Mensaje segundo de la Coordinadora de las sombras.
¿Por qué ahora se preocupan de que no tengamos rostro, si antes de nos lo tapáramos para ustedes no existíamos?
Las palabras se empezaron a amontonar mientras nosotros todavía con las capuchas sudadas, las rabias sólidas y las sonrisas erguidas nos replegábamos entre las callejuelas a la violenta “normalidad”. Miles de comentarios monocordes se empezaron a propagar, era el discurso del poder muy bien maquillado lo que empezaron a repetir los ciudadanos mediatizados. La prensa no tardó en servir el plato caliente de la desinformación y de ayudar como altavoz para esta discursiva impulsiva y sin fundamento. Era urgente para el poder desvirtuar las chispas revolucionarias que brillaron en rincones varios de este país, así la opinión pública (su opinión pública) cumplió su rol, empezaron a hablar sin sentido –alarmados- sobre lo que no conocían, sobre lo que les perecía grotesco e inadmisible, sobre aquello que no encajaba por más que quisieran en su ensayada retorica ciudadanista-democrática. El poder nos teme, tiene motivos, rompimos una vez más su tan preciada paz social, y tratan de aplastarnos reduciéndonos a: “halcones”, grupos de choque, vándalos irracionales. Nos tardamos, pero con la rabia y la dignidad intacta, nosotros, como encapuchados y subversivos que con firmeza combatimos el 2 de octubre, aventamos nuestras palabras.
Nos toca hablar.
Atacar la propiedad privada -y a sus guardianes serviles- es reivindicar la superioridad de la vida sobre la dictadura de los objetos. Nosotros atentamos, no contra tal banco, no contra tal comercio, atacamos una lógica; atacamos a la asesina dictadura del mercado (bajo la que descansan millones de muertos y una naturaleza agonizante) de forma simbólica, apuntando contra su sustento, que es el respeto que nos han inculcado hacia su sacrosanta figura desde niños (ahí se incluyen a los policías, cuyo único fin es perpetuar el orden de la sociedad mercantil, ósea, defender esta). ¿En qué nos sirve esto? Miles, sabemos, sonreirían al saber que detrás de los ataques hay acciones de individuos conscientes; que están realizando acciones de negación, contra lo que ellos también tienen deseos de negar; la negación generalizada es el primer paso para la edificación. Ese es el sentido de un levantamiento (revolucionario, en el imaginario clásico) que la gente rompa su rol de mercancía, para asumirse como individuos, con capacidades. Muchos, están hartos de protestas inocuas, o de esperar a que alguien venga a “concientizarlos” o a “educarlos” (y no nos salgan con que lo que necesitan los oprimidos es cultura –y se imaginan su arte “alternativa” y buena onda) no quieren protestas, quieren afirmarse, quieren vengarse, quieren dar rienda suelta a sus pasiones, quieren hacerse escuchar, no por los de arriba, si no por sus iguales, e inclusive escucharse a sí mismos. Y sabemos que cuando den este paso, estarán empezando a tratar la revolución.
Varias noches de insurrección violenta pueden hacer más que diez años de incansable propaganda silenciosa.
(No somos imbéciles sabemos que la revolución no es solo romper vidrios, apuntamos a la organización autónoma de los oprimidos, a crear estructuras autónomas de organización donde se construyan las redes para una realidad horizontal, pero sabemos que esto se dará con miras a, durante y después de la insurrección, y con gusto sumaremos aportes a esta visión).
En el primer mensaje dejamos claro que no tenemos rostros, no tenemos voceros, aunque si palabra. Algunos lo saben, no aparecimos ayer, no somos un producto de moda, creado desde la nada. A esos activistas incautos que hoy nos acusan de no ser parte de la lucha les preguntamos:
¿Quiénes fueron frente de combate contra la Policía Federal durante la rebelión Oaxaqueña? ¿Quiénes dieron guerra durante la Cumbre de 2004 en Guadalajara? ¿Quiénes resistieron al lado de las bases dignas de la CNTE el 13 de Septiembre? Antes de hablar de que nosotros somos INFILTRADOS, sepan que hemos combatido con los pueblos, que sabemos lo que es la resistencia, y por ello mismo no nos sentimos una vanguardia, o el frente único e iluminado del movimiento social, sabemos lo que ha sufrido la gente y conocemos los errores de las luchas recientes. Conocemos quienes son los traidores y los señalamos con el dedo, sabemos que los “movimientos sociales” lucran con las esperanzas y con la sangre de muchos, así que nos van a venir a hablar de… ¿Reventar sus movilizaciones? ¿Debilitar al movimiento social? ¿De qué movimiento hablan? ¿De ese conjunto de sectas inofensivas y lastimeras de las que el gobierno se ríe? ¿Ese movimiento de entreguistas que espera a que en 2 milenios por obra de una fuerza metafísica las masas se articulen y empiecen a avanzar hacia la (lenta muy lenta) transformación de la sociedad?
Discúlpennos, enserio, no es desprecio por los esfuerzos genuinos, pero estamos hartos de tener que esperar. Estamos hartos de que nuestros muertos se pudran en el olvido, o detrás de esos discursos aburridamente-repetitivos al final de mítines de marchas incoloras. La lucha callejera no espera, grita por la venganza del pasado, por la pasión del presente, y por la negación que abre el camino al futuro, y sabemos, lo hemos visto, muchos ya se empiezan a sumar. A pesar de que nos tratan de enterrar con la opinión pública, vemos a miles que se vuelcan a nuestro lado. Por ellos y ellas seguimos más que firmes.
El mayor miedo del estado es saber que existen agentes ajenos a su lógica. Creían tener el monopolio de la fuerza, y nuestra práctica es una muestra contundente de que no es así. La violencia no solo les pertenece a ellos, hoy tenemos en nuestras manos el fuego, y a pesar de su gran maquinaria, no nos detendrán. Volveremos más pronto de lo que piensan. La pradera va a arder.
Que quede claro, ¡queremos fomentar una crisis social contra los valores de la dictadura del poder autoritario-mercantil! ¡Queremos propagar las insurrecciones que ya por todo el mundo empiezan a vislumbrarse!
Ante la embestida represiva, levantemos la capucha, mantengamos la furia en las calles y cultivemos nuestras conciencias.
Con los brazos armados y propagandísticos del poder ¡Ninguna consideración!
¡Hace 45 años acusaban a los sectores más combativos del movimiento estudiantil de ser Rusos, o agentes de la CIA, hoy nos acusan de PRIistas personas que desconocen la lucha real!
¡Fuego a los policías y a sus defensores (sean estos de izquierda o de derecha)!
¡Abajo el régimen de muerte y miseria!
¡Solidaridad con las y los detenidos!
¡Con la revuelta no podrán!
Primeros días de Octubre. Territorios admini$trado$ por el estado Mexicano.
Coordinadora de las sombras