SOMOS MALAS Y PODEMOS SER PEORES: ¡SOMOS SU PEOR PESADILLA!
“Provocación” e “Ilegalidad” es toda acción que no es ejecutada por el Estado y excede sus leyes y normas; es por eso que las autoridades insisten en presentar la guerra anárquica contra el sistema de dominación como una “provocación” que busca desatar la represión. Pero la realidad nos enseña que la represión está aquí y ahora y se practica desde el poder de forma cotidiana ya sea de manera velada o de forma brutal.
El Estado continúa ejerciendo el monopolio de la violencia y solo está dispuesto a compartirlo con los grupos del llamado “crimen organizado” con quienes también comparten ADN, demostrando que no hay nada nuevo en su Cuarta Transformación. Como hemos dicho siempre: son los mismos perros misóginos ahora con el collar de color guinda.
Finalmente la rabia antisistémica logró contagiar de furia a amplias fracciones del llamado “movimiento feminista”, tristemente dormidas hasta la tarde de ayer. Al fin han comprendido que el pacifismo es el cómplice más activo del poder patriarcal y la dominación.
Nosotras hemos expresado siempre que no somos feministas. SOMOS ANARQUISTAS y por eso luchamos contra el Patriarcado, no por el feminismo. Conocemos la ideología feminista y la vemos cotidianamente en “acción”, ocupando curules y puestos públicos, encaramándose sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos para propagar “la Patria feminista” como declaraba una senadora de MORENA, olvidando (consecuentemente) que la Patria es el territorio del Patriarca.
Ni Martha Lucia Michel ni Marta Lamas ni Marilú Razo ni ninguna de las feministas sistémicas (políticas, académicas y dialogueras) nos representan. Su reacción contra la violencia purpura y negra, su amasiato con la Sheimbaum, solo refuerza su condición de oportunistas en busca de hueso, por eso le lamen las botas y le chupan los wevos a su presidente.
La mejor muestra de su complicidad es el hashtag #ellas no nos representan, afirmando que con la violencia antisistémica empañamos “la defensa de los derechos de las mujeres”, promoviendo la pasividad cómplice e imponiendo la conducta políticamente correcta del “pueblo bueno”.
Nosotras no somos Pueblo. Ser “pueblo” es delegar nuestra realidad como mujeres, nuestra libertad y nuestra autonomía a Otro, es negar nuestra individualidad y nuestra esencia. SOMOS GUERRERAS ANÁRQUICAS EN LUCHA CONTRA EL PATRIARCADO.
Somos conscientes de que estamos en guerra y sabemos quienes son nuestrxs enemigxs. Sabemos a qué nos enfrentamos, como también conocemos quienes son lxs aliadxs del sistema y quienes nuestras cómplices. Reconocemos lo que otras callan: la presencia en palacio nacional de un fascista misógino y sexista, pro-vida, ultraconservador y evangélico al que se ha aliado la izquierda en su constante oportunismo para “tomar el poder” a toda costa.
Por eso, nosotras no pedimos justicia a nuestros verdugos ni la destitución y el castigo de sus pinches cerdos violadores. Eso sería distinguir entre policías buenxs y policías malxs. Para nosotras el mejor policía es el que está muerto.
Nosotras no queremos diálogo, por eso no ponemos límites a la revuelta. Nuestros deseos de destrucción y nuestras ansias de libertad no se quedarán atorados en los atrapasueños: seremos su peor pesadilla!
Si algún día no volvemos a casa: No prendan velas, prendan barricadas!
¡Ni Dios, ni Estado, ni Amo, ni Marido!
¡El Estado-Capital, con AMLO o sin AMLO, patriarcado es lo que teje!
¡Destruyamos todo lo que nos domina y condiciona!
¡Solidaridad anárquica con todas las compañeras y compañeros presos alrededor del mundo!
¡Contra la civilización patriarcal!
¡Por el control de nuestras vidas!
¡Por la destrucción del género!
¡Por la tensión anárquica insurreccional!
¡Por la Anarquía!
¡Fuego a todo lo existente!
Féminas Brujas e Insurreccionalistas (F.B.I)
Ciudad de México, sábado 17 de agosto de 2019.