Recibido el 20/10/2020
Revindicamos la revuelta que se inició el 18 de octubre 2019 como un proceso vivo y activo, sostenido por quienes se ponen la capucha y el pañuelo y salen a las calles a enfrentar al enemigo cara a cara, rebelándose al miserable lugar de sumisos consumidores que el capital les asigna y recuperando la vida y la libertad negada.
Nos mueve el deseo de que la Revuelta se haga costumbre en todos los territorios y lugares donde el autoritarismo anide, como fuerza liberadora que haga que nuestras vidas sean dignas de ser vividas.
Esta insurrección no es huérfana ni espontanea, generaciones de guerrerxs han dedicado su vida a combatir a esta patria que intentaron fundar sobre el genocidio mapuche, consecutivas matanzas obreras, años oscuros de fascismo y a su hijo prodigio el neoliberalismo salvaje. Las brasas de la rebeldía nunca pudieron ser apagadas y nunca lo serán, y cuando el viento es propicio provocan el incendio iconoclasta que ante nada se arrodilla.
Ni perdón ni olvido, recordamos día a día a nuestrxs muertxs y desaparacidxs. A lxs mutiladxs, secuestradxs y perseguidxs por el Estado asesino, ellxs nos acompañan en la lucha e inspiran a descargar nuestra rabia.
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