Sigue un comunicado de la Asamblea por la Acción Antiespecista publicado a principios de febrero de 2013 en relación con unas declaraciones de un diputado de Syriza (Coalición de la Izquierda Radical):
Sobre el rol de la izquierda –parlamentaria o no– y nuestras luchas por la libertad.
En los últimos días, se discute en los medios de comunicacion de masas sobre el reciente comunicado del diputado del partido Syriza por Kastoria, Vaggelis Diamantopoulos, quien en un intento por “ponerse de lado de las okupas atacadas ” tuvo la audacia de declarar que él es anarquista porque, en sus propias palabras, “la anarquía es sinónimo de la democracia directa”.
Como si el Estado, lxs paraestatales y la propaganda de los medios de comunicación que están apuntando contra lxs anarquistas no fuesen suficientes, ahora llega el partido Syriza que intenta jugar a Robin Hood y a lxs “guardianxs de lxs débiles”, y se apresura a defender en su discurso a las okupas y a lxs anarquistas. Esta es una táctica habitual del mencionado partido parlamentario, una práctica que también se aplicó durante la rebelión de diciembre de 2008.
El partido Syriza pretende estar del lado de lxs anarquistas en un intento, por un lado, de aprovecharse de nuestra lucha para sus objetivos electorales y, por otro, asimilar nuestra lucha e incorporarla dentro del marco estatal y legal.
En cuanto al comunicado del diputado Diamantopoulos, tenemos que decir lo siguiente:
Primero: Un diputado, como parte integral del aparato estatal, no puede declarar ser anarquista. Lxs anarquistas ni votan en elecciones, ni son candidatxs, ni jamás ocuparían un puesto en el parlamento.
Segundo: La anarquía no es sinónimo de la democracia directa de ninguna forma. Para nosotrxs, la anarquía es la liberación total para lxs humanxs, lxs animales y la naturaleza de los grilletes del Estado y la dominación. Nosotrxs no luchamos por un Estado con democracia directa; nosotrxs luchamos por la vida y la libertad de cada ser vivo, dentro de una vida simple y comunal en armonía con la naturaleza.
Tercero: Esta vida y libertad se posicionan en total contraste con la actividad de Diamantopoulos, quien desde el principio de su legislatura en junio de 2012, ha declarado abiertamente su interés con respecto al desarrollo de la industria peletera en la región de Kastoria (al norte de Grecia), llegando al punto de reunirse con la SEG (Liga Griega de Fabricantes Peleterxs) y a un acuerdo sobre la supuesta necesidad de aumentar la población de ganado en la región, lo que significa que capturarán, matarán y despellejarán incluso más animales. Diamantopoulos es la encarnación de lo que hemos hablado todos estos años. Ël es la faceta del Estado que, a través de intereses sectoriales que se apoyan mutualmente, administra la industria peletera que logra sobrevivir asesinando animales. Diamantopoulos es un digno continuador de la labor de lxs exdiputadxs de Nea Dimokratia y PASOK por esa zona, Tzoukalagias y Petsalnikos, quienes apoyaron sin prejuicios el comercio de pieles. Es una parte indicativa de la táctica camaleónica que aplica Syriza, mientras que antes de las elecciones, la diputada Iro Dioti hizo una interpelación en el parlamento contra la venta de pieles. Justo despues, la oficina local de Syriza en Kastoria hizo un seminario en apoyo a la industria de las pieles, mientras el mismo partido en Atenas paralelamente organizaba eventos electorales acerca de los “derechos” de los animales, en un intento por reunir los votos de lxs amantes de los animales, entre otrxs. La hipocresía en su máxima expresión. Pero, tras las elecciones las máscaras se han caído.
La actitud de Diamantopoulos y Syriza no es un error islado ni personalizado, menos de este partido en particular, pero refleja totalmente las posiciones firmes y las tácticas de la izquierda en general.
La izquierda siempre fue incapaz de incorporar en sus reclamos las luchas por la liberación animal y de la tierra. Aceptando ideológicamente el materialismo histórico, consideran el sometimiento de la tierra y de las otras criaturas que viven en esta como una condición necesaria para el bienestar humano. Teniendo una histórica y altamente antropocéntrica visión del mundo, consideran el sistema tecnoindustrial como la panacea del manejo de todas las actividades humanas y, también, al capitalismo como un escalón histórico esencial para la “transición desde el reino de las necesidades al reino de la libertad”. La naturaleza y lxs animales son fuentes productivas para servir a las necesidades humanas. La única diferencia con lxs capitalistas es que estos últimos están dispuestxs a matar, en el nombre del lucro, toda lo vivo, mientras que lxs izquierdistas sólo para cubrir las “necesidades” humanas. Esto es exactamente lo que está pasando con Syriza y la sociedad local de Kastoria: Se devalúan las vidas de lxs animales en nombre del crecimiento económico de la zona.
Al mismo tiempo, usan cualquier medio para alcanzar el poder, puesto que no lo niegan obviamente cuando hablan sobre el poder de lxs trabajadorxs y la dictadura del proletariado. Por un lado, participan de aquellas luchas parciales que les convienen, siempre con el objetivo de tener resultados electorales y, por otro, se distancian de otras cuando creen que no tienen nada que obtener de ellas. Pero cuando las luchas van más allá de su gestión o descubren que tienen éxito o que ellxs están fuera de ellas, entonces intentan, con notificaciones y otras tácticas de comunicación, sacar crédito político de ellas. Estos días usan la represión del Estado contra lxs anarquistas para hacer campaña política de oposición al gobierno de Nea Dimokratia desde una posición segura, aspirando ser ellxs quienes gobiernen tras las próximas elecciones. No olvidamos el discurso electoral de Syriza sobre lxs policías buenxs guardando los barrios. Además, tampoco olvidamos que cada vez que la izquierda tomó el control u obtuvo mayor poder, aplastó de cualquier manera a lxs anarquistas que resistían contra los regímenes autoritarios (CCCP – Kronstadt) y contra las traiciones de las luchas en las que pueblos enteros combatieron contra el fascismo, porque se consideraron como un obstáculo en sus planes de política exterior con Occidente (España en el 36, Grecia – OPLA).
No esperamos nada distinto hoy en día. Es solo que Diamantopoulos debe informarse un poco mejor en cuanto a quiénes muestra su presunta «solidaridad»: a quienes no descansarán hasta que el último peletero sea colgado con las entrañas del último político.
No puedes apoyar a la vez a opresorxs y oprimidxs; al Estado y a lxs anarquistas; a lxs animales y lxs peleterxs.
En este mundo, cada unx escoge el lado del que se posiciona.
Luchamos orgullosamente en el lado de lxs animales y la naturaleza salvaje porque somos anarquistas y anti-especistas.
Ellxs permanecen patéticamente en el lado de lxs peleterxs negociando por votos porque son políticxs y asquerosxs autoritarixs.
Por eso en esta lucha por la defensa de la vida, ellxs son nuestrxs enemigos.