Compañera Claudia López presente!!!
A horas de un nuevo 11 de Septiembre queremos compartir algunas reflexiones que, sin mayores adornos ni elaboraciones, buscan dotar de memoria y contenido el por qué como antiautoritarixs recordamos esta fecha. Sin afán de reducir la lucha a unos cuantos días del calendario, queremos dejar clara nuestra postura para no mezclarnos con el victimismo que ronda esta fecha marcada con sangre en la historia. Por la memoria combativa y por el recuerdo de la vida de la compañera Claudia López asesinada un 11 de Septiembre de 1998. Ni dictadura ni democracia. ¡Anarquia!
1-Sobre 17 años de dictadura cívico-militar.
El 11 de septiembre de 1973 se impuso en Chile una dictadura cívico militar por medio de un golpe de Estado gestado por los sectores más conservadores del poder y apoyado por el gobierno de Estados Unidos.
Para nosotrxs, cada 11 de septiembre representa el recuerdo vivo de la represión y el terrorismo de Estado contra las personas y ante todo contra lxs luchadores rebeldes, tanto en dictadura como en democracia.
Para mucha gente, esta fecha es simbólica en el recuerdo de la dictadura, aquel periodo en que la violencia explicita por parte del poder era un elemento permanente y visible para la mayoría de los habitantes del país, ya que luego del 11 de septiembre de 1973, la dominación estatal se mostró abiertamente represiva, con detenciones, asesinatos, torturas y desapariciones masivas los primeros años, para luego operar un poco más selectivamente sobre los militantes de grupos políticos contrarios al régimen.
Este fue el medio de fuerza utilizado por un sector del poder para aniquilar décadas de organización y lucha expresadas en la auto organización de instancias como los cordones industriales o las tomas de terreno que dieron vida a las poblaciones combativas que luego fueron infectadas de droga por el régimen democrático en la década del noventa.
Pero hace timepo que dejamos de idealizar a lxs explotadxs. Y si bien en la década del 70, gran parte de la masa de oprimidxs en Chile estaba fuertemente politizada y organizada, pero no hay que negar que estas instancias de autoorganización apoyaron en gran medida al proyecto reformista de la Unidad Popular (UP), la coalición de partidos de izquierda que llevó al gobierno a Salvador Allende en 1970.
Allende, dejémoslo claro desde ya, no es nuestro compañero, como la izquierda lo plantea. Ningún presidente puede ser nuestro compañero. La figura de Allende representa lo más reaccionario del socialismo que pretende canalizar las energías de lucha hacia proyectos estatistas de transformación social por la vía electoral y pacifica.
Es la repetida imagen de un gobierno “popular” que al fin y al cabo representa los intereses y proyectos etapistas de una cupula de organizaciones y partidos politicos en el poder. Pasó en Rusia en 1917, pasó en España en 1936, pasó en Cuba en los 50, y así podemos estar horas enumerando ejemplos. El caso de Chile es muy particular porque atrajo la atención del mundo entero. Eran tiempos de la Guerra Fría en que el mundo estaba dividido entre los Estados seguían el proyecto de dominio democrático capitalista del imperialismo yanqui y los Estados que seguían en modelo socialista autoritario de la Rusia Soviética. Capitalismo y socialismo eran las ideologías en juego. En el campo marxista más radical (no aquel que se encuadraba ciegamente con el proyecto totalitario de Rusia) habían individuxs organizados en grupos armados que se cuestionaban si era posible hacer una revolución por la via electoral. Esa interrogante se plantearon grupos como las RAF de Alemania, siguiendo atentos el proceso chileno.
La ingenuidad del gobierno de Allende y su postura pequeño burguesa lo llevó a pensar que la burguesía y el capitalismo internacional iban a quedarse sentadxs viendo como un Estado socialista les expropiaba sus empresas y cómo por debajo lxs rebeldes desbordaban lo permitido por el gobierno, corriendo cercos en los campos para socializar la tierra o tomando las armas para defender las tomas de terreno o las industrias ocupadas. Gran error, pues los militares chilenos y de otros países de Latinoamérica ya estaban siendo entrenados por USA en tecnicas de aniquilamiento, tortura y estrategia bélica para librar una guerra contra cualquier sublevación o cualquier proyecto de izquierda que intentara acceder al poder. A la par, estudiantes burgueses de la Universidad Católica de Chileestaban siendo instruidos en la Universidad de Chicago en la manera de instaurar en Chile los postulados del neoliberalismo que se estaban forjando con las teorías del economista Milton Friedman y necesitaban un campo de experimentación.
Por eso Allende no es un compañero. No combatió el sistema de dominación sino que comenzó a reformarlo poniéndose a la cabeza del Estado, y el Estado siempre es un mutilador de la libertad. Ejemplo de ello es que durante el gobierno de Allende también se condenó, encarceló y asesinó a quienes intentaban radicalizar el proceso dirigido desde arriba por el gobierno izquierdista. Fue el caso de la Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP) un grupusculo marxista leninnista que tomó las armas contra la burguesía y contra el gobierno de Allende, siendo condenados incluso por el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), organización que acusó a las VOP de ser agentes de la CIA. Integrantes de las VOP aniquilaron al ex ministro Edmundo Perez Zujovic durante el gobierno de Allende, por ser el responsable de una matanza de pobladores ocurrida en Puerto Montt 1969. Esto les costó ser perseguidxs y mostradxs ente la historia como elementos contrarios a la “voluntad popular”, contrarrevolucionarixs, afiebradxs que no respetaban el proceso democrático, etc. A lxs integrantes de las VOP, a su historia y su memoria, rompiendo con las cadenas de toda ideología, nuestro más sincero respeto.
Entonces, ni Allende ni el socialismo, ni la vía electoral, ni el control obrero de la producción. Sí la autoorganización , la solidaridad y el desborde rebelde fuera de la ley. Eso rescatamos y a eso le temía realmente el sector conservador del poder más que a un gobierno reformista. A esa cultura de organización politica y apoyo mutuo la dictadura se dedicó a aniquilar por medio de la violencia y de la instalación de una sociedad capitalista neoliberal.
2-La democracia, otra forma de dominación.
La vuelta a la democracia en 1990 fue el producto de un acuerdo entre los representantes de la dictadura y los sectores moderados de la oposición democrática para sacar al pais de la agitación social y politica que inundaba las calles por el descontento a la dictadura y la miseria en que el sistema economico impuesto tenía sumido al país. Es sabido – pero nunca es malo recordar- que durante la década de 1980 se llevaron a cabo agudas jornadas de protesta contra el régimen y también se desarrolló el accionar de organizaciones politico-militares marxistas leninistas que utilizaron las armas, el sabotaje, secuestros a militares, expropiaciones, trabajo de base y un extenso arsenal para atacar a la dictadura, comprendiendo luego algunxs de ellxs que el enemigo era el capitalismo y no solo su variante de gobierno dictatorial. Eran el ya mencionado MIR, el Frente Patriotico Manuel Rodríguez (FPMR) y el Movimiento Juvenil Lautaro (MJL). Esta agitación social y estos grupos armados estaban poniendo en jaque el sistema y bien pudieron hacer encauzar el descontento social contra la dictadura hacia caminos revolucionarios. Por eso fue necesario para los poderosos retornar a la democracia, con sus ilusiones de libertad, participación y justicia social. La gente, ansiosa de ver finalizada la dictadura creyó las promesas de cambio social, participó del espectáculo de un plebiscito y durante la década de 1990 el gobierno de centro-izquierda de la Concertación se encargó de continuar y profundizar el trabajo realizado por la dictadura en materia económica, social y represiva.
Son ellos/as los responsables de transformar los recursos naturales en mercancía , de desarticular los lazos de lcuha insertando en los barrios el narcotráfico, la competitividad, el individualismo capitalista, el miedo a la delincuencia y la confianza en los organismos policiales. Se volvieron delatores, articularon organismos represivos que continuaron el trabajo del regimen anterior y se dedicaron a torturar, encarcelar y aniquilar a lxs combatientes que no se rindieron con la ilusión democrática. Crearon la Cárcel de Alta Seguridad para encerrar a lxs subversivxs y dijeron que en Chile no existían presxs políticxs. Ellos/as coparon las calles de cámaras y policías y llamaron a la gente a cooperar. Fueron ellos/as quienes dijeron que ya no había necesidad de luchar, criminalizaron la rebeldía y ejercieron una represión brutal en territorio mapuche y donde quiera que se expresara el descontento. Todo esto hicieron estxs hipócritas…y lo hicieron con el silencio cómplice de la mayoría de la sociedad.
3-En medio de la dominación democrática nuevos combatientes se levantan desde la autonomía: compañera Claudia López presente!!!
Pero en medio de la inmovilidad y la aparente paz social de los noventa, voces combatientes se levantaron y actuaron contra la nueva forma de dominación y enajenación. Fueron presxs políticxs al interior de las cárceles del Estado democrático, fueron sus familiares y entornos solidarios quienes se movilizaron y mostraron al pais y al mundo que este no era el país de la alegría que le pintaron a la gente. Pero también fueron otros compañerxs anónimxs, quienes desde la autonomía comenzaron a irrumpir en espacios universitarios como el mítico Cordón Macul y rompiendo el miedo y la pasividad reinantes llevaron a cabo cortes de calle y enfrentamientos con los guardianes del orden.
Estos compañerxs, siempre minoritarixs, levantaron sus barricadas atacando la normalidad opresiva de la dominación democrática, pusieron en el tapete ideas revolucionarias en tiempos que muchos planteaban la derrota de todo antagonismo al mundo capitalista y, por sobre todo comenzaron a dar vida en la práctica a la hermosa experiencia de la autonomía y la organización horizontal antiautoritaria.
Entre estxs compañerxs, estaba Claudia López, estudiante de danza que junto a otros compañerxs participaba de las barricadas del Cordón Macul. Ella es el reflejo de una generación de compañerxs que decidieron darle continuidad al conflicto con los poderosos en medio del letargo de los oprimidos y luego de la desarticulación de los grupos armados marxistas. Ahora eran ideas y valores anárquicos los que comenzaron a expresarse en la acción violenta de estos compañerxs, con lógicas organizativas y propuestas de vida que renacían luego de la hegemonía marxista en el entorno revolucionario chileno. No los idealizamxs, rescatamos su decisión de luchar y son nuestro precedente en el desarrollo de la ofensiva antiautoritaria.
La compañera Claudia López fue asesinada un 11 de Septiembre de 1998. Los policías le dispararon por la espalda mientras participaba de una barricada en la población La Pincoya. Murió en combate. Su muerte fue el preludio de otras muertes perpetradas por el orden democrático: Daniel Menco, Alex Lemún, Jhonny Cariqueo, etc,compañerxs representativos del nuevo sujeto que se convirtió en el nuevo “enemigo interno” del Estado, el nuevo objetivo a reprimir por parte del poder desde comienzos del 2000: anarquistas, mapuches, encapuchadxs.
Cuando algunxs de nosotrxs, anarquistas / antiautoritarios salimos a las calles cada 11 de Septiembre, lo hacemos para demostrar la continuidad del legado dictatorial, dejando claro que la democracia también tortura y asesina, que domina, somete y engaña con técnicas más refinadas.
Pero la muerte de la muerte de la compañera Claudia López un 11 de Septiembre le da otro significado a esta fecha histórica. Nos sentimos llamados a mantener vivo en la acción el recuerdo de la compañera, una muchacha común y corriente que decidió romper en su vida y en la calle las cadenas de la opresión, a pesar del siempre adverso contexto de masiva enajenación social.
Porque la memoria combativa no es otra cosa que el recuerdo permanente de las vidas de compañerxs y experiencias que alimentan nuestra permanente lucha en el presente y sus proyecciones. Que su vida no se apague. Que se encienda con cada barricada.
…Porque nuestra memoria es combate y acción antiautoritaria.
¡¡¡ 11 de Septiembre a la calle !!!
¡¡¡Compañera Claudia López, presente!!!
Sin Banderas Ni Fronteras, núcleo de agitación antiautoritaria.
[Re edición de texto publicado en 2011]