Un año después del desalojo de la okupa Liebig14 y mientras que el proceso del aburguesamiento continúa, varios edificios de tipo loft y de luxo fueron atacados con tintas, durante las ultimas semanas. Mientras que cada día más gente de baja renta es obligada a dejar el centro de la ciudad y los policías aniquilan los alternativos conceptos de vida, la ciudad se transforma cada vez más en un asqueroso monstruo de vidrio y hormigón.
Los espacios se usan para la construcción de torres de oficinas en lugar de parques de caravanas, de apartamientos de luxo en lugar de proyectos auto-organizados de vivienda, de centros comerciales en lugar de centros de cultura libre.
Es obvio que la policía y la Prensa hacen lo que pueden para silenciar a los amplios protestos contra los desalojos y el aburguesamiento, y intentan criminalizarlos. ¡Cuando más intentan amordazar a nosotrxs, tanto más fuerte nos vamos a gritar!