Sigue un breve resumen de los acontecimientos en el barrio ateniense de Zografou, basado en pequeñas crónicas difundidas aquí:
El 2 de febrero, a última hora de la tarde (día en que lxs fascistas conmemoraban el “conflicto de Imia*” y, principalmente, el partido Amanecer Dorado realizaba su marcha nacionalista anual), dos centros sociales autogestionados fueron atacados por fascistas/maderxs en el barrio de Zografou.
Primero, lxs neonazis reventaron las ventanas de la fachada del centro social Berdés, para intentar atacar el espacio. Inmediatamente, lxs vecinxs informaron a las personas que estaban reunidas cerca, en la okupa Villa Zografou, donde siguió un intento de ataque a manos de fascistas motorizadxs. Lxs combativxs antifascistas consiguieron repeler con éxito a esa escoria; según un madero, uno de lxs fascistas fue herido tras el enfrentamiento y tuvo que ser hospitalizado.
Poco después, un fuerte operativo policial hizo acto de presencia en los alrededores de Villa Zografou. Todo tipo de maderos rodearon la okupa, cercándola durante horas. Unas 500 personas se reunieron allí en solidaridad y resistencia de facto, preparadas para evitar una redada policial del espacio.
Sobre la medianoche, por fin, se marcharon del lugar los escuadrones de antidisturbios. Después de la partida de la madera, se llevó a cabo una asamblea en Villa Zografou, mientras otras personas protegían el centro social Berdés.
Durante la misma noche, se dieron enfrentamientos a pequeña escala entre antifascistas y neonazis en el barrio de Halandri. Más de 20 fascistas se concentraron cerca de la estación de metro de Halandri y empezaron a perseguir a un migrante. En seguida, varixs compas que corrieron a defender el barrio lxs ahuyentaron y, al menos, un fascista se llevó una paliza.
*El conflicto de Imia o Kardak (topónimo turco de los dos islotes inhabitados del mar Egeo), se trata de la crisis militar del ’96 entre los Estados de Grecia y Turquía, que ambos reclaman como territorio propio. El conflicto de los dos nacionalismos durante aquellos días casi llevó a un estado de guerra y todavía alimenta la hambruna militar de los patriotas. Como bien dice una consigna anarquista que se grita en las calles de los territorios controlados por el Estado griego: ¡El mar Egeo pertenece a sus pescados!