Desde la ciudad de Setúbal, tierra combativa que invoca las luchas de los obreros y obreras anarcosindicalistas de principios del siglo XX, las vidas y las batallas de los perscadores, las luchas populares contra la coincineración y la destrucción de la Naturaleza por Secil (fábrica de cemento y derivados) y, más recientemente, contra los resorts en Tróia (península situada en frente de Setúbal) y contra el Desarrollo (TGV- Tren de Alta Velocdad, gentrificación en la ciudad), banderas negras de protesta y conflicto, un grito de atención para un solo camino de lucha: la revolucionaria, porque NADA HAY NADA MÁS NATURAL QUE ESTÁR EN CONTRA DEL CAPITAL.