Un sindicalista, Nikos Saritzoglu, quien trabajaba en las canteras de Áraxos, ya ha sido condenado a un mes de retención en la cárcel infernal de Koridalós, en Atenas. Había sido emitida una orden de detención contra él, por una pequeña deuda. No obstante, la orden jamás se le notificó. El trabajador fue detenido de forma taimada el 9 de diciembre de 2010, mientras estaba luchando por el mantenimiento de los puestos de trabajo en las canteras. Desde entonces se encuentra detenido, y espera ser juzgado en marzo de 2011. Un empleado sindicalista, un pequeño deudor, se mete en la cárcel de una manera que se asemeja claramente a las de una junta militar, al mismo tiempo que los políticos (entre otros) están saqueando y han hecho quebrar todo un país.
El cantero fue detenido fuera de la sede del canal de televisión de Patrás, Tele tiempo. Un oficial del Servicio de Inteligencia de la ciudad lo llamó por teléfono y se hizo pasar por periodista de este canal. El supuesto ‘periodista’ (en realidad un policía secreto) pidió al sindicalista una entrevista sobre el tema de las canteras de Áraxos (que cerraron a finales de 2010 y muchos trabajadores quedaron desempleados). El policía secreto instó a N. Saritzoglu a defender en la tele el mantenimiento los puestos de trabajo de sus 120 colegas. El sindicalista se puso de acuerdo. Cuando llegó fuera de la sede del canal de televisión, unos policías vestidos de civil lo estaban esperando y lo arrestaron por ser deudor al Estado.
Una acción más de la Policía griega que hace referencia a la época de la junta militar, cuando los sindicalistas (entre otros) eran detenidos con métodos ilegales y taimados.