A primeras horas de la mañana del domingo (04/08), entramos y ocupamos la comisaría de policía de Canton. No pedimos permiso, porque es nuestro derecho legal. Dado que la policía de Cardiff abandonó el edificio hace casi un año dejando, amablemente, abiertas doce ventanas para que escogiéramos por la que entrar, el permiso parecía más bien una formalidad.
Okupamos porque creemos que ni las empresas ni los propietarixs tienen derecho de tener propiedades vacías para su propio beneficio mientras gente menos afortunada se encuentra sin hogar, que la gente no debería tener que vender su Libertad a empleadores o ir corriendo de oficina a en oficina del gobierno para conseguir un techo y que a la policía no se le debería permitir actuar de matones a sueldo para lxs ricxs y poderosxs, consistentemente ignorando, abusando y quebrantando completamente la ley para mantener los intereses de la clase dominante.
Estamos okupando aquí para mostrar nuestra repulsa ante la forma en que la policía usa su poder para oprimir a otrxs para sus propios fines. Desde el asesinato de Lynette White, el foco iluminó la corrupción de la policía de Cardiff, el pueblo de Cardiff ha podido ver que la policía no protege al público, sino solamente a sí mismxs: mientras gente inocente perdió años de su vida en prisión, lxs tres policías que realizaron el montaje del caso -para proteger al verdadero asesino- estaban en libertad, indultadxs por la Comisión Independiente de Denuncias a la Policía en un movimiento que dejó claro por quién se preocupa la policía. Okupamos aquí para mostrar a la policía de Cardiff que no todxs tienen miedo.
Tener un hogar es un derecho básico, no un producto para lo exploten, como fuente de dinero, lxs propietarios y para mantenernos en nuestro sitio, el Estado. Tomando el edificio actuamos como individualidades en una comunidad que hemos hecho para nosotrxs, mostrando nuestro desafío a la cultura del miedo que la policía mantiene y nuestro deseo de resistir la opresión y apoyarnos nosotrxs y entre nosotrxs.
Colectivo Antagonista Contra el Aburrimiento (ACAB, por sus siglas en inglés)