual algunos de los presentes cantaban el himno nacional mejicano) y los compañer@s se retiraron gritando consignas en griego y en español, expresando su solidaridad con los rebeldes zapatistas y los luchadores en Méjico: «Calles de Atenas, montañas de Méjico, los rebeldes están en todas partes», «EZLN», «Hermanos zapatistas no estáis solos, nos une una lucha común», «Libertad a los presos políticos», «Zapata vive, la lucha sigue», «El derecho lo tienen los rebeldes y no los rufianes y los sumisos» e.t.c.
Sigue el texto del panfleto que se repartió y se leyó.
100 años de la Revolución Mejicana
¿Qué están celebrando “los de arriba”?
Doscientos años desde la lucha por la independencia y cien desde la revolución mejicana, cuando los pueblos de Méjico, campesinos e indígenas del norte y del sur, dieron su sangre, ¿qué es exactamente lo que están celebrando los de arriba?
¿Qué está celebrando el quebrado estado mejicano, cuando con una mano rinde honores a los «héroes nacionales», a los que sus antepasados ideológicos asesinaron, y con la otra reprime, intimida y persigue como «criminales» a indígenas zapatistas que continúan la lucha de Emiliano Zapata, Francisco Villa y Flores Magón por «Tierra y Libertad»?
¿Qué están celebrando la Junta del gobierno mejicano, los partidos políticos, los medios de comunicación dominantes, las embajadas, los bancos, las instituciones culturales y las empresas multinacionales organizadoras de las celebraciones?
¿Acaso están celebrando el nuevo colonialismo, la contrarrevolución del capitalismo mundial que está dominando la realidad política, económica y cultural actual?
¿Están celebrando el hecho de que desde hace 518 años están humillando, matando y explotando a los pueblos indígenas?
¿Están celebrando la guerra diaria e interminable que están haciendo contra “los de abajo”, en Chiapas, en Atenco, en Oaxaca, en Guerrero, en Juárez, en Mitzakán, en el país entero? ¿Están celebrando la violencia, el terrorismo, la pobreza, la injusticia, la desigualdad social y la muerte que siembran en todas partes? ¿Están celebrando el aplastamiento de los derechos sociales y de las libertades, conquistados con la Independencia y la Revolución?
¿Están celebrando los desalojos de comunidades y los desplazamientos, los ataques armados y los asesinatos de luchadores sociales y de solidarios de todo el mundo por el Ejército, la Policía y los grupos paramilitares? ¿Ο los secuestros, las torturas, los encarcelamientos y las penas exterminadoras, los incendios y las destrucciones de viviendas y cultivos, las detenciones y las violaciones?
¿O están celebrando los 50 millones de pobres, los cientos de presos políticos, de los cuales la mitad son indígenas, las miles de mujeres que son asesinadas en diferentes partes del país sólo por ser mujeres, los inmigrantes innumerables que son maltratados y mueren en la frontera con Estados Unidos, los jóvenes masacrados por el fuego cruzado del Ejército y de los traficantes de drogas que forman parte del sistema político?
¿Por qué están contentos los de arriba? ¿Por estar saqueando la tierra, el agua y la vida de los de abajo, por estar destrozando tierras y culturas con los programas de ecoturismo, con las carreteras, los inmobiliarios, las minas, las presas, las semillas transgénicas y sus parques eólicos ? ¿Por entregar al poder del dinero la Sanidad, la Educación, la tierra comunitaria y los recursos naturales, por violar los derechos de los trabajadores, campesinos y estudiantes, por reprimir y criminalizar las luchas sociales de miles de luchadores?
En esta fiesta, la fiesta de los de arriba, los de abajo no tienen ningún sitio.
Nuestra celebración es el “¡Basta ya!” que han gritado nuestros hermanos, los zapatistas, con su rebelión en 1994. Son las luchas de los oprimidos en Oaxaca, en Atenco, en Guerrero, en la ciudad de Méjico, en el país entero, que armados con su dignidad furiosa optan por el camino de la resistencia y la rebelión. ¡Y entonces y ahora y allá y aquí, seguimos en este camino. Junto con los que están luchando desde hace 100, 200, 500 años, celebrando el poder de la rebelión que no se vende, no se entrega y no sucumbe, sino que lleva la lucha hasta el final.
Estamos celebrando el «nosotros» de los de abajo, que construye aquí y ahora, no en un futuro distante, otro mundo, luchando contra el Poder político y económico, contra las instituciones jerárquicas y los mecanismos de control de los medios de desinformación.
Estamos celebrando la lucha por una vida en libertad, justicia, dignidad y compañerismo, la lucha auto-organizada que no encaja en aniversarios falsos e instituciones cómplices, la lucha que dan los de abajo contra la barbarie capitalista, contra toda forma de poder, en las calles, los barrios y las rincones invisible del planeta, dondequiera que vivan, hagan lo que hagan, y que por eso son invencibles.
¡Solidaridad con las comunidades zapatistas!
¡Libertad a los presos políticos!
El texto en griego.