En abril de 2011, con allanamientos y registros, 5 arrestos y varias medidas cautelares, dio comienzo la operación Outlaw, una investigación judicial contra 27 compañerxs del centro de documentación anarquista Fuoriluogo que secuestraron primero y luego cerraron.
La acusación formulada es de “asociación para delinquir con finalidades subversivas del orden democratico”, un andamio acusatorio creado sobre la base de las investigaciones llevadas a cabo por la Digos de Bolonia, pero que contiene una particular anomalía: no se les imputa ningún hecho concreto a lxs acusadxs.
La operación represiva, que comienza solo después de una cumbre en la ciudad entre el entonces ministro del Interior, Roberto Maroni, la Digos y la magistratura, está claramente orquestada por algunos de los grandes poderes de este país.
No por casualidad pocas semanas más tarde, el jefe de seguridad del ENI (Ente Nacional de Hidrocarburos), Umberto Saccone, en una entrevista subrayara que en Bolonia y Florencia se han llevado a cabo operaciones policiales destinadas a golpear y limitar la presunta área de origen de ataques a algunas sedes de la empresa.
En estos dos últimos dos años de evidente inestabilidad social y económica, el Estado ha utilizado la herramienta del delito de asociación para lanzar numerosos ataques represivos, con el evidente intento de romper colectivos y luchas, de debilitar la rabia y las voces de disenso.
El 15 de marzo, en el Tribunal de Bolonia se realizará la audiencia preliminar de la primera fase del juicio.
A casi dos años desde el inicio de la Operación Outlaw, convocamos una concentración en solidaridad con lxs compas bajo investigación.
Bolonia 15 de marzo 2013 – desde las 9 de la mañana, concentración en la plaza Mayor