Los matones de Amanecer Dorado abandonaron el ayuntamiento realizando un saludo nazi, mientras las autoridades municipales se apresuraron en alegar que la intervención fascista había sido ‘antidemocrática’.
En la pequeña ciudad de Lamia, ya el 21 de mayo habían tenido lugar provocaciones de algunos neonazis a ciertos colectivos populares, pues quitaron carteles para el día internacional contra el racismo (i, ii).
El 10 de abril por la tarde, las cosas fueron a peor cuando se llevó a cabo un pleno municipal. El tema programado para ser discutido fue, entre otros, la inauguración de los tristemente célebres campos de concentración para inmigrantes y refugiados de la región, un nuevo proyecto del Estado ordenado por el ministro de ‘protección civil’ Michalis Chrysochoidis (diputado del PASOK). El tema en concreto atrajo a un grupo pequeño de la rama local de »Chrissi Avgi/Amanecer Dorado», que creían que podían avanzar un paso más en promover su propaganda de odio. En particular, a lxs compañerxs se les informó que alrededor de ocho neonazis no sólo pretendían posicionarse ellos mismos como ‘ciudadanos’ en la cuestión de los campos de detención de inmigrantes, sino que también estaban distribuyendo textos y pegando carteles por la tarde con motivo del pleno municipal.
La respuesta fue inmediata. Alrededor de veinte anarquistas y antifascistas irrumpieron en el lugar, asegurándose de romper todos los posters nazis de las paredes antes de entrar en los locales.
Dentro del ayuntamiento, algunos izquierdistas apoyaron la acción de nuestrxs compas, que tenían como objetivo impedir el sucio discurso de Amanecer Dorado; y de hecho, lo consiguieron.
Poco antes de que comenzara el pleno municipal, la banda de Amanecer Dorado había entrado sin ser molestada, dirigida por el neonazi Apostolos Gletsos (primo de su tocayo, el actor farandulero, y actual alcalde de Stylidas, anteriormente miembro del KKE, partido estalinista). Este cobarde estaba bien preparado para intervenir con sus delirios nazis en el circo municipal, pero al final se levantó de la silla en medio de una enorme tensión y orderó a sus subordinados que lo siguieran hasta la salida. Una vez más, los miembros de Amanecer Dorado sufrieron el ataque verbal de numerosas consignas militantes antifascistas coreadas por la mayoría de lxs manifestantes de la sala. El mensaje quedó claro: la libertad de expresión no va de la mano con el apoyo abierto del nazismo.
La banda salió del local amenazando a lxs curiosxs, mientras uno de los fascistas se despedió con el saludo nazi, imitando a su Führer Nikolaos Michaloliakos. Sin embargo, el alcalde de Lamia Giorgos Kotronias representó, una vez más, el papel principal en este juego amañado de la política, e insistió en que evitar que los demás manifiesten su opinión es un insulto a los procedimientos democráticos. Otros agentes municipales demostraron o que la situación les era del todo indiferente o su hostilidad hacia lxs manifestantes, mientras que unos pocos intentaron impresionar al enfrentarse con los individuos enfurecidos – aunque, obviamente, sólo buscaban votantes potenciales, no es que compartieran las mismas visiones antifascistas.
Ni en Lamia, ni en ninguna parte
Aplastad a los fascistas en todas partes
fuente / vídeo de medios de masas
Nota: En enero de 2011, en Atenas, Michaloliakos -nuevo miembro electo del ayuntamiento de Atenas ese año- entró al pleno municipal escoltado por sus matones (tal y como acostumbra a hacer allá donde va). El presidente del consejo municipal le pidió que continuara sin sus guardaespaldas, a lo que él se negó, y al final algunos miembros izquierdistas exigieron que fuera expulsado. En ese momento, Michaloliakos decidió despedirse con el saludo nazi antes de salir de la habitación.