Bailando en la celebración de la guerra
En la guerra encarnizada, estás a nuestro lado
… en los malos tiempos, jamás abandonaste la ciudad, en los buenos tiempos, jamás sacaste provecho, en los tiempos desesperados, jamás temiste a nada…
… en la batalla, elegiste luchar por todos los medios, luchaste con rabia y devoción, con autoconocimiento y conciencia, sin miedo a la muerta y con fe en la vida, a veces, como un lobo, otras, como un árbol, buscaste al ser humano en ti y en quienes te rodeaban, y jamás te alineaste, sino seguiste tu propia entropía…
… estabas destinado a estar en la órbita de las estrellas, ¿por qué, estrella te preocupas de la oscuridad? gira con alegría por estos tiempos, ¡cuya infelicidad te sea extraña y lejana! tu esplendor pertenece al otro mundo, para tí, ¡la misericordia debería ser pecado! la única orden que cuneta para ti: que eres de verdad…
para el compañero revolucionario pero, sobre todo, excelente humano, Lambros Foundas.