Estamos pasando por una coyuntura en la que el Estado y la patronal han desatado un ataque totalitario contra lxs pobres y lxs oprimidxs. Llevándonos a la miseria y condenándonos a la pobreza, el Poder apunta al control de cada aspecto de nuestras vidas.
Estamos experimentando en carne propia la descomposición de la salud y la educación pública, los despidos y los recortes salariales, el saqueo de los impuestos y la represión militarizada. A esta espiral se le suma el desafío al derecho capitalista supuestamente «sagrado» de la propiedad de vivienda. Pero cuando el capitalismo habla de propiedad, se refiere a la propiedad de los medios de producción que deben estar en las manos de unos pocos. Esto es a lo que se refieren cuando bautizan la vivienda como inversión.
Un engranaje importante en este proceso de acumulación de «viviendas-inversiones» en manos de unos pocos son las empresas cobradoras de deudas, ya sean legales o ilegales. Estas empresas chantajean, aterrorizan y envían órdenes de pago, obligando a los endeudados a hipotecar sus residencias. Lo que sigue son las subastas. La mayor empresa de este tipo pertenece a la familia de Dimitris Sioufas, ex ministro y ex presidente del parlamento. Pues, ¿cómo podría faltar en este lucrativo y parásito negocio el personal político del país?
El martes, 10 de diciembre de 2013 por la tarde, optamos por atacar la sede de esta empresa, ubicada en el número 7 de la calle 25 de Marzo, en el área de Tavros (Atenas). Aparte del obvio simbolismo político, nuestro ataque es también una praxis de dignidad y solidaridad social y de clase. Un acto de resistencia de y para todxs nosotrxs que vivimos día a día la violencia de los patrones. Una acción que hace parte de nuestra lucha total contra el Estado y el Capital.
No olvidamos las miles de personas que no aguantaron el peso de la barbarie estatal y capitalista y se suicidaron. No perdonamos a ninguno de los que son cómplices de este fin.
Alzamos con compañerismo nuestros puños por todxs lxs que continúan luchando por la Revolución Social dentro y fuera de las celdas de la «democracia.»
PD1: Fue una decisión política nuestra la de no confrontarnos con los trabajadores. Entendemos las circunstancias chantajosas que puedan haberles hecho optar por este tipo de trabajo, pero no podemos cerrar los ojos ante el papel que han asumido en el ataque que sufre nuestra clase. Lo que se merecen es el desprecio y el aislamiento social.
PD2: La vivienda, para nosotrxs, pertenece a quien la habita y mantiene, fuera de cualquier concepto de propiedad. Dejamos claro que lo único que nos preocupa es que se salven las viviendas de lxs pequeños propietarios.