A la una de esta tarde del sábado 6 de noviembre, unos cien anarquistas bloquearon las entradas principales de uno de los mayores supermercados de propiedad francesa en Atenas, Grecia, por casi dos horas. Con grandes pancartas, declarando su solidaridad con los que están luchando Francia, el grupo impidió a los compradores que entraran en la franquicia de Carrefour, repartiendo a la vez volantes y textos que explicitaban la lucha que emergió hace más de dos semanas en Francia, una lucha que ha causado graves trastornos económicos a través de bloqueos masivos y huelgas como también rebeldías y sabotajes. Los textos estuvieron siendo distribuidos dentro del supermercado, así como a los empleados. La entrada en Carrefour estuvo prohibida a los compradores y el grupo estuvo presente fuera de las puertas, gritando “La solidaridad es el arma de los pueblos, guerra a la guerra de los patrones” entre pancartas que ponían “!Huelga, Bloqueo, Sabotaje, Resistencia en todas partes!” y “Solidaridad con quienes se están rebelando en Francia”. Los anarquistas entablaron una conversación con transeúntes y potenciales compradores y muchos de estos últimos se mostraron conformes con esta acción. Después, todos los anarquistas juntos marcharon hacia una calle comercial cercana, gritando lemas anticapitalistas y repartiendo más textos informativos. Allí fueron recibidos por la gente con fervor y sonrisa. (En Francia, durante la huelga general, hubo informes aislados sobre bloqueos similares de supermercados Carrefour, ocurridos con el fin de contribuir al bloqueo económico de allí, así como una acción de reapropiación, en la que un carrefour fue saqueado y los productos se repartieron en una marcha obrera).
Inspirado en la rebelión que comenzó a emerger en octubre en Francia, unos anarquistas de Atenas decidieron realizar un evento de solidaridad, y al tiempo contribuir, en pequeña escala, al trastorno de la economía francesa. Esto viene en un contexto en que el gobierno «socialista» de Grecia está aprobando unas medidas de austeridad y uno de cada tres jóvenes está desempleado, mientras que los precios se están disparando. Sin embargo, los anarquistas no están pidiendo una reforma de la economía capitalista o un gobierno más sensible, sino la destrucción total del sistema, desde Grecia a Francia, y, siempre, a través de la solidaridad en la lucha.