Recibido el 11/05/2021:
Vemos como el estado y el capital rigen nuestras vidas, modifican nuestros entornos, nos imponen relaciones sociales basadas en el egoísmo, la competencia, las jerarquías, naturalizando esta ciega forma de obedecer y acatar las instituciones, el trabajo y el consumo.
La mediatización de la pandemia, la tecnología 5G, las «ciudades inteligentes» y el control social, son solo algunos ejemplos de como funciona este aparato.
El circo político Uruguayo:
Mientras la izquierda aboga por la salud del pueblo pidiendo «estado de sitio», la derecha prioriza la economía y el mercado, es evidente que nunca van a ser reales y palpables los discursos de solidaridad, cuidados y apoyo que anuncian con cinismo semana a semana porque pertenecen a intereses específicos para sostener sus privilegios y acumular ciudadanxs.
La necesidad de modificar nuestra realidad se hace cada vez mas urgente, modificarla no para el beneficio de quienes nos explotan, sino de nuestras comunidades, ser protagonistas de nuestras propia historia.
Recorriendo las calles, observando nuestro entorno podemos encontrar puntos vulnerables que nos evidencian que no todo esta controlado y que la insurrección se puede prender en cualquier esquina, rebelarse y desobedecer es el primer paso.
En el mes de abril y culminando el 1ero de mayo, encontramos diferentes puntos donde atacar y dejar un mensaje claro: «Sin lucha, no habrá dignidad». Atacando municipios con pintura y realizando cortes de calles incendiarios, decidimos ponerle fin a la pasividad y agitar la desobediencia. No seamos espectadorxs de nuestra vida, seamos protagonistas.
«AVES DE RAPIÑA URBANA»