Durante los últimos años en los que la crisis económica se profundiza cada vez más, se puede observar una movilización generalizada tanto a nivel internacional, como también a nivel local. Para lo último, y especialmente desde 2010 en adelante, vemos cómo se lleva a cabo un ataque total a la base de la sociedad, reformando así el mapa de clases. Este ataque se dirige contra el mundo del trabajo, golpea las condiciones principales de supervivencia y promueve una redistribución violenta de la riqueza con el único objetivo del rescate y la reproducción del Capital. Las resistencias sociales se enfrentaron y se enfrentan al cambio del modelo represivo hacia una dirección más autoritaria que busca controlar a lxs que resisten. Dentro de esta condición (y por ella) el sistema hizo emerger su reserva fascista.
El papel de Amanecer Dorado, a nivel económico, no es otro que el de la promoción de los intereses del Capital (un ejemplo son las preguntas de los parlamentares nazis a favor de los magnates en el parlamento griego), poner en práctica el nuevo modelo laboral chantajista (véase el caso de la propuesta para una oficina de desempleados solo para griegos, donde la mano de obra barata y la flexibilidad de las relaciones laborales las envidiaría hasta la Liga de Empresas e Industrias). Además, la recomposición de la clase de los ciudadanos leales (como el caso del sindicato fascista de taxistas) es un objetivo primordial, dado que las alianzas «apacibles» son las que permiten lograr el falso «diálogo social» por la promoción de sus intereses. A nivel político (institucional), Amanecer Dorado es un pilar fundamental para el mantenimiento del sistema (siempre con un perfil «antisistema»), jugando el papel del lacayo y siendo otro brazo de los intereses dentro de los órganos institucionales.
A nivel social, los nazis buscan el enfrentamiento entre la clase de lxs oprimidxs. En cada barrio donde los nazis no se toparon con un movimiento antifascista sin mediaciones y desde abajo, crearon un régimen de terrorismo, con batallones de choque para hacer sus bravuconerías, con pogromos contra migrantes, ataques contra luchadorxs, homosexuales y a todxs que difieren de sus estándares.
Creemos que la lucha antifascista debe ser multiforme, sin mediaciones de intereses partidarios, ofensiva y con características de clase. Solo así puede ser una amenaza para cada formación fascista, ya sea estatal o paraestatal.
Así, el 25 de diciembre de 2014, horas después de la primera actividad pública anunciada de los nazis en su nueva sede del sector norte de Atenas, elegimos atacarlos con un artefacto explosivo colocado en la puerta del local, en la calle Grammou del barrio de Marousi.
No dejaremos ni un trozo de tierra a los fascistas ni a la difusión de su odio racial, ni permitiremos que se arraiguen en nuestros barrios. En las ciudades y los barrios hay lugar solo para lxs que resisten a la imposición del fascismo como condición social.