Esta declaración se leyó en una sesión del 4º proceso contra la Conspiración de Células del Fuego (por los 250 ataques).
Antes de posicionarnos sobre las objeciones legales expuestas por los abogados, queremos aclarar algo. En este juicio, hay cuatro posiciones diferentes. La de los jueces, la de los abogados, la de lxs acusadxs inocentes y la nuestra, la de lxs que reivindicaron la responsabilidad de las acciones de la red de la Conspiración de Células del Fuego.
Por parte de los abogados, durante las audiencias previas, hubo un detallado posicionamiento en relación con la presentación de objeciones en el tribunal. Los abogados, entre los que también se encuentra nuestro amigo personal Fragiscos Ragousis, hablando el lenguaje de la ley, no solo subrayan las contradicciones del proceso, sino también muestran su hipocresía.
Hablamos de un espectáculo que ni siquiera guarda las apariencias de su propio escenario democrático. Pero esta farsa llamada juicio nos deja completamente indiferentes. A menudo, los abogados que nos ha asignado el tribunal se encuentran ante un callejón sin salida. Como nos dicen ellos mismos, la forma hostil y decidida con la que afrontamos este proceso los bloquea y les anula la parte de la defensa legal. Renunciamos a la presunción de inocencia, las disculpas y la línea defensiva, así como el beneficio legal de los atenuantes.
Para ser exactxs, vuestras leyes son trapos viejos para nosotrxs. Nuestra visión de vuestra justicia está escrita en las ruinas de los juzgados de Tesalónica que volamos, en el tribunal de primera instancia de Atenas que al que le demolimos la fachada, en las casas de los jueces que incendiamos… No ha cambiado nada porque algunxs de nosotrxs estemos cautivxs. El cautiverio de la cárcel no reduce, ni un centímetro, nuestra decisión de luchar contra las leyes y las instituciones.
Entonces, alguien podría preguntar razonablemente por qué nos presentamos a las sesiones. La respuesta es simple. Cuando estábamos libres o en búsqueda, nuestros ataques eran nuestra manera de expresarnos y, ahora que permanecemos presxs, nuestras palabras, incluso en el tribunal del enemigo, rompen el silencio. El silencio no es aceptable para un/a guerrillerx urbanx anarquista.
Aunque esto no significa que recurriremos a los cadáveres legales de las palabras para hablar de nosotrxs mismxs. Se hizo referencia a la jurisdicción del tribunal. Para nosotrxs no hay tribunal que tenga jurisdicción. No reconocemos ningún oficinista como nuestro juez natural. Solo nosotrxs y nuestra conciencia juzgan nuestras acciones. Nadie más.Se ha hablado también de la mala composición de los jueces. Pero, para nosotrxs, no hay jueces buenos o malos, justos o injustos. Simplemente, hay jueces, es decir, funcionarios del enemigo cuyos nombres son objetivos de la red anarquista de la CCF, sin excepciones.
Se ha mencionado, además, la cuestión del jurado mixto y la presencia del jurado. Aclaremos aquí que somos anarcoindividualistas y nihilistas y que no mostramos ni aprecio ni respeto por el “desdichado pueblo”, cuanto menos a los ciudadanos respetuosos de la ley que se sientan en el banquillo del jurado. Este pueblo «desdichado», que hoy se humilla, se desgasta y se vuelve miserable, es el mismo que se arrodilla frente a sus patrones compartiendo con ellos los mismos valores, el dinero y el Poder. Es el pueblo que siempre lloriquea, pero que no se rebela nunca, que critica, pero sigue creyendo siempre en nuevos líderes-salvadores, que siempre grita pero nunca actúa. Para acabar, pues, con las polvorientas ideologías revolucionarias – ninguna oveja se salvó balando. En contra de las ovejas y los pastores, estamos lxs lobxs.
En cuanto a la definición de “crimen político”, nosotrxs no buscamos la evaluación de nuestras acciones dentro de jurisdicciones y artículos del código penal. Nuestra praxis la definimos nosotrxs mismxs y la manera en que intervenimos en el curso normal de la Historia para desbaratarla. Solo a través del desbaratamiento violento de la Historia, el ser humano alcanza la cima de sus pensamientos y acciones. Nos posicionamos lejos de la, supuesta, separación altruista entre político y criminal. Lo político y lo criminal son conceptos diferenciados por el Poder y no los adoptamos. Simplemente existe la responsabilidad de afirmar: “estx soy yo y continuaré la guerra con todos los medios”. El pensamiento y la praxis, para nosotrxs, es uno. Esta es la Conspiración de Células del Fuego. El encuentro de la teoría con la práctica por la destrucción del sistema. En cuanto a la motivación altruista de nuestras acciones, esto es solo una abstracción romántica, pero incapaz de enfrentarse a la vida real. La anarquía es la exigencia egoísta a nosotrxs mismxs para tomar las riendas de nuestras vidas. Para definir nuestra existencia. Para golpear lo feo. Más que nada, es una apuesta existencial y no una receta para la salvación social. Así que no somos altruistas y no actuamos en nombre del vil pueblo. Somos anarquistas egoístas y no aceptamos atenuantes. Sin embargo, hemos elegido el peso de nuestras elecciones y no tenemos la intención de ablandar nuestras decisiones.
En cuanto al posible peligro para la vida humana, ya lo hemos dicho en otros procesos. Las opciones de cada unx de nosotrxs definen nuestras vidas. Hay decisiones que son hostiles y cuyos exponentes son objetivos para nosotrxs. Las acciones y los pensamientos de un/a guerrillerx urbanx anarquista buscan multiplicar el peligro para la vida de los enemigos de la anarquía y de los oficiales del Estado. Es obvio que la Conspiración de Células del Fuego ha contribuido a la proliferación de este peligro y continuaremos haciéndolo.
Por todas estas razones y muchas más, ni os molestéis en responder a las objeciones porque nos trae sin cuidado. Rechazamos la hipocresía del diálogo democrático y escogemos mantener armadas tanto nuestras palabras como nuestras armas. Siempre en la orilla de enfrente, siempre en el ataque.
Lxs compas presxs de la Conspiración de Células del Fuego FAI/FRI