Un comunicado anónimo publicado por la página web anarquista Contra Info, en el que se acusa a la compañera Tamara de haber delatado a alguien a la policía (sin decir cómo, cuando… y ¡ni siquiera a quién!), levantó la polémica por estos mundos ciberespaciales. Dado la gravedad de las acusaciones, lo gratuito e injustificado de las mismas y, sobre todo, en vista del totalitarismo fanático y del mesianismo sectario e iluminado que destilan, me veo en la obligación de solidarizarme públicamente con la compañera calumniada.
Para aquellos que no sepan de quién estamos hablando, sea por que viven en el espacio sideral en los últimos años o porque desconozcan absolutamente los pormenores del anarquismo ibérico, diré que Tamara es una compañera anarquista que fue acusada del envío de un paquete bomba al entonces secretario de servicios penitenciarios de Cataluña, en el marco de una campaña de solidaridad con el preso anarquista Amadeu Casellas. Fue detenida, brevemente encarcelada y condenada a ocho años de prisión, pero finalmente recibió un indulto parcial que la eximió del cumplimiento de la condena.
A pesar de lo dicho en el mencionado comunicado, en el que se ataca con saña a la compañera por aceptar un indulto del Estado, acusándola sin ninguna prueba de traición y achacándole el desprestigio del movimiento antiautoritario, Tamara sigue siendo nuestra compañera. Yo me sigo sintiendo orgulloso de haber participado, desde aquí y como buenamente saben, en la campaña por su liberación y me alegro de que se encuentre en libertad. ¿Qué haría yo en su situación? O ¿qué me gustaría a mí que hiciese ella? Eso ya es otra cuestión en la que no pienso entrar. Pero es evidente que ella ya demostró con hechos su compromiso con la causa anarquista (cosa que les falta hacer a muchos de sus detractores).
El cómo enfrentar las consecuencias de la represión es una decisión personal, siempre que no pringue a nadie más, y solamente a un fanático descerebrado se le puede ocurrir exigirle a lxs demás que se cuelguen del palo de su bandera para que podamos ir por ahí enarbolando a nuestrxs ídolos y venerando a nuestrxs mártires. Puede no gustarle la vía escogida por Tamara, puedes incluso criticarla, pero lo que no es de recibo es tratar de destruirla como persona acusándola de traición y excomulgándola del movimiento antiautoritario.
Nada como comprobar los efectos demoledores de un verdadero chivato traidor como para cerrarles las bocas a lxs bocachanclas que están dispuestos a convertir en una herejía a la más mínima desviación de la hortodoxia revolucionaria. Y si no que pregunten por estas tierras [Galicia].
Sólo me queda desearle a Tamara una feliz libertad, y a quienes tanto la critican que puedan disfrutar de la oportunidad de demostrarnos al resto cómo se comporta un auténtico anarquista cuando marcha triunfalmente hacia el martirio.
C.R.
fuente: abordaxe (2/6/2014)