Más de 43 razones para taparse el rostro y luchar.
¡Desatemos la rabia, levantemos la capucha, que se muera la obediencia!
Mensaje Tercero de la Coordinadora de las Sombras.
“La unión para obedecer y respetar a los verdugos ha traído a los hombres la opresión y la miseria; la unión en la desobediencia y en la acción irrespetuosa dará a los esclavos el pan y la Libertad”
“La Justicia no se compra ni se pide de limosna, si no existe, se hace”
Práxedis Gilberto Guerrero. Anarquista mexicano de inicios del siglo XX.
Los corazones agitados explosionan en los cuerpos, las siluetas presurosas avanzan a embestir los símbolos de la desgracia y las manos inquietas buscan el arsenal histórico de los siempre oprimidos, son piedras y bombas artesanales. Las gargantas se desgarran, los gritos rabiosos vandalizan el silencio, la indigna paz de la resignación es saboteada, las miradas de rostros tapados observan detrás de las mentiras, verdades aceptadas en el mundo de los esclavos,de su parte no hay nada que descifrar, esta es una guerra nacida del amor a la humanidad y del odio a quienes la están masacrando. No hablamos de una ficción, afuera una vez más está ardiendo todo al paso de los entusiastas que se han vuelto insurgentes esta tarde, arde el mundo de la economía y la sustitución, cae hecho finos trozos de cristal el desgraciado espectáculo de la normalidad de las prisiones cotidianas; los transportes y los guardianes del orden, los palacios, las oficinas y las casas de los que se asumen dirigentes son despojadas del respeto criado en la población a lo largo de siglos de terror y educación basada en la ignorancia y la obediencia. Y en la muerte del respeto está la mayor victoria para quienes nos atrevemos a creer que existe otro mundo. Con el dolor de la heridas, con el recuerdo siempre rabioso de nuestros muertos, desaparecidos y presos, este es nuestro triunfo, la honra de los siempre oprimidos. Nosotros la vamos a seguir defendiendo a punta de fuego, piedras y lo que sea necesario.
La indignación se generaliza, todos claman por justicia, y esta palabra nos deja desarmados. ¿Exigir justicia? Y los opresores se ríen de nosotros desde la comodidad de sus juzgados y mansiones. Les seguimos pidiendo piedad a los verdugos, perdón a quienes nos ofenden y desahogo para apagar nuestra rabia a esos que deberían sentirla. Fue el estado, retomamos esa consiga y por sentido común llamamos a no pedirle nada al mismo, llamamos a voltear a la historia y a recordar como ningún estado representa los verdaderos intereses comunes y como la justicia solo crecerá de nuestro odio apuntando a quien debe.
Las asquerosas organizaciones de “izquierda” junto con su prensa “progresista” están cumpliendo ejemplarmente con su función de contenedores. No logran articular ninguna acción que vuelva lucha el descontento, todo lo contrario se empecinan en usar sus formulas añejas e inservibles, hablan de nuevo de asambleas constituyentes, de grandes congresos, que salvo sus nombres son refritos de hace décadas, se pelean entre ellos por planes de acción saturados de complacencia con la normatividad de los asesinos. Y cuando un grupo de rebeldes organizados o espontáneos decide quebrar la legalidad de los criminales, no dudan en iniciar cn su absurda predica escandalizada y cómplice de quienes SI tienen las manos manchada de (nuestra) sangre.
Lo dijimos en nuestro primer comunicado, no negamos de lo que nos acusan, somos anarquistas y provocadores, pero no respondemos a ninguna fuerza del poder, entendemos que en una sociedad acostumbrada al clientelismo y a la servidumbre personas de cuellos doblados y miradas gachas y temerosas nos acusen: “Alguien les paga” “¡¿Quien está detrás de ustedes?!” “De seguro son enviado por…” No les entra en la cabeza que no todos actuamos como ellos, que algunos no escondemos lo que pensamos y sentimos, aunque este hacer no responda a los “únicos intereses” del ciudadano moderno: “el éxito personal” y esas mierdas.
¿Que el estado está reventando las movilizaciones con halcones? El estado puede desaparecer 43 estudiantes a los ojos de todos, los puede matar ¿y entonces? ¿Nos vamos a victimizar? ¿Les vamos a volver a preguntar por qué, por qué nos asesinas? El estado no necesita criminalizarnos, el estado nos mata, porque el estado es una organización criminal (no solo el hampa y los carteles son delincuencia) Cuando salimos a la calle también estamos diciendo ¡Únete! ¡No queremos que te golpeen por eso golpea con nosotros! Ni el metro bus, ni las casetas en fuego, ni los congresos, ni palacio nacional fueron quemadas por infiltrados, en algunos casos nisiquiera por activistas o por un grupo o coordinadora, es el pueblo rompiendo la ilusión, la falacia de la conciliación y la normalidad. ¡La guerra ya está aquí es lo que dice el fuego! Y en ella solo se puede tomar posición.
Nuestro llamado es entonces a romper con la rutina e interrumpir la economía, a reconocernos como humanidad desde la rebelión violenta, espacio fuera y en contra del mundo comercial. A ser valientes y a enfrentar la crisis a la que nos debe de llevar la lucha, a organizarnos desde ella, con asambleas y comunas, en colectivos, bloques o núcleos, en nuestros trabajos, escuelas, calles y barrios, con nuestros amigos o con gente de nuestras mismas inquietudes. A estar preparados para el combate en las calles, a asumirnos parte del pueblo y entender que son nuestros intereses comunes el único objetivo de la rebelión, que estos no nos los darán asambleas constituyentes, congresos, presidentes o caudillos ¡ningún estado! si no la fuerza que nacerá de la insurgencia social y de nuestra auto-organización y nuestra capacidad de defender esta de oportunistas, representantes del mundo que combatimos. A no dejar que la llama de la revuelta se apague, a volver cotidianos los ataques, con fuego, palabras, propaganda, ocupaciones y sabotajes.
¡Autodefensa y ofensiva contra los opresores!
¡Venganza por nuestros caídos, desaparecidos y prisioneros!
¡Fuego al buen fin, a los juegos centroamericanos y a todos los recintos de las ratas en el poder!
¡Por que ya es tiempo de hablar de revolución!
¡Que vengan una y mil revueltas, violentas e incontrolables!
Desde las calles del territorio administrado por el fallido estado Mexicano.
Mediados de noviembre de 2014.
Coordinadora de las Sombras