Viernes 6 de marzo, Santiago 2015.
Por estos días vemos como distintos grupos/organizaciones de distintos caracteres comienzan sus actividades con el “Día de la mujer”, llenando de consignas que aluden a la liberación “femenina” y un sin fin de peticiones legalistas que no hacen más que reconocer al Estado/Capital, avalar su forma de vida, y entender la lucha dentro de los parámetros de la legalidad.
Asumiendo este contexto cabe reflexionar:
Nosotros/as hemos decidido la destrucción del Estado/Capital, del poder y toda forma de autoridad, desde este frente entendemos al existencia de diferentes ideas y prácticas en el contexto de una lucha en la que caben las más diversas alternativas, tácticas que se caracterizan por no tener estructuras rígidas, por el ataque constante, y también por ser cada vez más certeros/as en ellos.
Entonces nos encontramos con una infinidad de discursos libertarios y por la revolución que se esconden bajo palabras amistosas con la ciudadanía, que se cuidan de hacer llamados sin palabras ofensivas, de no romper de forma abrupta con la normalidad y la cotidianidad, que creen que es mejor hablar de forma positiva y propositiva, pero siempre bajo parámetros que no afecten a la normalidad, actuar en ofensiva es muy arriesgado quizás, ser claro en ideas y romper con los estereotipos los/as separará del “pueblo trabajador”, no los/as convencerá.
Desde nuestro entorno declaramos distancia de dichas instancias, las creemos inútiles e innecesarias, más bien un lastre. Nuestras reflexiones y sin ser esta la excepción siempre han apuntado al conflicto, al ataque en todas las formas posibles, y tenemos la claridad de que mientras se intente hacer algún cambio en la legalidad la destrucción del Estado/Capital no será posible. Amarillar el discurso, o convertirse en un politiquero/a más no es apelar a la libertad. En esta guerra declarada el camino es de lucha, así se demuestra en cada acción contra el poder, en cada gesto y en cada acto, cargado de memorias de una guerra declarada, en la que guerreros/as dedican su vida a afinar cada vez más la puntería contra el enemigo.
Así, con nuestras convicciones y memoria intacta, apostamos por la subversión, desafiamos hasta romper con los parámetros de lo establecido, de lo correcto o de lo legal, dejando claro que no intentamos convencer a nadie, sin limitar nuestras proyecciones en el avance de la guerra social.
Contra los discursos amarillos y reformistas:
¡¡Memoria y Subversión, Avanzamos a la Guerra Social!!
Colectivo Lucha Revolucionaria.
lucharevolucionaria[arroba]riseup.net