La mañana del pasado viernes, policías y alguaciles aparecieron para desalojar un conjunto de casas okupadas en Dalston Lane (noreste de Londres), pero afortunadamente la brigada anti desalojo estaba fuera, en número, esta vez con unas sesenta personas bloqueando la entrada y alineadas en el tejado.
Mientras la mañana avanzaba con música, sándwiches y los ladridos de un perro, la policía y los alguaciles observaban desesperanzados. Finalmente aceptaron irse, pero solo si la pancarta que rezaba “fuck the Olympics” se retiraba ya que era un poco grosera, lo que provocó las risas de la gente en el tejado mientras se negaban a ello, la policía se marchó de allí, moralmente derrotada.
En estos tiempos de incertidumbre para el futuro de la okupación, la gente mantiene su solidaridad a la hora de darse cobijo, a nivel de bases real.