«… has de ser rápido como el viento; si avanzas lentamente, majestuoso como el bosque; en la incursión y el pillaje, semejante al fuego; si detenido, inconmovible como las montañas. Insondable como las nubes, desplázate como el relámpago».
En un mundo de apariencias, es fácil ocultarse tras las palabras. Muchos que hablan con vehemencia contra este mundo, en realidad no pondrían su comodidad en riesgo; preferirán ser chivatos; preferirán quedarse callados; preferirán engañarse con una publicación en Facebook, Instagram, o en algún lugar donde el ego sea aplaudido.
Es importante darse cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor. Abrir los ojos, desentumecer el cerebro, dar calor al corazón, y buscar entre las imágenes de plástico y falsedad, aquello que nos puede liberar; la acción de aquellxs que tiene un lazo ancestral con todxs lxs rebeldes, subversivos, revolucionarios… porque aquí se trata de aquellxs que de verdad quieren y desean acabar con este mundo de miseria y explotación, y de aquellxs que no lo quieren, aunque hablen todo el día de política…
El estado y el capital nos quieren mantener aislados y enajenados; pero basta un acto de revuelta, una fractura en el orden, para reconocer que en las calles existen muchos guerrerxs planeando y atakando, conspirando y acechando al enemigo histórico de la clase oprimida.
Es fácil montar actividades «sociales»; sin embargo es difícil hacerlas confluir en la ruptura con lo establecido: pasa lo mismo con la violencia política. Cuando la acción directa se encierra sobre sí misma, construye un terreno donde el estado puede golpear con facilidad, e incluso usar nuestra propia violencia a su favor.
Ciertamente no existen fórmulas para el ataque, pero sí existe la infinidad de experiencias de nuestrxs hermanxs a lo largo del tiempo y el espacio, y en ellas están los aprendizajes que necesitamos para avanzar en nuestra actividad rebelde.
No hay que subestimar a nuestro enemigo. En ese sentido, el estado es muy hábil para recuperar para sí la acción violenta y subversiva. Entre ese poder, se encuentran todos los intelectuales que solo hablan, todos los poseros, arrepentidos, todos los cobardes intoxicados en su comodidad; en suma, todos aquellos que hablan de la idea, pero que en verdad no kieren ni desean una rebelión.
Es importante saber que hay compañerxs atakando, buscando complicidades y dando respuestas a las problemáticas de la insurrección. Es valioso reconocernos en la calle, no en un carrete, en un diálogo virtual o en una convivencia pseudorevolucionaria. En la calle, en una barricada, en una revuelta, en una asamblea promoviendo la acción directa, en una afinidad astuta y sagaz, en la fila para la visita en la cana… El empuje y el coraje de mis hermanxs asumiéndose en la lucha kontra la opresión, llevándola al plano concreto de los actos, de los sentidos y sentimientos, del odio hacia un mundo ke parece una cárcel.
Hoy, mientras juntan plata para reconstruir una catedral culia fea, en el mundo miles sufren de hambre y de guerras; mientras publicas tu indignación por un animal extinto (para luego irte a tomar éxtasis), el estado, kon la ley de aula segura, persigue a secundarios rebeldes: allana sus hogares, los reprime y los kiere encarcelar.
¿Entonces, que quieren hacer? Palestina, África, México, Wallmapu, lxs presxs: ellxs no necesitan una frase bonita y rebelde; ellos necesitan que pasemos a la acción!!
Hay ke atacarlos. Hay que destruir todas las estructuras de su poder, y a todos los que hacen posible la fuerza que sostiene al estado y al capital. Hacer que el odio contra este obsceno mundo de cárceles estalle por doquier. Pero no caer en la irresponsabilidad burguesa. Aprender, reconocer nuestra propia fuerza, nuestro talento y nuestra debilidad. Konoce a tu enemigo, y con sagacidad y astucia, golpearlo donde es débil.
…y la convicción. La acción violenta contra el orden de los rikos no es una diversión al estilo post-moderno. No es un romanticismo del sXXI; en ello no hay convicción. Cuándo hay convicción, nuestro atake suma, nuestra mente se hace fuerte, y no existe cárcel ni ejército que logre quebrar nuestro deseo de ver arder al estado, al capital, a las cárceles y al patriarcado.
…porke el poderoso no va dejar por las buenas su poder. Porke son ellos los que tienen las armas. Porke ellos deben desaparecer. Porke ellos han traído la muerte y la miseria a este mundo. Porke ellos son los asesinos.
¿Aun dudan de atacar?
Un fraterno saludo a todxs mis hermanxs, ke luchan y combaten kontra la opresión; desde Rojava a Grecia; desde Haití a los liceos de Santiago.
Desde algún lugar de la cana.
Abril 2019.
Nota de lxs editorxs del Boletín “La Bomba”: La presente publicación que compila acciones de violencia política en Chile inicia con un texto a modo de editorial que a sido escrito por un Prisionero Anarquista que actualmente esta cumpliendo condena bajo la nefasta Ley de Control de Armas. Hay que recordar que actualmente esta ley ha sido modificada por lo que si una persona es detenidx portando artefactos incendiarios, explosivos, armas de fuego y/o armas artesanales la posibilidad de quedar bajo prisión preventiva con posterior condena (que va desde los 3 años y 1 día de prisión) es alta.
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