Las 17 familias que viven en la casa okupada de la calle Benvinda Aparecida de Abreu Leme 191, en el barrio de Santana de la capital paulista, recibieron una orden de desalojo del edificio que habitan desde hace casi 9 años.
Entre la gente a la que se amenaza con echarla a la calle, hay 3 mujeres embarazadas y 15 niñxs, de lxs cuales un/a es autista y otrx, sordomudx. Además, dos de las personas mayores que habitan en la casa okupa sufren de deficiencia visual.
Si bien la «justicia» es una de las más represivas instituciones sin rostro, quienes llevan a cabo sus asquerosas tareas son personas con nombre, que optaron conscientemente por ejercer sus cargos inhumanos. En este caso, el monstruo que determinó el plazo de evacuación de la casa hasta el 22 de mayo de 2012 es la jueza Carolina Martins Clemencio Duprat Cardoso.
A pesar de que los propietarios «legales» del edificio deben 200.000 reales de impuestos a la perfectura, tal y como acontece con el caso de miles de casas abandonadas en toda la ciudad, las autoridades se cagan en sus propias leyes y avanzan en el desalojo de las familias.