La manera de expresar el apoyo depende de los medios y las posibilidades que tenga cada unx, pero animamos a que, durante este mes, y si es posible extenderlo tanto tiempo como haga falta, se realicen acciones de todo tipo y actividades que visibilicen nuestro posicionamiento y nuestra determinación de no ceder ni al Estado ni a sus chantajes.
Para ello hemos creado la web: okupamadrid.espivblogs.net donde recopilaremos y podrás enviar todas las acciones, comunicados, convocatorias.
Entendemos la okupación como una herramienta de lucha cuyo objetivo principal no es la creación de espacios donde desarrollar actividades lúdico-culturales, sino ser una estrategia de combate en la que teoría y práctica toman forma, al atacar uno de los pilares básicos de la Democracia capitalista; la propiedad. Su importancia trasciende lo puramente logístico al facilitar el acercamiento entre compañerxs, generar redes de afinidad, difusión y solidaridad, puntos de encuentro donde debatir, hacer autocrítica y compartir experiencias. La okupación no es un fin, sino un medio que nos permite organizarnos y conspirar. Una expresión tangible de la idea del “hazlo tu mismx”.
El poder se ha empleado a fondo para eliminar de raíz cualquier proyecto de autogestión porque a través de ellos se evidencia la capacidad de las personas para auto-organizarse al margen del sistema. Las estrategias desplegadas para ello han sido muchas. Desde las formas de represión más crudas; redadas, detenciones, montajes policiales, etc., hasta otras más “amables” basadas en la vía de la negociación. A pesar de las diferencias estéticas, el fin último de todas estas estrategias no ha sido otro que el control y la domesticación (DE NUESTRAS IDEAS Y PRACTICAS) de los movimientos sociales.
Desde hace algún tiempo, el Ayuntamiento de Madrid, uno de los auto-denominados ayuntamientos “del cambio”, ha puesto en marcha una campaña de acoso, intimidación y desgaste contra los centros sociales okupados de la ciudad. Enmascarando sus intenciones reales con una impostada actitud de diálogo, se emplea el chantaje para lograr la asimilación de estos colectivos. Lo que nos han vendido como un ejercicio de tolerancia y entendimiento, como un esfuerzo de creación de tejido social, es sin embargo un intento de desmovilización y debilitamiento de todxs aquellxs que no pasan por el aro. Utilizando mecanismos burocráticos como las revisiones del estado de los edificios o la necesidad de inspección de las actividades desarrolladas, el ayuntamiento ofrece dos únicas opciones: o la regularización o el desalojo. Se da la posibilidad de continuar con las actividades de los centros sociales siempre y cuando pasen a estar supervisadas por la autoridad competente; o bien en su localización actual, pero constituyéndose en asociaciones legalmente reconocidas, o bien solicitando la cesión de otro espacio público. Como método de presión se recurre a sanciones administrativas, precintos, identificaciones y visitas reiteradas de la policía municipal. El marco regulatorio por el cual se establecen las directrices de la cesión de espacios públicos a colectivos de la ciudad, aprobado por el ayuntamiento en febrero de 2016, sienta las bases para polarizar el movimiento de okupación, una vez más, entre proyectos legales e ilegales.
Como anarquistas, creemos que la okupación no puede legalizarse, puesto que su objetivo es precisamente transgredir todas las reglas que la estructura política, social y económica nos han impuesto. Aceptar sus normas supondría legitimar su tutela. Nos posicionamos frontalmente en contra de la creación de espacios okupados bajo el abrigo de cualquier institución del Estado, y rechazamos toda negociación, pacto o diálogo que implique renunciar total o parcialmente a nuestros planteamientos de acción y enfrentamiento directo.
Creemos en el conflicto. Creemos que quien quiere derrotar al Estado no puede combatirlo desde dentro. Por eso, llamamos a la solidaridad con los centros sociales okupados amenazados de desalojo en Madrid y, por extensión, con todas las okupaciones que plantan cara al poder no cediendo a sus amenazas.
La manera de expresar el apoyo depende de los medios y las posibilidades que tenga cada unx, pero animamos a que, durante este mes, y si es posible extenderlo tanto tiempo como haga falta, se realicen acciones de todo tipo y actividades que visibilicen nuestro posicionamiento y nuestra determinación de no ceder ni al Estado ni a sus chantajes.
Multipliquemos las ideas y prácticas antiautoritarias de solidaridad y lucha.
10,100,1000 Centros Sociales Okupados