La realidad griega es ciertamente ridícula. Pero debido a que algunos de sus aspectos puede que no sean tan conocidos en el extranjero, como lo deberían ser, sería bueno que dijéramos algo sobre la institución de los desfiles estudiantiles y militares del 28 de octubre.
El ritual social emético que quiere al ejército en pie de guerra y a los estudiantes como réplica de él marchando en las calles de las ciudades griegas, es de inspiración fascista. Los ideales nacionalistas encuentran su expresión más clara y los entusiastas por todas partes aprovechan la oportunidad para aplaudir. Las clases estudiantiles se transforman en pelotones y maman los altos ideales de la patria y la religión. Uniformemente vestidos, alineados, los altos delante y los sobresalientes abanderados. Paso militar y saludar al pasar por el graderío de los magistrados. Rindiendo honor, como ellos sostienen, a la lucha antifascista del pueblo griego y el renombrado NO contra las fuerzas del Eje, cuando ellas pidieron tierra y agua en 1940.
Pero vamos a ver un poco el historial de los desfiles de los estudiantes. Su inventor fue Federico de Prusia en la época de la formación de los estados nacionales. En Grecia, desde luego, las escuelas aparecen por primera vez alineadas en la fiesta nacional el 25 de marzo, en 1924 [el 25 de marzo de 1821 es la supuesta fecha del comienzo de la Revolución Griega contra el Imperio Otomano, a la que la ideología predominante atribuye rasgos únicamente nacionales y religiosos]. En los próximos años hay referencias sólo a cuerpos de scouts y estudiantes de las escuelas militares que participan en los desfiles militares. En 1932 en Atenas, las escuelas desfilan delante del Monumento al Soldado Desconocido, junto a los scouts, la “guardia de la ciudad” y organizaciones nacionalistas, ante funcionarios superiores y magistrados. Sin embargo, por primera vez adquieren un carácter oficial e institucionalizado en la dictadura de Ioannis Metaxás. Primero desfilan las escuelas, antecediendo a los militares, ante el dictador Metaxás y el rey, en marzo de 1936. En los meses que siguieron, el régimen fascista de Metaxás, se ocupa particularmente con la «educación» de los jóvenes de los altos ideales de la consciencia militar principalmente a través de la ONJ (Organización Nacional de la Juventud). Desfiles, exhibiciones gimnásticas escolares, carreras de antorchas, según el modelo de la Alemania nazi y la Italia fascista.
Los desfiles estudiantiles, por supuesto, no paran el período que sucede a la guerra civil (1944-1949), sino que adquieren nuevamente su antiguo esplendor con la llegada de la dictadura de los coroneles en 1967. La transición, por supuesto, no toca la institución de los desfiles. La Izquierda, que era fuerte en aquella época, no los puso en duda, sino que exigió que se incluyeran en los desfilantes las asociaciones de los luchadores de la resistencia griega (se refiere a la resistencia durante la ocupación del pais por las fuerzas del Eje). Hasta ahora, en Grecia, la doma de los niños y los jóvenes pasa por los desfiles fascistas. Disciplina, militarización y banderas de Grecia ondeando.
Nosotros, como anarquistas y apátridas, estaremos siempre y en todas partes contra las celebraciones fascistas, el bombo y platillo nacional, los magistrados en el graderío montado para el desfile y el atontamiento de la sociedad. La lucha contra el Poder es la lucha de la memoria activa, contra el olvido. Concluimos con una canción antimilitarista de Georges Brassens.
*El 4 de agosto de 1936 es la fecha en la que comienza la dictadura de Metaxás. La consigna parece provenir de un poema de Paul Nor (Nikos Nikolaidis).