De regreso en el barrio después de un año y tanto de cárcel. Seria mentira decir que todo es fácil. Es una mezcla entre experiencias hermosas y momentos de incertidumbres difíciles de compartir. Después de ser desposeídas de cuerpo, de toda autonomía psíquica, estar sola con unx mismx es un combate cotidiano. Una mezcla de miedo y de felicidad. Pero los cómplices que me acompañan, lejos o cerca son mas que conscientes y muy presentes. La sensibilidad es la fuerza de una solidaridad sin limites.
Me gustaría con esa pequeña carta mandar un saludo sincero a los amigos y cómplices que están en fuga, lxs que todavía están secuestrado en las cárceles del mundo y lxs que luchan por su libertad en esa grande cárcel a cielo abierto. Me fuí de la cárcel pero a diario nuevas personas entran, la represión se hace mas fuerte y después de esa experiencia, quiero dar las gracias a la solidaridad sin fronteras que hemos recibido, la lucha sigue con todxs lxs que luchan por su libertad.
Un grito de fuerza rebelde y sincero por las almas rebeldes que cruzaron mi camino y que me tocaron con su sensibilidad y su fuerza.
Un saludo especial a Chivo, compañero, hermano, espero que estés bien donde estés, siempre te tengo presente. Y también un abrazo muy fuerte a lxs compañeras de Santa Marta, las llevo en mi corazón.
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