Recibido el 20/03/2020:
Estamos en toque de queda. Se nos ordena: «quédate en casa».Solo se permite lo que es más necesario para la supervivencia, pero nunca se menciona de quién es la super vivencia de la que nos hablan.Aun así somos recibidos por procesiones de furgonetas antidisturbios de la policía <luces intermitentes,muestra de fuerza) que nos informan que tenemos que irnos a casa. Hacer el mínimo de actividades diarias es un peligro para la salud pública. Ya están diciendo en Italia que es sorprendente lo rápido que olvidamos: lo que es hablar con un desconocido, tocar a alguien,encontrar un momento inesperado en medio de la llovizna gris del Capital. Los campos de trabajo y los templos de consumo están abiertos, pero los estantes están casi vacíos. Tenemos una responsabilidad social, dicen.El sistema de salud no puede hacer frente y somos nosotros los que tenemos que salvarlo.lAlguien dijo algo sobre la financiación?
Un enemigo invisible.El género de las películas apocalípticas.La causa no es importante, si es solo una gripe al final de cuentas,pero la respuesta es crucial. No estamos midiendo el número de muertes sino las capacidades del poder. La gripe porcina y el SARS no lograron conquistar el mundo,pero esta vez lo han logrado.Todo lo que vino antes fue un mero prototipo del producto final:un terror perfectamente intangible que exige nuestra completa sumisión. Es como si El cuento de la criada, en todo su controvertido éxito, fuera un ensayo antes del acto principal.
Las olas de migrantes continuarán bañando las aún más hostiles costas europeas. El confinamiento solitario se convierte en el estado permanente de los presos. Empresas de seguridad limpian silenciosamente después de las funciones matutinas mientras estamos distraídos en la sala principal. La interacción física se reduce a una sospecha orwelliana, mientras que el espectro de la emoción humana se expresa a través de la selección de emojis preestablecidos en Whatsapp. Facebook se ríe mientras la historia esta siendo escrita a través de lnstagram con todas nuestras citas rebeldes.
Ya hemos hablado demasiado sobre el supuesto alcance y la gravedad del COVID-19. Lo importante ahora es analizar quien se beneficiará y quien paga el precio.El sistema económico capitalista se basa en la inversión, pero esta vez se está muriendo de hambre y se encuentra listo para el quiebre.Cuando todo esto termine,cuando nuestros gloriosos benefactores nos hayan salvado de una ruina asegurada y recibamos de nuevo con los brazos abiertos una economía agotada que nos estaba jodiendo antes de «la pandemia», tenemos que pensar dónde estaremos.
CONTRA LA CUARENTENA
CONTRA EL ESTADO Y EL CAPITAL