El lunes, 19 de septiembre, la policía allanó la okupa Elea, en la isla de Corfú, supuestamente por orden del fiscal. Durante la invasion, no se encontraba en el lugar ningun de lxs ocupantes. Los policías, tras haber violado la puerta, buscaron cada rincon de la okupa, supuestamente en busca de «drogas» o «inmigrantes residentes». Se fueron después de algún tiempo, dejando el lugar en un desorden total. No causaron daños pero confiscaron las notas de los minutos de las asambleas y un… hornillo(!). Lxs compas se encuentran ahora de nuevo dentro de la okupa.
Esto es obviamente un ataque más del estado en contra de los espacios ocupados en Grecia y el movimiento anarquista en general. El poder teme que la rabia social, se desbordará muy pronto y así trata de evitar esta posibilidad, mediante la activación de sus reflejos fascistas.