Hace más o menos una semana que el periódico La Jornada comenzó una serie de ataques difamatorios contra el compañero anarquista Gustavo Rodríguez, que, a decir verdad no es la primera vez que el compañero es atacado y tachado de infiltrado, agente de la CIA, agente al servicio del imperialismo yanqui, policía, agente de contra-insurgencia; en otras ocasiones ya ha sido vilipendiado tanto por quienes están abajo y a la izquierda, tanto como por otros colectivos leninistas, pero, especialmente atacado por su participación en el M.L.C [N1].
Esta vez toco ser a la Jornada quienes dieran el chivatazo. La jornada es un periódico de prestigio entre lxs progresistas de izquierda, Marxistas, izquierdistas en general y radicales; pero que también lo es para algunxs que otrxs anarquistas quienes de una que otra manera, en varias ocasiones pasadas, se han servido de ese periódico oficial para hacer difusión de sus ideas, chismes, perspectivas, verborrea etc. Esta popularidad y prestigio se debe también a la manera en la cual la Jornada trata el tema del Zapatismo y el EZLN, las guerrillas Marxistas-Leninistas o Maoístas y otros temas en los cuales de alguna u otra manera no “obedece” a los estándares de información impuestos por el Gobierno Federal.
Las notas que la Jornada ha publicado, a nuestro parecer, no son producto de una gran casualidad o de el coraje particular de un periodista contra el compañero Gustavo, como afirmaría el diario el Universal. De momento no queremos ahondar demasiado en quienes o quien esté detrás de este chivatazo, eso a su debido tiempo. Ante todo, aquí queremos resaltar otros puntos y un posicionamiento como anarquistas al respecto de esta campaña de difamación y vil ataque contra el compañero y contra los anarquistas en general.
Algunos puntos:
1. El primero periodicazo de la Jornada, aun cuando se nota a leguas que solo es un “corta y pega” de las palabras que Gustavo ha emitido en entrevistas, conferencias y textos, sutilmente denota algo de ayuda, sobre todo en cuanto se refiere a “direccionar” los reflectores hacia el compañero ¿salvando quizás a los activistas sociales que otros periódicos habían ya en semanas anteriores señalado como autores de disturbios y direccionando los reflectores hacia ellos?
A la Jornada por sí sola no pudo habérsele ocurrido una “estrategia” de criminalización y señalamiento tan infame como perfecta, casi dotada de un organigrama organizacional acorde con los dictados por la definición del delito de delincuencia organizada.
2. La primera nota da cabida a una segunda al publicar mal un apellido de Gustavo, que al ser este un periódico de prestigio, una necesaria corrección del nombre obliga al reportero a nuevamente difundir otro tantito de información para seguirlo señalando.
3. Primero, al compañero le llaman “anticastrista” y “agente de la CIA” según información provenientes de blogs anarquistas (además afines), pero también de algunos “ácratas” entrevistados, argumentación que el reportero usa para justificar la fuente. Posteriormente en la última nota la Jornada afirma que el compañero Gustavo está en el país sustentándolo bajo el argumento de que esta “amparado”, algo que por cuestión de principios el compa no haría; segunda, porque de querer hacerlo el amparo no procedería ya que él ha sido deportado dos veces del país y declarado persona non-grata. ¿Entonces, a que viene todo esto? Sin más, es una buena manera de crear “sospechas” sobre el compañero, de alimentar otras que ya han sido difundidas tanto por otras “personas” como por colectivos del área de izquierda y algunos anarquistas, para de esta manera restar todo tipo de solidaridad y apoyo hacia el compañero.
4. El afán por individualizar expresiones de revuelta colectiva, creando falsos gurús, lideres o referentes ideológicos a seguir, corresponde a la estrategia de Estado para aplastar cualquier tipo de rebelión que tienda a contagiarse en la “disidencia” social, entre seres que, a partir de los últimos hechos de violencia y terror de Estado son hostiles a las políticas del sistema. Este circo, ya antes había sido bien alimentado por “los nietos costarriqueños del Sub. Marcos” -que en si son mas mexicanos que los pinches nopales-, cuando estos infames, en un comunicado de respuesta a otro en el cual algunos grupos anarquistas dan respuesta a la invitación que el Sub. Marcos hace a los anarquistas para escribir una miserable y limitada nota sobre su anarquismo y publicarla en periódicos -precisamente como la Jornada-, acusaron a un supuesto “comandante petardo” de ser un superman de la anarquía y ser el único autor de la colocación de artefactos explosivos en bancos de la capital mexicana y de otras entidades del país, acciones que en repetidas ocasiones han sido realizadas en una sola noche en diferentes puntos de este territorio llamado México. Sin más, una clara manera de “individualizar” gestos de revuelta hechos por muchxs compañerxs con pensamientos diversos pero confluyentes, y no solo por un “superman” de la anarquía insurreccional, intentando, además, hacer ver que “en realidad” no existen esos grupos sino que todo es obra de un “loco”; restando de importancia a la teoría-praxis ácrata que no se conforma con las palabras de auxilio. Un circo, al cual contribuyeron en buena medida los Leninistas de proyecto ambulante -basta con echarle una mirada a todo lo que publican en su blog (apartando un poquito la parte sobre el pensamiento libertario y el apoyo a los compañeros de la comunidad de Álvaro Obregón en Oaxaca), y su recalcado y reiterado apoyo a guerrillas autoritarias Marxistas-leninistas.
5. Que en la última nota de la Jornada afirmaran –engañosamente- que el compañero Gustavo Rodríguez esta México, sigue dejando en claro el afán de individualizar los actos de revuelta individuales y colectivos a modo de crear lideres y actores ficticios, preparando, además, el escenario para que cuando una bomba explote en un banco, una molotov sea lanzada contra una estructura del sistema, unas patrullas sean quemadas o un Wal-Mart sea devastado por el fuego anticapitalista, sea a Gustavo a quien se señale, no solo como supuesto autor material, sino también “intelectual”; desviando la atención y afirmando una vez mas que “nadie tiene la capacidad de actuar por sí solo y, que los jóvenes no tienen la capacidad de pensar por sí mismos”.
6. El compañero, durante un largo periodo de tiempo, ha sido participe de proyectos anarquistas en diversas latitudes del planeta, proyectos de apoyo a presos anarquistas, diversas iniciativas insurreccionales y en su última faceta publico un libro a nombre de coordinador que se titula: que se ilumine la noche, teoría y praxis de la tendencia informal anarquista en México, libro que ha sido nombrado por la Jornada como un estilo de justificación o sustento ideológico de los actos de subversión que han acontecido en los últimos meses en esta región [N2]. Por lo tanto es más que claro el afán de responsabilizarlo de acciones y teorías anarquistas que apuntan hacia la destrucción del Estado, cosa que, se nota a leguas, incomoda a los más aferrados progresistas e izquierdistas de este y cualquier país.
A nosotros no nos queda más que decir que, como anarquistas no nos reconocemos afines a ningún tipo de Estado llámese Capitalista, Fascista o Socialista. No tenemos líderes. No tenemos gurús ideológicos. Tenemos compañeros y compañeras que en la teoría-praxis han contribuido al desarrollo de la anarquía desde tiempos pasados y hasta el presente; Gustavo Rodríguez es uno de ellos.
Desde aquí reiteramos nuestro apoyo al compañero Gustavo Rodríguez y hacemos un llamamiento de solidaridad con el compañero, de repudio a las difamaciones y la campaña policial de señalamiento que la Jornada está haciendo.
Compas anarquistas de la región Sur, centro y Norte de México
18 Noviembre 2014
[1] En la web circulan varios escritos de compañeros anarquistas como Rafael Sposito-Daniel Barret, en defensa del Movimiento Libertario Cubano y en solidaridad con los anarquistas cubanos que son siempre difamados por aquellos y aquella, a quienes les interesa mantener a toda costa el prestigio del régimen cubano y, lo defienden a capa y espada contra quienes somos y son críticos hacia ese Estado, incluso llegando a defender a sus policías de inteligencia como “defensores” de la soberanía del pueblo cubano.
[2] Esta parte y este texto se puede complementar con el texto de la redacción del periódico anarquista El libertario en solidaridad con Gustavo.