Siguiendo con las noticias del boletín pasado, nos encontramos en el mes de Marzo donde existen fechas marcadas por la praxis rebelde y subversiva de antaño y que hasta hoy continúa propagándose con diversas ideas, dinámicas y proyecciones nos referimos al Día del Joven Combatiente. Fecha que inicia tras el asesinato de dos jóvenes militantes de la guerrilla del MIR, los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo el 29 de Marzo del año 1985 en la Villa Francia, Santiago.
Las conmemoraciones tras la muerte de los compañeros estaban ligadas a distintas expresiones de la izquierda. Hoy, desde hace bastantes años, la memoria de ellos como la de tantxs otrxs combatientes se han vuelto enviones para el desarrollo de la lucha anarquista en nuestro territorio más allá de colores e ideologías. Pasó con Eduardo y Rafael Vergara Toledo, Norma Vergara Cáceres y con tantxs otrxs guerrillerxs miembros de los distintos grupos político-militares que han existido. Todxs ellxs son parte de la historia de combate contra el Capital y el Estado y son dignos de ser conmemorados en este presente.
Sin duda hay quienes pueden ver esto como un error, el “mezclarse” con otras ideas. Nuestra reflexión es que el sujeto revolucionario, autónomo, anárquico, libertario (o como se autodefina) debe conocer, aprender y desarrollar su propio camino en la lucha que desea dar. La nuestra, la guerra anarquista, la nutrimos con la experiencia de antaño abriendo nuestro campo para potenciar nuestras ideas/perspectivas/prácticas a través de historias de combate, anécdotas, alegrías y tristezas, nos instruimos, indagamos, nos parezca o no lo descubierto, nos sea afín o no y/o reflexionemos “para bien o para mal”. No queremos que nadie nos diga como se camina por la anarquía. Nada ni nadie puede decir que es lo correcto o no -tampoco nosotrxs- nadie debe buscar convencer a nadie, menos dirigir.
Bajo aquella figura, el anarquismo a través de la historia ha existido posicionándose bajo diversas vertientes con conflictos también entre quienes se autodefinen anarquistas. Problemas que han radicado en quienes han buscado imponer “su verdad”, “sus ideas”, “sus formas”, etc. sobre otrxs. Estas prácticas toxicas siguen ocurriendo y no se detendrán, por lo que hay que tener siempre ojo en los proyectos de los que somos parte y/o cooperamos para superarlos.
Cada quien debe asumir el camino que debe cursar. El nuestro, lo guiamos bajo el pensamiento anarquista radical que existe desde su génesis -bajo la violencia revolucionaria- por lo mismo materializamos en un gesto sincero la difusión de la praxis insurreccional que hoy existe. También hay que aclarar que esto no es ninguna apología a las armas ni a la violencia, estas siempre han estado utilizadas por siglos por rebeldes y el Estado. Estas son solo una vía -una herramienta- lo importante es la idea detrás de quien las carga.
Ahora bien, como hablábamos sobre la violencia revolucionaria no pasamos por alto la nueva conmemoración de Mauricio Morales en Mayo, el anarquista que falleció accidentalmente en un acto ilegal conciente, rebelde y libertario cuando buscaba atacar con una bomba la putrefacta institución de Gendarmería de Chile.
Lo que pasó con Maury es un hecho triste, pero a la vez, una consecuencia de una persona que asumió su vida en guerra. Es por eso que lo seguimos recordando, por el valor de su persistencia, del camino que el escogió en vida, el cual lo llevó a levantar actividades políticas, participar de bibliotecas y centros sociales, se disfrazó para animar actividades con niñxs, cantó, escribió textos, apoyó a lxs compañerxs presxs, levantó barricadas, se enfrentó a la policía, entre otras. Transportar una bomba la madrugada de aquel 22 de Mayo de 2009 fue una digna acción de un guerrero, al igual que las demás instancias que llevó acabo.
Para terminar decir que para la anarquía aquellos accidentes no son nuevos, en EE.UU en la época de Luigi Galleani, en Barcelona cuando era conocida como “la ciudad de las bombas” ha habido guerrerxs muertxs, en Italia Aldo Marín Piñones y Attilio Di Napoli, etc. Esto no lo escribimos jamás para la estadística -que no se malentienda- si no por y para la “memoria como arma”. Honor para Mauricio y para lxs combatientes que ya no están, hoy ellxs se han transformado en acción gracias a la persistencia de la praxis rebelde y subversiva que otrxs han continuado.
Editorxs del Boletín “La Bomba”.
Mayo 2018, Chile.
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