La noche del miércoles, 15 de diciembre, un grupo de activistas sabotearon la mayoría de las maquinas de venda y validación de billetes (incluso las del sistema myki) del ferrocarril eléctrico Sydenham, en la ciudad de Melbourne. Como el grupo Artful fare dodgers explica en el último parágrafo de su comunicado:
[…] No exigimos un sistema de transporte público más barato, más eficaz o más puntual, sino atacamos contra todo este modo de vida. Mismo si fuera gratuito, no nos satisfaría. Ya estamos viajando gratis diariamente y nos negamos a pagar para someternos en el terrorismo de los inspectores de billetes. No es suficiente solamente evadir la tarifa o pasar nuestro billete al pasajero al lado que se embarca en el vagón — una invisible rebelión contra estas circunstancias que todos odiamos. Todo el sistema debe ser atacado y saboteado.