La lucha por la tierra es la lucha por la libertad.
Queremos los bosques, la tierra y el agua. No una tumba de oro.
Está pasando en Calcídica.
Ha comenzado justo en el bosque de Skouriés, en Calcídica, la ejecución del proyecto de Ellenikos Xrisos Spa, empresa de extracción minera perteneciente, en un 95%, a la multinacional canadiense Eldorado Gold y, en un 5%, al industrial griego Bobola. Comprobado ya que este tipo de “actividades” son letales para la vida aunque el Consejo de Estado al que los habitantes de la zona han presentado un recurso no se ha expresado todavía; están talando hectáreas de bosque con consecuencias irreversibles para la naturaleza y para la economía de la región que está basada en la pesca, la agricultura y el turismo. El proyecto que están promoviendo, un cráter a cielo abierto para la extracción de oro, es solo el inicio de las actividades mineras en Calcídica y se enmarca en la venta total de los recursos naturales y de las infraestructuras públicas que se está llevando acabo después de las moratorias impuestas por el gobierno.
Entre tanto, en los pueblecitos de la región, y desde otras partes, han sido muchas las iniciativas de contrainformación y denuncia de la devastación a la que se dirigirían estos territorios, y del saqueo de las vidas de sus habitantes a manos del Estado y la patronal.
En los últimos meses con el avance de los trabajos, ha crecido también la lucha, tanto que ya en el movimiento de resistencia, nacido hace algunos años, participa la aplastante mayoría de la población local. Numerosos acontecimientos han caracterizado la vida de muchxs hombres y mujeres, de ancianxs, jóvenes y pequeñxs, que han crecido dentro de una movilización que ha sobrepasado sus confines geográficos y, quizá, ideológicos: las manifestaciones en la montaña cercana a las obras, ignoradas a posta por los media y reprimidas brutalmente por la policía; la caza humana por los bosques y los lacrimógenos a quemarropa; las constantes amenazas por parte de los obreros de la empresa que tiene el contrato para los trabajos y de sus mandantes, culminando en agresiones físicas intencionadas y cobardes y en el incendio del campamento fijo de iniciativas contra la nocividad.
El pasado 17 de febrero, unas cincuenta personas encapuchadas atacaron, prendiendo fuego, las obras de Skouriés y todos los medios y equipamientos en ellas. Durante mucho tiempo, el arma utilizada en esta batalla fue, principalmente, la voz atronadonadora de la gente cabreada, a pesar de ello, las cargas de la policía, perros guardianes de las obras, no han escatimado en medios. Por eso, quizá porque en un texto en el que se hablaba sobre está acción se puede leer: “la destrucción de las obras es el resultado de las prácticas violentas de la policía y el Estado”, protectores de la empresa privada y sus intereses.
Después de los hechos del domingo, 17 de febrero, se ha abierto una despiadada caza human cuyo único objetivo es abatir la moral de lxs habitantes que se oponen al proyecto, que hoy dicen: “nos encontramos ante el resultado de un rabioso intento de intimidación y censura…” Al día siguiente, decenas de personas fueron llevadas a comisaría, arrancadas de sus casas, de locales, de la calle. De algunx, no hubo noticias durante interminables horas. Otrxs fueron retenidxs con la acusación de ser los líderes morales de la acción. La prueba incontestable es que estuvieran presentes en todas las manifestaciones. Es la misma empresa la que ha señalado a esta gente, a pesar de que todxs llevaban la cara tapada. Al final, a todxs lxs detenidxs, sin ninguna acusación formal, les tomaron las huellas dactilares y material orgánico para la prueba de ADN.
Las investigaciones no llevaron a ningún resultado, así que 7 de marzo a primera hora de la mañana, las fuerzas del “orden” comenzaron con las represalias: por la mañana, se presentaron en casa de cinco personas de Ierissós –una pequeña ciudad de 3000 personas donde todxs, pero todxs todxs, están en contra de las mineras–, las secuestraron y llevaron a comisaría para interrogarlas sobre “los hechos del 17 de febrero”. Hacia las 11:00, con la excusa de tener que realizar los registros de las casas de lxs cinco, las fuerzas del desorden volvieron al lugar: no solo policía política, sino distintos pelotones de antidisturbios y equipos antiterroristas armados hasta los dientes irrumpieron en el pueblo intentando ocuparlo militarmente. A lxs viejxs del pueblo la operación les recordó a la de los alemanes en 1941 y, solo con ver los vídeos y las fotos, nos damos cuenta de la dinámica verdaderamente inquietante. La gente, alertada, se reunió en seguida en la entrada del pueblo donde prendieron fuego a una barricada de neumáticos para impedir la entrada a los maderos. Así que se desencadenó la guerra química y se pasó, al son de los lacrimógenos, a un estado de asedio y terror: entraron en casas reventando algunas puertas, haciendo los registros delante de niñxs, según pasaban gasearon completamente un instituto en horas de clase, mandando a varias personas al hospital. Dentro se encontraba también una chica de 15 años que, días antes, había sido contactada para testificar en relación con el ataque a las obras. El episodio ya había desatado la indignación de todxs y este intento torpe de empujar a una menor a la delación, o de envolverla en lo sucedido llevó a la ocupación de su instituto en protesta por parte de profesorxs y estudiantes.
Mientras se desencadenaba la represión, lxs habitantes de Ierissós dieron el paso de quedarse en la calle hasta última hora de la tarde, demostrando, en la medida de lo posible, su hostilidad obvia contra las autoridades a pie de guerra.
Al final de la operación represiva, se llevaron una decena de escopetas de caza, petardos y walkie-talkies. Debido a la falta de licencia de armas en regla, las 4 personas a las que se las han secuestrado fueron arrestadas. En el juicio rápido, fijado para el 8 de marzo, se presentaron cientos de personas que gritaban consignas contra la policía y contra las mineras. El proceso se pospuso para el 20 de Marzo, liberando a lxs 4 detenidxs.
Al día siguiente, 9 de marzo, con una de las manifestaciones más multitudinarias que han tenido lugar en Tesalónica (se estiman 20.000 personas en la calle), el norte de Grecia mandó un mensaje claro: “no permitiremos a nadie decidir sobre nuestras vidas y nuestro futuro; no a la devastación de nuestra tierra, no a las minas de oro, no al estado de represión”.
Una vez más, ¡la pasión por la libertad es más fuerte que toda autoridad!
Algunxs solidarixs desde otra orilla del Mediterráneo
Nota: A primeras horas del 10 de abril de 2013, dos combatientes de la lucha contra las minas de oro en Calcídica fueron secuestradxs por las fuerzas especiales de la policía, EKAM, en sus casas del pueblo de Ierissos. Maderos encapuchados asaltaron las casas en mitad de la noche, mientras estxs dormían con sus familias. Mientras tanto, la comisaría de policía local del pueblo fue abandanoada por el miedo a las represalias que tomarían lxs vecinxs. De hecho, la gente del pueblo asaltó la comisaría y prendieron fuego a todo lo que había dentro, como primera respuesta encolerizada a la operación represiva. Además, lxs vecinxs del pueblo han bloqueado la zona. Hasta el 14 de abril, lxs dos arrestadxs estuvieron retenidxs en la jefatura de policía de Tesalónica. Ese día, la fiscalía ordenó la prisión preventiva para ambxs combatientes con cargos de delitos graves.
vídeo desde nogoldthess
Sigue una breve cronología de los últimos acontecimientos en Calcídica:
–17 de febrero 2013: Ataque incendiario a las obras de las minas de oro. Unas cuarenta personas, según la policía, realizaron un ataque incendiario, quemando todo el material que se encontraba en las obras de las minas de oro.
– Febrero de 2013: Los días posteriores, en el marco de la “investigación”, policías enmascarados secuestran a varixs habitantes del pueblo de Ierissós, uno de los pueblos que resiste más masivamente al proyecto y lxs retienen durante horas en la comisaría para interrogarlxs. Sin la presencia de abogados y bajo amenaza, los maderos les toman muestras de ADN sin que ni siquiera hubiera acusaciones contra ellxs a lxs que, se supone, se les llevó s a comisaría para un simple interrogatorio.
– 7 de marzo: 5 habitantes del pueblo de Ierissos son arrestadxs por la policía. Oficialmente, se trata de un llamamiento a testificar y no de arrestos. 6 camiones de CRS y 8 coches de policía intentan entrar en el pueblo para registrar las casas de lxs arrestadxs, sin la presencia de un juez. Lxs habitantes se oponen y los maderos cargan con gases lacrimógenos, que tiran incluso en la escuela del pueblo. Un niño resulta herido por una bomba lacrimógena, que le tiraron directamente, y tres se desmayan por el gas. Los maderos entran en las casas de las personas arrestadas. Por la tarde, los enfrentamientos comienzan entre lxs habitantes y las fuerzas de ocupación. Una hora después, los maderos, atrapados, abandonan el pueblo.
– 9 de marzo de 2013: Más de 20.000 personas se manifiestan en la ciudad de Tesalónica contra las minas de oro y el terrorismo de Estado contra lxs habitantes que luchan.
– 10 de abril de 2013: A las 3 de la mañana, maderos armados y enmascarados secuestran a dos habitantes de Ierissos, acusadxs de participación en el ataque incendiario. Sin ninguna notificación ni llamada para presentarse ante la policía o el juez, los maderos forzaron las puertas de sus casas mientras dormían y lxs arrestaron delante de sus hijxs y el resto de sus familias. Según los testimonios, uno de los maderos le dijo a la niñade 13 años de uno de los arrestados “míralo bien ahora con las esposas, porque serás mayor la próxima vez que lo veas”. Algunos minutos más tarde, lxs habitantes se reúnen en el centro del pueblo y atacan la comisaría de policía, vacía. A mediodía, la policía anuncia que abandonan la comisaría y que todo el personal y los servicios se trasladan a la comisaría de un pueblo vecino. Durante todo el día, lxs habitantes construyen barricadas bloqueando la entrada al pueblo (las barricadas siguen todavía hoy colocadas y sólo se puede pasar a horas específicas). Algunxs de los habitantes se quedan protegiendo las barricadas y el resto se dirige hacia la ciudad de Tesalónica, donde habían llevado a los detenidos.
– 13 y 14 de abril 2013: Manifestaciones solidarias, ya previstas antes de los sucesos del 10, tienen lugar en diversas ciudades del país.
– 14 de abril 2013: A los dos acusados del ataque del 17 de febrero se les aplica la prisión preventiva, que puede durar hasta 18 meses antes de que el proceso tenga lugar. Se les acusa, entre otras cosas, de participación en organización criminal, intento de homicidio, posesión de explosivos y de explosión. En total, hay 20 personas buscadas por la policía. Los dos detenidos son las primeras personas acusadas.