El 30 de Abril Tonni, un chaval anarquista de Madrid, fue secuestrado por su madre y padre y encerrado en un “centro terapéutico familar” (lo que viene siendo física y vivencialmente un reformatorio).
En centros como este se encierra a cientos de niñes por mostrarse insumisas ante las exigencias de sus familias por su ideología, forma de vida, consumo de drogas, o incluso por ser maricas, bolleras, trans…
Esto, a diferencia de los reformatorios convencionales, sin necesidad de orden judicial, a cambio de 4000€ y la acusación de sus familias.
Hace casi tres meses que quisieron cortar lazos que eran irrompibles, quisieron frenar nuestros actos y encerrar nuestras ideas entre muros llenos de psicólogos y videovigilancia. Sin embargo, ni un sólo día de encierro ha pasado desapercibido, la solidaridad entre anarquistas nunca fue palabra escrita y se sobrepone a todas las jaulas, todos los golpes y los abrazos que nos han robado.
El 16 de Julio la amistad y la rebeldía derribaron los muros y nuestro compañero Tonni se fugó del centro en el que le encerraban, escapando de la autoridad que quiso destruirle, para continuar la lucha por la libertad. Aún quedan muros por derribar.
Lo hemos sentido todo; miedo, entusiasmo, rabia, motivación, ansiedad, felicidad… A veces parece que nuestros enemigos van siempre un paso por delante y no podemos siquiera pensar en actuar sin que ellos lo sepan. Pero lo pensamos y lo hicimos, y al fin estamos juntes. La libertad es imparable, y esto lo saben bien los miles de animales humanos y no humanos que logran dejar atrás sus condiciones de encierro y/o explotación. Tú también puedes dejar atrás los muros que nos cercan y ayudar a otres a hacerlo.
Nuestro amor no cabe en sus jaulas, fuego a todas las cárceles y viva la anarquía!
A continuación, transcribimos unas palabras del compañero para los miserables adultos:
“Por cada vez que me dijisteis que no podía contar con mis amigues, que eran malas personas y que me llevan por el mal camino yo me acerqué más a elles y me han demostrado que podía contar con elles. Por cada vez que no aceptásteis mi manera de ser y de vivir yo me alejé más de la vuestra. Por cada vez que me encerrásteis me acabé fugando; del instituto, de vuestra casa, del centro.
Y os podéis ir olvidando de mí, porque no volveréis a encerrarme.”
en portugués