El 13 de agosto por la noche, el revisor de un trolebús en marcha presionó a un chico de 19 años para que le diera su identificación y pagara una multa por no tener billete, amenazándolo con llevarlo a la comisaría más cercana si no cumplía con su obligación. Al cabo de un rato, el conductor intervino en la discusión en favor del revisor. El pasajero se resistió a las intimidaciones y se produjo una trifulca. De repente, la puerta del bus se abrió y el joven o bien saltó o, más probablemente, fue empujado hacia fuera. Murió al caer al pavimento. A pesar de que el cadáver del joven se encontraba en el suelo, el revisor siguió amenazando a otrxs pasajerxs cabreadxs con lo que había sucedido e, incluso, llegó a pedir que la policía detuviera a una mujer.
A continuación reproducimos un comunicado de la asamblea popular abierta del distrito de Peristeri, donde ocurrió el mortal incidente:
Domingo, 19 de agosto de 2013
El Estado, las SS, la poli y los revisores, por un billete, te quitan la vida
El 14 de agosto de 2013, la noticia de la muerte de Thanassis Kanaoutis provocó una concentración espontánea de vecinxs de Peristeri, en el lugar del trágico incidente. El joven de 19 años perdió la vida durante una revisión de billetes en un trolebús de la línea 12, después de que le intimidara el revisor debido a que no tenía billete, que resultó en la caída fatal del pasajero mientras el vehículo estaba en marcha. La asamblea celebrada en la cercana plaza del Ayuntamiento decidió organizar una manifestación en protesta ese mismo día.
El 16 de agosto, tuvo lugar el funeral del joven en el cementerio de Peristeri, convirtiéndose rápidamente en una manifestación por el barrio. Más de 2000 personas salieron a las calles de Peristeri, coreando consignas y mostrando su clara oposición a los planes del Poder, que busca convertir la sociedad entera en un campo de control, en una jungla donde incluso la pérdida de una vida se trate como daño colateral.
Después del entierro, la gente reunida volvió, en manifestación, al lugar del incidente. Cuando la marcha llegó a la plaza del Ayuntamiento, un gran grupo de manifestantes se quedó allí, unas 200 personas, la mayoría escolares, continuaron la marcha en dirección a la estación de metro de Agios Antonios, mostrando su rabia, y levantando barricadas prendiendo fuego a contenedores.
Poco después, lxs antidisturbios MAT y unidades motorizadas DELTA empezaron a perseguir a la gente por la calle Panagi Tsaldari, el paseo Ethnikis Antistaseo y los callejones de alrededor hasta la avenida Thivon.
Siguió una orgía de represión estatal, con lxs antidisturbios pegando y arrestando, indiscriminadamente, a gente que participó en la marcha. Se llevaron a GADA (Jefatura de Policía de Atenas) a diez personas, pagando el precio de haber decidido estar allí. Así, se convocó una protesta delante de GADA en solidaridad con lxs detenidxs. A la vez, se convocaba un concentración con sistema de sonido cerca del lugar del asesinato de Thanassis Kanaoutis y la gente se empezó a reagrupar en la plaza del Ayuntamiento. Poco después de las once de la noche, los antidisturbios rodearon la asamblea y detuvieron a más gente (con un total de 30 detenciones), mientras que las unidades motorizadas DELTA realizaron identificaciones y echaron a la gente que estaba sentada en los bancos de la plaza. Pocas horas después, todxs lxs detenidxs fueron puestxs en libertad sin cargos, a excepción de una persona, cuya detención se convirtió en arresto y le imputaron delitos menores.
Las fuerzas represivas se quedaron en la plaza del Ayuntamiento y sus alrededores hasta primeras horas de la mañana en una demostración de fuerza y un intento de aterrorizar a la comunidad local. La zona estuvo en estado de emergencia en un intento del Estado por prevenir la persistencia y la presencia de personas en el centro.
El sábado 17 de agosto por la tarde, había secretas y unidades DELTA, MAT y DIAS por todas partes, aún así, un grupo de personas se empezó a reunir una vez más en el lugar del incidente. Las fuerzas represivas les pidieron a lxs concentradxs que se fueran y, además, avisaron que detendrían a la gente en caso de que ocuparan el espacio, ya que constituiría un delito de “obstrucción del transporte público”.
El grupo se dirigió a la plaza del Ayuntamiento. A pesar del fuerte despliegue policial, se empezó una asamblea espontánea contra la represión, hablando sobre cómo habían transcurrido los días anteriores. Todxs lxs presentes en la asamblea exigieron nuestra libre presencia en la plaza, concentraciones libres en el lugar del asesinato, acceso libre a todo lo que nos pertenece, sin revisores ni represión en nuestras vidas. Se intercambiaron opiniones y se sugirieron ideas sobre acciones de cara al nuevo período. Debido a la gravedad del incidente, estamos decididxs a continuar nuestras concentraciones diarias en la plaza del Ayuntamiento y a resistir a la represión estatal.