El 24 de diciembre por la noche, unxs compas queríamos darle un poco de color a la espantosa decoración que el alcalde de Atenas, Giorgos Kaminis, había reservado para la ciudad. Queríamos hacerle ver que las miserables maniobras políticas en la represión contra la okupa Villa Amalias no quedarán sin respuesta. Pagará el precio por haber decidido cubrirle las espaldas al Primer Ministro, Antonis Samaras, que quiso demostrar al sector ultraderechista de sus votantes, desviándose hacia Amanecer Dorado (Chrisi Avgi), que es igual de fascista.
Esta vez, escogimos como medio las bombas de pintura para atacar la fachada de la administración municipal, el antiguo ayuntamiento en la calle Athinas.
Kaminis pronto tendrá que pagar el precio de su elección política y eso es algo que hasta él puede entender. Por esta razón, nuestra acción fue completamente silenciada por los medios de comunicación y el motivo de que a lxs trabajadorxs municipales se les ordenara salvar el escaparate del prestige municipal la misma noche de navidad limpiando parte del edificio y recogiendo los panfletos que se lanzaron.