Eráis y seguiréis siendo escoria, chivatxs y periodistas.
“Jóvenes encapuchadxs saquean el centro de Atenas. La ciudad en llamas está a su merced. Caos, 50 vagabundos vandalizaron todo lo que se encontraron y alejaron a los manifestantes pacíficos. ¿Dónde está la policía? (descripción de los acontecimientos del 12 de febrero de los medios de masas)
Los lacayos de los patrones volvieron a presentar sus credenciales. La distinguida cobertura de lxs periodistas que no dudaron en hablar de lxs trabajadorxs que han sido amenazadxs con perder sus empleos como consecuencia de los disturbios, o de los supuestos pequeños hombres de negocios (sí, ¡bancos y multinacionales!) ¡de la Avenida Stadiou!… a las teorías conspiratorias, a lxs provocadores paraestatales. Estas no son simples chifladuras o voces periodísticas sensibles. La cloaca abierta por la escoria de los medios es una práctica habitual de la soberanía. Difamación, calumnia y desinformación buscan el aislamiento y la condena de la contra-violencia social y ahuyentar a lxs proletariox combativxs e insurgentes. En esta encrucijada, nadie puede evitar tomar una postura. Solo puedes bajar la cabeza o tomar las calles.
Estuvimos y seguiremos estando en las calles y en las barricadas.
“Miles de proletarixs insurgentes eligieron entre enfrentarse con rabia a las fuerzas represivas de los patrones o negarse a abandonar Syntagma, a pesar de los incontables lacrimógenos lanzados por los antidisturbios.”
– Una descripción de lo que vivimos durante los mágicos momentos de las barricadas, pero también de la manifestación del 12 de febrero.
El día de la aprobación del préstamo, el día en que los patrones, nacionales e internacionales, decidieron terminar de desangrar a sus súbditos, cientos de miles de personas tomaron las calles. Consignas, pasión, choques, incendios de bancos y cadenas comerciales, expropiación y solidaridad activa entre trabajadorxs en las calles. Los sabuesos de la democracia atacaron con rabia, pero fallaron al rechazar la rabia de la gente. Las noticias mostraron luego, por la tarde, una segunda ola de represión mediática, en un intento de frenar la contra-violencia social y calumniar a la multitud en lucha. Y, sin embargo, todxs lxs que estaban en las calles esos días saben muy bien lo que pasó, saben cómo son los verdaderos paraestatales, quiénes les quitan la vida, quiénes son sus enemigos. No existe tal cosa como la realidad objetiva. O eres espectador(a) o estás allí…
Vogliamo tutto e per tutti, colectivo anarquista del barrio de Nea Smyrni y alrededores.