Decisión de la asamblea de estudiantes de la residencia universitaria sobre la invasión de la Policía en el local anarquista Nadir

El sábado 4 de diciembre a las 4:30 de la tarde, nos enfrentamos con otra situación sin precedentes en las residencias estudiantiles, en el área en que vivimos. Dos días antes del 6 de diciembre y del segundo aniversario del asesinato de Aléxandros Grigorópulos y la rebelión de la juventud que lo sucedió, en régimen ya de dictadura moderna, del gobierno del memorándum y de FMI, las fuerzas anti-terroristas de la Democracia, fiscales y antidisturbios invaden preventivamente espacios ocupados y desarticulan «sectas de revolucionarios». En el punto de mira está el local Nadir, que se albergaba en el segundo sector de la Residencia. Fue una  invasión provocativa, con la presencia de muchas horas y la posesión del área por las fuerzas de la Policía, de la Brigada Antiterrorista, de personas autorizadas por la Fiscalía y de policías secretos. Evacuaron el área por la fuerza, haciendo sentir su presencia en la Residencia Universitaria, causaron agitación persiguiendo a los ocupantes y a los estudiantes alojados en la Residencia, quienes por casualidad se encontraban ahí, deteniendo a siete personas, pegándoles una dura paliza durante su traslado a la Comisaría Central De Tesalónica.

Estudiantes de la Residencia que oímos el ruido y nos informamos enseguida, nos reunimos en el área, protestando por la violación sin precedentes del asilo en la zona libre y viviente de la Residencia, tal como deseamos y reclamamos que sea. Defendimos nuestra libertad en el lugar en que vivimos, la cual fue vulgarmente violentada y socavada por la Policía. Cuando un estudiante protestó, fue violentamente retenido, acusado de difamación de la Autoridad. Siguió la evacuación del área en plan película de cine, y al mismo tiempo los estudiantes de la Residencia Universitaria, que se iban reuniendo cada vez más, reclamando lo evidente, la retirada de las personas de la Agencia de Inteligencia, que llevaban puestos chalecos antibalas y sujetaban porras. Al exigirles explicaciones nos andaban diciendo que tenían una orden de la Fiscalía, la cual nunca es vimos con nuestros propios ojos. La excesiva ironía, la burla y la intimidación crecieron, ya que a nuestra solicitud de retirarse la Policía se nos dio una respuesta fortaleciendo las fuerzas de represión. Llegaron tres pelotones de policías antidisturbios que impedían la entrada y salida y nos dejaron claro que como siguiéramos obstaculizando la tarea  de la Brigada Antiterrorista en el área del «crimen», o sea en el área en que vivimos, iban a intervenir los antidisturbios.

La actitud de la directora del segundo sector de la Residencia fue muy reveladora y con ganas de bronca. Contribuyó a la ejecución de la operación, no ofreció protección a los huéspedes de la Residencia, fue contraria a las protestas de la gente y procedió a conversaciones en privado con la Policía por algún tiempo, en vez de usar su puesto para presionar hacia la retirada de los antidisturbios.

No olvidemos que la negligencia y la constante actitud de indiferencia de la Dirección son en realidad la fuente del mal. En concreto, no se encargó de una serie de cuestiones relativas al segundo sector, como era debido. Por ejemplo, no se encargó del funcionamiento y la utilización del espacio, ya sea como sala de lectura o como cafetería y o lavandería.  Como consecuencia de esto fue la apropiación la ocupación del espacio con el nombre Nadir, la existencia de la cual fue falsamente utilizada como pretexto para la invasión de la Policía. Esto es indicativo de cómo la actitud de la Dirección puede funcionar de una manera problemática para los estudiantes alojados en la Residencia (véase la intimidación y las amenazas de desalojo que recibieron unos estudiantes, de imposición inmediata de alquiler, así como el tratamiento irónico, etc.). La depreciación de los directores a las demandas fijas y las reivindicaciones combativas de la Asociación de Estudiantes, bajo el pretexto del cumplimiento de la representación en los órganos de cogestión, nos ha conducido a una situación, en la que, igual que Hacienda, nos reunimos  y nos comunican que más vamos a sacrificar, cuánto vamos a retroceder con respecto a nuestros derechos. Para plantear un ejemplo ilustrativo, el restaurante está parcialmente privatizado, ya que una parte significativa del personal es contratada por el contratista de la empresa de abastecimiento (catering) «Jútos» y se está encaminando su privatización total. A la vez, se está promoviendo el cierre bajo llave de los pisos para hacer frente a la ola de robos y conseguir la seguridad. No obstante, el tema de la seguridad,  está integrado en la cuestión de las condiciones de vida e de la infraestructura, es decir, en la necesidad de un cambio inmediato de los marcos, puertas, ventanas y cerraduras que están viejos. Y mientras la Dirección ha decidido desprenderse de su inercia por nuestra «seguridad», nosotros hacemos una contrapropuesta por asegurar nuestros derechos al alojamiento público y libre y sin tener que abonar ningún alquiler a la Dirección, la cual está tratando de imponérnoslo.

En cada rincón hay Policía, la Dictadura no se acabó en 1973

No vamos a permitir a nadie, y mucho menos a la Policía que nos amenace en nuestra propia casa. En un área animada y activa como la de la Residencia, un área de alojamiento para estudiantes, es por lo menos no deseado quien invade de una manera desvergonzada y sin haber sido provocado. Este tipo de incidentes, como él que vivimos en el segundo sector de la Residencia, atenta contra nuestra dignidad como estudiantes y como personas alojadas en la Residencia. La creación de un ambiente de miedo y represión, la difusión de amenazas existentes a los estudiantes reunidos, la ocupación peculiar y durante mucho tiempo, la limitación de nuestros derechos a la aparición de la porra, durante la huida de un estudiante retenido,  blandiendo la porra hacia la gente, todo esto debe ser condenado y denunciado por todos los estudiantes alojados en la Residencia Universitaria. Debemos tomar el asunto en nuestras propias manos, ya que el recinto es atacado por fuerzas de la Policía, siendo un área de asilo, se apunta al silenciamiento y la limitación de las libertades políticas y culturales colectivas y de las actividades llevadas a cabo dentro de ella.

No regateamos nuestros derechos

Adelante por la lucha de nuestra generación

Llamamos a todos los estudiantes alojados en la Residencia Universitaria a condenar esta acción y la implicación  y la responsabilidad de la Dirección del segundo sector de la Residencia, ya que con su bendición la Policía entraba y salía en el recinto de la Residencia sin ser molestada. Sin embargo, la prolongada permanencia de los antidisturbios en las proximidades de la Residencia fue una provocación para los estudiantes. Quedó claro que la Dirección que encubrió esta operación de terrorismo en lugar de proteger a los estudiantes, a lo mejor está más interesada en mantener las buenas relaciones con el Estado y no con los mismos estudiantes alojados en la Residencia. A responder de manera colectiva y combativa que no vamos a consentir el terrorismo y no vamos a someternos. La represión no puede retener la lucha de la juventud y del pueblo. Durante los próximos días y en las batallas que se den ni las detenciones ni las leyes «anti»terroristas nos van a intimidar. No retrocedemos de la lucha por una vida decente.

Reclamamos:

 • Una enseñanza pública y gratuita para todos

 • Apuntes, alimentación y alojamiento gratis para todos los estudiantes

 • Construcción de nuevas residencias o utilización de los lugares ya existentes para nuestras necesidades

 • Eliminar la imposición del alquiler a los estudiantes griegos y extranjeros

 • Contratación inmediata de personal permanente para las necesidades del restaurante y de la limpieza. Ningún régimen de subarrendamiento de trabajadores en nuestra casa. Ningún tipo de privatización del restaurante.

 • No tocar el asilo universitario

 • Dimisión inmediata de la Dirección del segundo sector de la Residencia

 Procedemos a:

 • Ocupación de las dependencias de la Dirección del segundo sector de la Residencia, exigiendo la denuncia por la Dirección de la invasión de las fuerzas policiales.

http://athens.indymedia.org/