Texto de ESE (Unión Sindical Libertaria) de Ioánina, Grecia, a raíz del intento (felizmente abortado) de despido de 6 repartidores

UNA HISTORIA DIFERENTE,
COMO LAS DEMÁS

El lunes 2 de mayo, 6 repartidores que trabajaban en un conocido establecimiento de comida rápida de la ciudad de Ioánina fueron amenazados por el empresario propietario del negocio con el despido. Justamente un día después de la huelga del 1 de mayo, en la que participaron. Este hecho no es más que la punta del iceberg de la permanente antítesis entre dos mundos completamente diferentes: el de los patrones y el de los trabajadores.

Por una parte, el empresario, con las leyes a su favor y aprovechando el terror que provoca en el trabajador la idea de que sin más puede quedarse de patitas en la calle, obtiene ganancias con la explotación del trabajo ajeno y busca continuamente la forma de ganar más. Paga la mitad de lo que debería a la seguridad social, impone turnos de diez horas, no paga las horas extras, no da las establecidas pagas de navidad y semana santa y mantiene a algunos trabajadores sin asegurar.

Por otra parte, los trabajadores viven en condiciones difíciles, repartiendo los pedidos por las calles de la ciudad con los peligros que ello conlleva, recibiendo sueldos de miseria, sin una seguridad social en condiciones y con la incertidumbre del mañana. Trabajan en precariedad. Pero cuentan con la lucha y con la solidaridad.

Después de reclamar la paga de semana santa, el día 1 de mayo participaron en la huelga, no para honrar de forma «folclórica» a los muertos de Chicago, sino para reivindicar la dignidad como trabajadores en el día de hoy. Al conocerse los despidos, decenas de personas solidarias se concentraron frente al establecimiento, exigiendo la readmisión de los trabajadores. Al día siguiente el empresario rectificó.

125 años después de los duros conflictos de Chicago, los trabajadores todavía luchan por no trabajar 10 o 12 horas.
125 años después de aquel mes de mayo, los trabajadores todavía luchan por unos sueldos que les permitan vivir con dignidad.
125 años después los trabajadores todavía reivindican el derecho a la huelga.
125 años después los empresarios, los grandes y los pequeños, siguen persiguiendo desaforadamente sus beneficios a costa de la clase trabajadora.
125 años después los empresarios siguen usando los mismos medios violentos para mantener a los trabajadores aterrorizados. El miedo al despido y al paro, los chivatos, los pelotas, los esquiroles.
Sin embargo, 125 años después sigue habiendo trabajadores que no se chupan el dedo.

Para nosotros, como anarcosindicalistas, esta pequeña batalla laboral que tuvo lugar en Ioánina constituye un ejemplo para todos los trabajadores de todos los sectores. Porque esta batalla no fue dirigida por nadie, sino que fue organizada por los propios trabajadores y quienes se mostraron solidarios con ellos. Porque los trabajadores no se limitaron a una lucha de tipo judicial y legal sino que comenzaron una lucha decidida en la calle y dejaron en evidencia los atropellos empresariales ante la sociedad. Porque el empresario no tuvo que vérselas con 6 repartidores atemorizados, sino con un movimiento decidido de solidaridad, que no tenía nada que ver con ninguna institución, de modo que pudiera controlarlo usando sus «enchufes».

La mayoría de los trabajadores está harta de luchas obreras sin perspectiva. Los empresarios están llevando a cabo su mayor ataque y usando como ariete la crisis están degradando el trabajo, mientras los trabajadores se muestran incapaces de reaccionar. Después de que durante años las luchas obreras estuvieran vinculadas con sindicalistas encorbatados y sindicatos partidistas que se preocupan sólo por las elecciones, ahora la fuerza de los trabajadores está por los suelos.

NECESITAMOS NUEVAS LUCHAS

Luchas que no estén supeditadas a los intereses partidistas, luchas autoorganizadas, en las que decidan los propios trabajadores en sus asambleas, y que las decisiones no vengan de los despachos de las formaciones sindicales y de los comités de arriba, luchas inflexibles, tenaces, si es necesario agresivas, que hagan saber a los patrones y al tan valioso para ellos estado que si no nos salimos con la nuestra no estaremos satisfechos.

ES NECESARIO REFORMULAR EL SINDICALISMO

Un sindicalismo planteado desde la base, combativo y concienciado, con sindicatos que sean el nido de reivindicaciones, no pequeños parlamentos, sindicatos que no se venden a los burócratas y a los políticos de los partidos. Un sindicalismo en la calle y no en los periódicos y los telediarios, que defienda huelgas de verdad y no paripés, que plantee demandas de verdad y no mendigue, un sindicalismo de choque, no de maniobras.

Un sindicalismo que lucha por una mejora de las condiciones de vida, pero que no se olvida de que para conseguir esta mejora es necesario luchar por la abolición total de la explotación del hombre por el hombre. Un sindicalismo que no se olvida de que

PARA QUE LOS TRABAJADORES
SE VUELVAN A QUERER A SÍ MISMOS
TIENEN QUE VOLVER A ODIAR A LOS PATRONES

ese-ioanninon.blogspot.com