El 21 de noviembre de 1992, el antiautoritario Silvio Meier fue apuñalado hasta la muerte a manos de escoria neonazi en la estación de metro de Samariterstraße, Berlín.
El Estado trató de suavizar el asesinato, presentándolo como si fuera la típica pelea de bar entre jóvenes. Además, la policía alemana y los medios de masas difundieron mentiras basadas en las falsas declaraciones de lxs neonazis, que afirmaban que fue Silvio quien lxs atacó primero con un cuchillo y ellxs,supuestamente, le apuñalaron en defensa propia. Al principio, lxs tres compañerxs de Silvio, que sobrevivieron al ataque, se enfrentaron a cargos y fueron interrogadxs por la policía incluso mientras se encontraban en el hospital (dos de ellxs, con heridas graves). La policía intentó responsabilizarlxs de la muerte de su propio amigo*.
Fue solo gracias a los inmensos esfuerzos colectivos de amigxs y compas que estas acusaciones se derrumbaron y se dio a conocer públicamente que, en realidad, fueron lxs neonazis quienes agredieron y asesinaron a Silvio en el metro, por lo que el Estado se vio obligado a investigar el caso. Surgieron dos acciones anuales en su memoria gracias a estos esfuerzos: la placa de Silvio Meier en la estación de metro de Samariterstraße, así como la manifestación en memoria de Silvio Meier. Ésta es una de las mayores manis antifascistas anuales de Berlín, acompañada de diferentes consignas. El lema de este año, que marca el vigésimo aniversario de la muerte de Silvio, fue “Recordar significa luchar: Atacar, golpear, acabar con lxs nazis, el Estado y la agencia de inteligencia Verfassungsschutz!”
http://youtu.be/FOgvJ-aBMdkhttp://youtu.be/bMezH_6f1R8http://youtu.be/79uK_lb_xq4http://youtu.be/Bo7JMX3r3MU
La mani vespertina del 24 de noviembre comenzó con dos horas de retraso, esperando a que volvieran lxs compañerxs antifascistas de las acciones contra la movilización neonazi para una marcha en el distrito berlinés de Rudow, organizada contra un centro de refugiadxs.
Unas 5000 personas participaron en la manifestación en memoria de Silvio Meier y, casi desde el principio, lxs manifestantes se vieron aterrorizadxs por un sinfín de policías, quienes tomaron varixs rehenes (acusadxs también de disfrazarse o “uso de materiales para enmascararse”*). Algunas de las detenciones se efectuaron con una violencia brutal, ya que lxs policías se abrieron camino en la manifestación a golpes.
La marcha de protesta debía volver al distrito de Friedrichshain y finalizar en la estación de tren de Frankfurter Allee. Sin embargo, debido probablemente a la intensificación de la persecución policial, lxs organizadorxs decidieron disolver la manifestación en frente de la estación de tren de Lichtenberg (a pesar del hecho de que toda la zona de Lichtenberg es un baluarte neonazi).
Cuando la mani finalizó en el distrito de Lichtenberg, la policía había rodeado la plaza casi por completo, bloqueando las entradas a las estaciones de tren y metro, una clara provocación. Poco después, la policía abrió las puertas del metro, pero empezaron a atacar a aquellxs que prefirieron quedarse en la plaza. Se ha informado de que allí la policía se hizo con más rehenes y rociaron con gas pimienta un vagón del tren. El número total de detenciones asciende a 22 personas, pero por ahora no hay más noticias sobre lxs detenidxs (25/11).
Sin embargo, lxs manifestantes consiguieron atacar el punto de encuentro de lxs neonazis en su baluarte, el distrito de Lichtenberg. Se lanzaron pintura, piedras, botellas y petardos a la tienda neonazi en Lückstraße, que se encontraba bien custodiada por la madera. También volaron petardos de cuando en cuando durante el transcurso de toda la manifestación.
A lo largo de la acción se corearon consignas en voz alta, incluyendo consignas anarquistas/antiautoritarias en distintos idiomas y también se pudo escuchar “Maderxs, Cerdxs, Asesinxs” en varias ocasiones.