Fotos y texto recibidos el 16/11/2020
Un fantasma recorre las calles. Evadiendo el control. Desafiando la vigilancia. Dejando el mensaje irreverente en la piel reseca de las ciudades.
Hace unas semanas unx luchadorx social es condenada por hacer una pintada en el centro de Montevideo, al cumplirse un año del comienzo de la revuelta de la región chilena. Condenada por la ley de faltas que dejó la izquierda al gobernar y hoy usa la derecha en el poder. El delito de dejar un mensaje perturbador en el «espacio público» deja al descubierto la gran mentira de la democracia, en la cual somos (de)formadxs desde niñxs. Nos dicen que somos parte de una sociedad, pero sólo tenemos obligaciones y nunca beneficios. Todo está bien si producimos y consumimos pero toda la violencia se desata en nuestra contra si osamos poner en cuestión este orden aunque tan sólo sea con una lata de pintura. Las calles y las veredas de las ciudades que supuestamente son territorio de lo común, están de hecho tomadas por la propaganda del capital y por los símbolos del autoritarismo, violencia simbólica que nos penetra día a día quiéramos o no modelando nuestro inconsciente. La voz del capital tiene el derecho porque la ley y el derecho son la garantías del funcionamiento del capitalismo. Por lo tanto es lógico que la protesta sea un crimen. Y la protesta debe estar dispuesta a romper la ley si pretende llegar a sus últimas consecuencias.
Es así que más allá de las prohibiciones y las leyes que pretenden acallarnos, el grafiti insolente y atrevido (ese que no se deja mercantilizar) sigue manchando salvajemente el decorado civilizado de la ciudad, máscara que esconde la crueldad capitalista.
Y para que les quede claro que si tocan a unx tocan a todxs, coordinamos esta respuesta. Quieren acallarnos con el miedo a la ley pero redoblamos la apuesta. demostramos con la práctica que el control no es total como pretenden hacernos creer. Nos escurrimos por las
grietas de la represión y el poder, burlamos la videovigilancia de su panóptico. Nos sobreponemos al miedo y salimos de la actitud defensiva y victimista.
Y en nuestras acciones recordamos al PLEF, grafitero muerto por las balas fascistas de esos buenos ciudadanxs que mantienen y son mantenidxs por esta farsa.
5 DE NOVIEMBRE- GRAFITI ES RESISTENCIA
REGIÓN CONTROLADA (menos de lo que quisieran) POR EL ESTADO TERRORISTA URUGUAYO.
CANELONES, MALDONADO, LAVALLEJA.