Recibido el 22/10/2024:
Como ya ha comunicado la red de apoyo de Felipe Ríos, mediante comunicados en las redes de contrainformación, hace un mes que nuestro compañero está recibiendo un hostigamiento continuo por parte de gendarmería de $hile. Concretamente, está siendo trasladado dentro del CPP Bío Bío de un módulo a otro, colocado en celdas de aislamiento, privado de sus afectos y bajo constante amenaza de castigo, por no agachar la cabeza a cada orden arbitraria de los pacos.
Pipe lleva más de 4 años preso, luego de permanecer casi dos años en clandestinidad. A través de sus comunicados hemos podido saber que dentro de la cárcel no han doblegado su convicción contra el Estado y el capital y que se ha mantenido crítico a las dinámicas carcelarias que oponen a unxs presxs contra otros, potenciando códigos diferentes a los autoritarios que se reproducen en las malditas cárceles. Esa convicción porfiada del compañero, implica un desafío enorme, porque no es el mismo camino que el de la mayoría de la población carcelaria. Por lo tanto esta mediado por una cuota grande de soledad, pero a la que se ha enfrentado dignamente y con la frente en alto en todo momento.
Sus escritos, especialmente su comunicado «A 7 años del caso 21 de mayo» ha sido recibido por nosotrxs, en cada una de nuestras trincheras clandestinas, como un grito de guerra que nos trajo ánimos en momentos difíciles del empedrado camino que nos toca transitar hace ya 6 largos años. A este punto, aunque nuestros caminos se bifurquen, llegamos porque hemos sabido ser consecuentes y llamarnos al silencio. Desde un comienzo fue claro para todxs que frente a la pantomima de juicio lleno de irregularidades que nos condenó, la colaboración en cualquier grado con la yuta y los fiscales nunca fue una opción. Nos consta que Felipe, así como nosotrxs, se ha mantenido consecuente con esta decisión en todo momento, aunque se está llevando la parte más dura de la misma, cumpliendo una condena de 12 años.
Los hechos por los que se nos condenó son consecuencia de un hecho insurreccional incendiario en una manifestación en Valparaíso el año 2016, con motivo de la cuenta pública de la entonces presidenta Michelle Bachelet, que iba por el segundo de sus mandatos, ambos marcados por la sangre de los peñis Matías Catrileo, José Quintriqueo, Johnny Cariqueo y Jaime Mendoza.
Una parte importante del desenlace de aquel imponente incendio en el centro de Valparaíso, no fue el deseo de ningunx de quienes suscriben, y cargamos con ese peso en la mochila de nuestra fuga. Jamás nos fue indiferente. Pero en el camino tuvimos tiempo de pensarlo con seriedad, contrastarlo con tantas pérdidas de esta lucha contra el asesino y torturador Estado chileno, y entendemos que la violencia revolucionaria no siempre sigue el cauce esperado por quienes encienden la mecha. Si algo nos enseña este caso 21 de mayo, es que el desborde insurrecional no puede ser controlado completamente en su desenlace. Entender eso es madurar en la lucha. Condenar aquel incendio desde la altura moralista perjudica más a la lucha que a nuestras convicciones, que permanecen intactas a favor de seguir promoviendo el ataque incesante contra el Estado y el capital.
El cawineo, las difamaciones, los intentos de denostar no son nuevos, se esparcen en los diferentes entornos revolucionarios de toda índole en el territorio. Nos oponemos radicalmente a estas prácticas y hacemos un llamado a cortarlas de raíz allí donde surjan.
Como ya es evidente, quienes escribimos este comunicado no buscamos figurar, la clandestinidad no es compatible con andar haciendo declaraciones públicas. Salir a escribir hoy este comunicado es un riesgo que asumimos porque Felipe es un valioso compañero, de nosotrxs y de las luchas que cada unx reivindicamos. Extendemos estas palabras solidarias con él, con su consecuente forma de llevar la prisión política y en respuesta a la solidaridad que nos consta ha mostrado hacia otrxs presxs en estos años.
A él y a su red de apañe nuestro sincero abrazo revolucionario.
Un saludo cómplice para todxs lxs compañerxs que han debido optar por este camino de la clandestinidad y la fuga, especialmente a Constanza y
Rodrigo donde quiera que estén.
¡Todxs lxs anarquistas, subversivos y mapuches presxs en las cárceles del Estado chileno, a la calle!
¡Abajo los muros de las prisiones!
¡Qué viva la lucha sin tregua por todos los medios posibles contra el Estado asesino y el capital!
Jamás víctimas, jamás arrepentidos
Nicolas Bayer
Hugo Barraza
Miguel Varela