Recibido el 09/11/2021:
Manifiesto por la memoria iconoclasta
Anonimato
En lo que respecta a este texto, no se deben hacer segundas interpretaciones. Sospechar de lo que aquí esta escrito nos da igual, no es una verdad a seguir, sino más que la practica de complicidad y anonimato, subvirtiendo el orden, agrietando cadenas. Será conciso el fin del ejercicio de memoria, uno más dentro de las múltiples formas de atacar el olvido, con el objetivo de traer historia de lo que sin segundas interpretaciones, fue la dicha, la vida, la alegría, las lagrimas, los escupos, la terribles heridas que magullan la existencia en lo que ha sido la puesta en practica de la guerra contra el orden social, el Estado, la ciudadanía y todo lo que han impuesto, y que desde nuestra médula no para de brotar para producir capital. La subversión, la nada, las barricadas, la ausencia de panfleto, la puesta en práctica del panfleto, las armas; libros, punzantes, esfuerzo, tiempo, dedicación, amor, odio, pena, preocupaciones, tranquilidad, la dicha antes mencionada. Todo lo que cualquier individuo quiso e hizo con tal de parar la civilización, la muerte, el tiempo y la vida moderna.
Revindicamos la iconoclasia, no esperamos nada de nadie ni ensalzaremos sujetos que decidieron atacar al capital, nos desharemos de los iconos y formas esclavizantes. No elucubraremos grandes relatos e idealizaciones de nadie. Escupimos en lenin y su momia asquerosa que sigue por ahí evitando su pudrición, y atacamos todas las tumbas fascistas. No levantamos héroes porque estos no existen. No creemos que nadie nos liberará más que nosotros actuando, afinando las estrategias, pasar a nuevos objetivos, muchos de ellos defendidos por esa izquierda revolucionaria; ¡populachos que dan asco en sus maniqueismos patéticos!.
La complicidad es nacida del actuar, y las distintas acciones anónimas que la van revindicando. La memoria de Kevin es lo que el mismo quiso plasmar, y dar a conocer de manera pública dentro de lo que fue su presidio. Es una memoria escrita desde la cárcel, atravesada por un cumulo de experiencias, la vida misma que fue asesinada. No hablaremos de mártires, mucho menos sujetos idealizados que no se corresponden con su realidad, no traeremos una memoria que atestigüe un grupo de ideas y directrices a seguir. Nuestra memoria no cree en la revolución porque esto no es más que un nuevo orden, nuevos símbolos, nuevos ídolos, y nuevas mentiras. Practica la insurrección. No queremos orden, queremos caos. La constante práctica y creación de un nuevo mundo que sea acorde a cada sujeto.
Hacemos de esto una herramienta histórica, que nos dota de experiencias para el que hacer del ahora y del mañana.
Odiamos la memoria oportunista.
Revindicamos la memoria iconoclasta.
Kevin Garrido Presente.
Abajo las jaulas de la sociedad civilizada